Irremediablemente poeta, Camila Moreno presentó a inicios de junio su quinto álbum de estudio, “La Primera Luz”: una promesa de crudeza y desnudez que habla, entre muchas más cosas y muertes, de la honestidad.
Traspasando las barreras de lo que conocíamos de su proyecto solista, y de la mano con su lado más acústico y contestatario, el álbum se transforma en un manifiesto, y aunque toda luz trae oscuridad, ella se encarga de dejarla en el lugar correcto. Desde la nostalgia nace un trabajo análogo, disponible para descarga gratuita y que además cuenta con una propuesta audiovisual grabada en plano secuencia bajo la dirección de Carolina Moscoso Briceño.
En julio inicia una gira que la llevará a distintos teatros del país: Teatro Parque Cultural Valparaíso, Teatro Oriente en Santiago y Teatro Biobío en Concepción. Nos adelanta que espera un show de acento en los textos. “Va a ser único de esta experiencia”, comenta.
Hoy Camila viste de azul, mientras las lluvias dejan en Valparaíso charco y lodo. Ella es crítica y poesía. Ríe con cautela cuando hablamos del tedio de lo cotidiano, habitarlo es extraño y desde esta vereda, por un ratito en la ciudad puerto, conversó con La Rata a profundidad sobre “La Primera Luz”, lo sonoro de su oscuridad, vulnerabilidad y desnudez.
Deja que las sombras se vayan
Hoy presentas en Centex, Valparaíso, con un evento de inscripción gratuita, que va dentro de la narrativa que ha tenido “La Primera Luz” como disco ¿Toma algún sentido para ti exponer este trabajo en el puerto?
Sí, la verdad es que el puerto ha sido mi primera casa musical en la historia de mi carrera solista y para mí lanzar aquí el disco el 6 de julio, venir en concierto en vivo y venir también ahora a Centex a mostrar los diez videos, que es como el visionado de la película, tiene el sentido de reconocer este lugar como mi primera casa musical. También de seguir, justamente, con lo que hicimos en Santiago, que igual se hizo en Citylab, el visionado. Me gustaría que la gente que en verdad está interesada en este disco, vea este trabajo que cierra toda la obra que hicimos. Está pensado en una visual de diez videos cada uno con plano secuencia.
Muy teatral también, que lleva un poco al origen de lo que eres tú como artista
Muy cotidiano… muy cotidiano, muy desnudo, por eso también el plano secuencia. Intentando buscar sin cortes la realidad de lo que está pasando en la escena.

Este es un trabajo que tú misma has manifestado como súper personal, y llega en un momento de tu carrera en que hemos visto ya varias facetas de Camila Moreno ¿Cómo ha funcionado para ti artísticamente el vínculo con la oscuridad?, ¿cómo muestras esa vulnerabilidad que sale de “La Primera Luz”?
Emm, es que la verdad es algo que no es tan planeado, es algo que no puedo evitar, ya que pasé por un problema de salud mental importante este último tiempo, entonces este es el reflejo de mi vida en los últimos tres a cuatro años y por eso en el disco también hay una cosa de, justamente, oponerse a “Rey” (2021), que es mi disco anterior. Oponerse a la idea de ser otro, porque en “Rey” yo busqué ser otra. Busqué un personaje, ciencia ficción, futuro, busqué representar el apocalipsis en una historia llena de imaginación.
En este caso es todo lo contrario, es lo cotidiano, lo real, la materia, lo que pasa; los segundos que pasan de esta vida, en esta realidad, pero siempre interpretado desde un lugar subjetivo.
Mucho de análogo también
Sí, súper análogo.
¿Cómo ha sido este tiempo de post lanzamiento? en un disco que sabemos evoca mucho, nos cuenta muchas historias
Estoy super contenta. He recibido muchos comentarios muy bonitos, he leído muchas reseñas muy bacanes. Me han escrito todo tipo de personas, desde artistas a conocidos, amigos, diciendo “oye me encantó este disco, está increíble”. Eso ha sido muy reconfortante, después de trabajar tan arduamente recibir ese cariño es bacán.

Abrazarme al suelo es tratar de respirar
Y tú decías justamente antes que claro, no es pensado, pero ¿te da la sensación de que este es un espacio que tal vez hubo siempre dentro de Camila y que ahora salió de una forma ya más madura?
Sí, claro. También responde a mi edad, por una parte despojarse de todo. Es un disco despojado, sin adornos, sin fuegos artificiales. Entonces, en ese sentido, hay mucha desnudez en el disco. Y sí, supongo que también, como te decía, responde a algo que no había hecho en mi carrera y que también lo sentía como una deuda.
¿Una deuda hacia ti?
Emm, hacia el trabajo. Hay discos que son más del cantautor, y me di cuenta que en todos mis discos, por ejemplo en las portadas, siempre había, aunque siempre lo voy a estar buscando, un personaje. En la portada de “Almismotiempo” (2009), en la portada de “Panal” (2012), en la portada de “Mala Madre” (2015), en la de “Rey” (2021), hay personajes. Esta vez voy a tratar de no ser un personaje, pero ¿Cómo podría no ser un personaje? si igual te estás poniendo en una puesta en escena. Entonces, yo creo que, sobre todo lo que vamos a ver hoy en Centex, sigue a un personaje, es la sublimación emocional de un ser, pero podría decir que es el disco que más se acerca a la Camila de la casa en pijama, que lava la loza, que es una persona real, común y corriente como cualquier otra.
Bueno y justamente en TikTok también haces la foto de un diario se me imagina, el manifiesto de La Primera Luz, que habla mucho del cotidiano, encontrarte con esta oscuridad… ¿Cómo vives eso? ¿Cómo vive Camila su cotidiano?
Sí, mira es algo que me ha costado también. Sobre todo en mi vida adulta, la parte del cotidiano de crecer, de hacer las tareas del hogar, ser una dueña de casa siempre ha sido una pelea para mi. Siempre he sido una persona desordenada, que preferiría no tener responsabilidades y estar todo el día creando cosas; música, poemas, videos… Esa es mi pulsión de vida y si no voy a estar haciendo eso quiero estar viendo cine, yendo al teatro, subiendo el cerro, viajando.
El pulso del cotidiano es algo que me ha pesado, entonces he tenido que dejar de encontrar solo hastío en ese loop repetitivo que es lavar la loza, la ropa, que es muy parte de la maternidad. Cuando no era madre esas cosas las dejaba y no daba lo mismo un poco, ¿no?, si no había comida, y no tienes hijos da lo mismo, pero ahora si no hay comida no está bueno -risas-. Es ese tipo de cosas que se une a la materia, a las responsabilidades, a la adultez, están muy presentes en este disco y es encontrarse con esa parte de la vida que a mi siempre me ha parecido tan re aburrida y encontrar una vuelta, en la que me abstraigo o pienso que quizás soy abducida.
Son esos momentos donde no estás en ese cotidiano, por alguna razón te perdiste, tu mente se fue a otro lado. Esos momentos del cotidiano me interesan mucho, me generan mucha curiosidad. Creo que todos lo vivimos, momentos en que estás en el vacío mirando la nada, y es extraño, me genera preguntas con respecto a cómo percibimos el tiempo, cómo percibimos la vida, ¿estamos aquí? Es como la misma pregunta de dónde nos vamos cuando dormimos, como esta pregunta que se hace Billie Eilish en su disco (When We All Fall Asleep, Where Do We Go?).
¿Dónde están esos momentos perdidos del cotidiano? y ¿Cómo percibimos la realidad finalmente?, ¿vamos para atrás, vamos para adelante?, ¿existe la muerte? Como dice la Nona Fernández, ¿la muerte es mentira? Entonces, sí hay hartas preguntas en el disco, no siento que sea un disco que se responda cosas, es un disco que se pregunta cosas, pero también súper emotivo. Mi forma de sentir.
Te lo preguntas también desde la nostalgia, súper nostálgico en todo. Como lo que hablábamos antes, es un trabajo análogo, disponible para descargar gratuito, vuelve un poco a todo lo que es el inicio, un empezar algo… la primera luz ¿Esto podría tal vez significar un vuelco en lo que vamos a ver a futuro?
Yo creo que si algo se puede esperar de lo que yo hago es que me opongo a mi trabajo anterior, esa es mi pulsión. No me gusta repetirme, repetir una receta. Encontré algo. Sí, efectivamente en “Rey” encontré algo, como así en “Mala Madre” también encontré algo y aquí encontré algo, por eso lo expongo y lo saco al mundo, pero después voy a, bueno de hecho ya encontré esa otra cosa que viene después de esto – risas-.
Entonces sí, creo que es un aprendizaje que es muy de la escuela de Violeta Parra, que tiene que ver con querer despercudirse de casillas, entonces si a Violeta Parra le dijeron que hacía cueca ella hizo un disco que se llamaba las Anticuecas. Claro tú me decis ahora, encontraste un sonido análogo, ¿lo vas a volver a repetir? no creo, no lo voy a volver a repetir, qué aburrido -risas-. Después se viene un disco punk.

Nada llega al universo y nada lo abandona
Oye y en este disco trabajaste con Adán Jodorowsky, nos deja ver un tanto de lo que fue Camila Moreno en México ¿Cómo ves esta colaboración con él, pero también a lo largo de tu carrera? ¿En qué momento de ella estás en comparación a la Camila del pasado?
Bueno, el trabajo con Adán fue super bacán. Llegué a trabajar a México el año pasado. Trabajé de una forma este disco como no había trabajado ningún otro y ese era mi propósito. “No quiero volver repetir, no quiero trabajar en Chile”, siento que ya me di la vuelta, quiero conocer cosas nuevas, tirarme al vacío a cosas que no conozco”.
Adán maneja super bien el sonido análogo, acústico, tocado por seres humanos, digamos todo lo que no es la máquina… Yo ya tenía ese pie forzado, sabía que quería un disco con esas características, de la materia, de los sonidos, volver un poco al pasado si se quiere, no sé… hay cosas que podrían sonar como Los Beatles en el disco o qué sé yo. Esa lógica más de banda o de persona tocando los instrumentos. Y el trabajo justamente con Adán fue así, nos encerramos un mes y medio a hacer el disco en su casa porque ahí tiene su estudio entonces también tenía la lógica de que este disco busca ese cotidiano y esa intimidad, también tenía sentido hacerlo con él allá. Creo que resultó el propósito con el que íbamos a hacerlo.
¿Y México qué tal?
Bien, me encanta México, es una tierra fértil. Lo que pasa es que México tiene industria, esa es la gran diferencia con Chile y el público mexicano consume música. En Chile es mucho más difícil mover ese tipo de cosas, todavía somos una industria chiquitita, estamos en vías de… Obviamente ha crecido con los años, pero México también tiene que ver con la cantidad de gente que hay, que consume y que hace. La cantidad de festivales, entonces está un poco más ligado al rollo del primer mundo con respecto a la cultura.
¿ Y en qué lugar están hoy tus referentes? He visto por ahí que te dicen la Mitski chilena, la hija entre Björk y Mitski
Amo a Mitski, fue un gran descubrimiento, así como Phoebe Bridgers. Siento que este disco en particular está más influenciado por ella a nivel concreto que Mitski, pero digamos que el disco que viene se parece más -risas-. No, es que llegué a México con 35 canciones y elegimos 10 para este disco, justamente las más introvertidas, las más íntimas, más desnudas, más baladas, que están en un rollo de Phoebe Bridgers, Bon Iver… Violeta Parra tiene igual cosas dentro de ese sonido Rock-Folk, Folk-Indie.
A mi me enorgullece nomas po, obviamente es divertido la gente que lo compara, yo encuentro que Mitski tiene una manera de hacer música que está mucho más atada al jazz a nivel de cómo construye sus melodías, es mucho más compleja, es increíble lo que hace ella. Y para qué decir Björk, está como atada al sonido más clásico, desde su influencia su forma de componer monumental. No se, yo quiero que la gente ojalá me recuerde por mi, eso me encantaría… cuando me muera.
Julio va a ser el mes en que te despliegas con esta nueva propuesta en Santiago, Conce, Valpo ¿Cómo te sientes sobre el público recepcionando este trabajo?
Mira en verdad yo a nivel de redes sociales y a nivel de números de Spotify, justamente la iniciativa de regalar este disco, por mucho que la gente pueda regalar discos y no es primera vez que se hace, siento que es un poco ir en contra de esta cosa tan numérica que tiene la industria actual como “si tienes buenos números, vales” y es la pregunta que se hacen los artistas incluso para colaborar contigo, sellos que quieren trabajar contigo, “cuántos números tiene la persona”.
Creo que es miserable, creo que quita todo tipo de creatividad y artística al imaginario y posibilidades de conexión, de creación. Lo que le pido a la gente es que vaya a los conciertos, yo les regalo el disco en la mejor calidad y de forma no aleatoria y la idea es que vayan y justamente lo que hablábamos de la industria recién, que se mueva esto, y que vayan a una experiencia única. Estos conciertos, como decías, son en tres teatros, se inicia todo acá en Valpo el 6 de julio, el 12 en Santiago, y el 13 de agosto en Conce.
Son conciertos que solamente van a ocurrir de esa forma en estos lugares, están pensados para un teatro. También traemos una banda más grande de lo común, en donde ponte tú hay un cello presente, entonces está pensado un poco como una obra de teatro y hay un acento en los textos y un cuidado en la escenografía que también va a ser único de esta experiencia. Y vamos a tocar el disco en orden… porque soy obsesiva -risas-.
Puedes descargar “La Primera Luz” aquí
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