Para Fran Straube, actual y popularmente conocida como Rubio, la intuición está envuelta en femineidad y por ende ambos conceptos están directamente relacionados. Desde que se embarcó en el mundo musical, ha seguido fielmente el camino de aquella percepción a flor de piel que cada uno de nosotros vive a su manera, y no se arrepiente.
Porque no es fácil seguir a ojos cerrados lo que de adentro nos manda, más cuando se es mujer. Ella lo tiene claro y por ende es agradecida de la seguridad que emana. Al respecto, afirma que siempre se ha sentido como una mujer guerrera: “encuentro bacán haber tenido las agallas para hacerle caso a mi fuente femenina, la intuición, al momento de hacer música. Agradezo eso, con tanta opresión y tantas desigualdades que pude haberme comida en mi vida, pude haberme dedicado a otra cosa que no sean las artes”.
Así tal cual fue como mediante sensaciones absorbidas durante un viaje interno, la cantante plasmara “Pez” (2018), su disco debut que encierra una exploración musical que saca la voz desde las profundidades más enraizadas. Sin embargo, aquel pez tiene que salir alguna vez del agua para vivir otras aventuras y ahí es cuando comienza de frentón una nueva etapa titulada “La pérdida”; primera de tres partes encontradas en su nuevo álbum “Mango negro”, un compilado de 12 canciones que será lanzado por etapas.
Straube explica que la temática de esta primera fase aborda “varios sentimientos mundanos, como la avaricia o las cosas oscuras de la humanidad”, a eso añade que también habla de las pérdidas de volver al pasado y de no valorar las cosas que se tienen. A diferencia de su primer álbum, “aquí ya no estoy tan en la interna, ahora hablo un poco más del exterior: la muerte, la vida, de cómo estamos como sociedad. Como si un pececillo estuviera viviendo varias etapas de la vida donde se encuentra con distintas cosas”.
Cuando se le pregunta a Rubio respecto a la postura que adquiere al momento de escribir las letras -si es basa en un reflejo de sí misma o construye un mundo paralelo- ella afirma que son ambas cosas por igual, ya que “hay muchas cosas de observatorio que son muy reflexivas en general, como mi música”. Cosas como estas explayó al hablar con LaRata.cl, en un cómodo sillón de Estudios Triana.
Recomendamos leer esta entrevista escuchando “La pérdida”. Ponle play y disfruta…
La pérdida
Así se llama la intro de esta primera parte; quise interpretar un poco la sensación de soledad, así como el sonido del viento. Como el disco anterior se llama “Pez”, imaginé en mi cabeza que este pez ¡fsh! salía del agua y llegaba a este planeta tierra pensando solo contra el mundo: “me tengo que enfrentar a un nuevo camino”, que en la vida eso es cómo un nacimiento hacia la muerte, todo ese proceso. Por eso que parte así el disco, como con la desolación después de haber vivido todo el mundo pez debajo del agua y entrar solo a este mundo.. desértico.
Chino Aros toca instrumentos étnicos que a mí me encantan y me ayudó con este nuevo sonido que “Pez” no tenía. En este disco trato de tener varias sonoridades étnicas provenientes de instrumentos de la India.
Oro
Oro fue la primera canción que hice, tiene una mirada hacia la gente. Hoy en día todos nosotros miramos más afuera que adentro y hablo sobre que no todo lo que brilla es oro, como que buscamos la inmortalidad, elixir de la vida, el no envejecer y como “el oro” en sí, así como la avaricia. En la canción digo “oro busca pero si está adentro”, como si en verdad tanto que se busca allá afuera no dejara mirarse un poquito acá para darse cuenta que el otro es tu fuente, tu brillo y tu luz. El oro lo relaciono al aura, nada con afuera.
Volver
Tal como la palabra lo dice, “Volver” es el valorar las cosas que tienes cuando se van. O cuando, a veces, pierdes las cosas y valoras otras, habla como del recuerdo desde una reflexión, un poco de no saber volver y la angustia de darte cuenta de cómo no supiste apreciar antes, un poco también relacionado con la pérdida igual.
Nudo
Habla de la fase final de una pérdida, de las emociones amorosas. Es muy de interior, como tener un nudo en la garganta. A veces, las cosas también tiene que morir para volver a nacer. Esta canción termina diciendo “la vida es blanca sin ti”, refiriéndose a esas veces donde duelen tanto las pérdidas que solo queda dar vuelta la página y decir “ya, aquí vamos de nuevo”. Es la más triste, es la más baladita, y tiene una feat con Frannie Holder, una chica de Canadá con la que nos hicimos muy amigas en las giras. Como me encanta su trabajo la invité a cantar esta canción, así que en la mitad de “Nudo”, hay una parte francesa que es muy linda.
Tormenta del SXXI
Esta es más -dice mientras chasquea los dedos- ochentera así, habla un poco de cómo la ciudad está súper desconectada, de que estamos tan conectados con el celular y todo pero en verdad la desconexión manda, puro miramos hacia el suelo o hacia el celular. Habla de cómo nos estamos enfermando como sociedad.
Después de “Tormenta en el SXXI” viene la segunda parte del álbum que es “La existencia”. La existencia son canciones existenciales, habla de la vida y la muerte y cosas más etéricas. Para finalmente cerrar en el fruto, que son como los guías, los mensajeros que repasan todo lo que aprendiste en este viaje.
Cabe recordar que “La pérdida” es una de las tres partes en las que se divide “Mango negro”. La segunda parte, titulada “La existencia”, es un concentrado de canciones existenciales que retratan aspectos más espirituales y etéreos como la vida y la muerte; todo esto para finalmente cerrar en el fruto del aprendizaje: el “Mango negro”.
Todavía no hay pistas sobre las dos partes faltantes, pero es mejor dejar la curiosidad a cargo del tiempo para así poder indagar con toda dedicación lo que Rubio quiere expresar en estas primeras canciones, cuales va a lanzar oficialmente en vivo el próximo 22 de marzo en el Teatro Nescafé de las Artes (Av. Manuel Montt 032, Providencia). Las entradas ya se encuentran disponibles vía Ticketek.
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