Francisca Valenzuela en Teatro Oriente: de vuelta a la intimidad

A un poco más de 15 años de su debut, Francisca Valenzuela parece seguir manteniendo la esencia que la transformó en la artista que es hoy. A pesar de siempre haber sabido quién es y conocer una cantidad decente de sus canciones, nunca la había visto en vivo, hasta ahora en la gira “Adentro”, el mismo nombre de su último disco lanzado este año. El ambiente acogedor y de cierta forma “casual” de su presentación me hizo haber querido estar ahí antes, haberla visto crecer y transformarse en la increíble mujer que estaba arriba del escenario, como tantos fanáticos lo han hecho por más de una década.

La decisión de tocar en lugares como Teatro Oriente, “más íntimos y culturales” como ella misma los describió, me llamó un poco la atención; aprecio la intención de que sea un espacio más chico para sentirnos más cerca, pero ir a conciertos donde todos están sentados siempre me va a parecer un poco raro. No estoy segura si en otros sectores del lugar la gente estuvo parada o no, pero en el área donde yo estaba sentada era un poco como estar en un cine. Aún así, Francisca se mostró súper emocionada, agradeciendo a quienes se vistieron de color cromado, siguiendo la estética del disco “Adentro” (y graciosamente el mismo tema que Beyoncé pide en su tour RENAISSANCE).

La artista habló en cada instancia que tuvo, saludando e interactuando con varios asistentes, respondiendo a los chistes que llegaban del público, y simplemente transmitiendo alegría. Contó varios detalles sobre el detrás de escena; el hecho de que ella quería un escenario plateado, “yo tenía un sueño y lo logré” dijo riendo, presentó a su banda con cariño y atención, y no a la rápida como muchas veces he visto ocurrir, y habló sobre momentos que han marcado su carrera. El concierto entero se sintió como ver a una amiga presentarse en vivo, incluso para alguien como yo que no sabía tanto de ella.

En la primera mitad del show, Fran contó cómo fue el proceso de elegir el setlist para este concierto de casi dos horas. Habló de las “etapas” o facetas que aparecen en sus canciones: despecho, rabia, deseo, aceptación, y fuerza o fortaleza. Al mismo tiempo, admitió que en el camino se dio cuenta que muchas de sus canciones eran de despecho y deseo, que si bien había romance en su vida, casi siempre se encontraba escribiendo durante esos dos momentos.

La mayoría de las canciones fueron, como de esperarse, de “Adentro”, pero el público cantó fuertemente canciones de todas sus eras, incluyendo “Muérdete La Lengua”, “Quiero verte más”, y “Flotando”, para el cual había un proyecto organizado por los fans, en el que la gente puso papelitos azules en las linternas de sus celulares para armar una especie de mar de luces. Francisca se movió desde el piano a la guitarra, a los sintetizadores, y de vuelta al piano, y de vuelta a la guitarra, cambiando con casi cada canción, dejando en evidencia sus habilidades musicales innatas.

Al momento de cantar “Peces”, Fran habló de cómo la canción cambió su vida para siempre. Fue la primera que sonó en la radio, y personalmente me acuerdo perfecto de la primera vez que la escuché. Estaba en la enseñanza básica (en un campamento Scout para ser exacta, porque en ese tiempo aún tenía energía para esas cosas), y si bien nunca en mi vida siquiera me había dado la mano con un niño, me aprendí la letra en dos segundos porque era una canción pop casi perfecta en mis ojos.

La presentación de “Dulce” también despertó un poco de nostalgia en mí, sobre todo porque hoy, estando a punto de salir de la universidad para insertarme en el mundo laboral, la canción me hace aún más sentido. “Deberías sonreír más”, “hablas muy golpeado” y hasta “¿no has pensado en tomar Clonazepam para no ser tan explosiva?” son lamentablemente frases que escucho de vez en cuando, porque –tal como dijo Francisca– la idea de que una mujer siempre tiene que ser tranquila, templada, y dulce sigue latente en la mente de algunos. Fue una realización un poco triste cuando lo pienso ahora, y Francisca contó experiencias similares antes de cantarla, pero al mismo tiempo escuchar la canción ahora tiene otro efecto en mí, y me hace sentir validada y entendida.

Más allá del talento innegable de la Fran, creo que este tour le permite a quienes quizás sean oyentes más casuales (como yo) ver el lado más humano de uno de los nombres más grandes del pop nacional. Al mismo tiempo, las nuevas canciones se sienten tan completas, a ratos me daba cuenta que las comparaba con cómo suenan algunas de Taylor Swift (la representación humana del pop hoy) y me hacía feliz pensar que en realidad era un artista chilena, que es capaz de escribir canciones igual de maravillosas y que suenan igual de increíbles.

Como una persona extremadamente expuesta a la música anglo desde chiquitita, me hace feliz aún encontrar esa parte de mí que ama la música creada en mi país. Este fin de semana fue perfecto para eso, con conciertos de Francisca y de Alex Anwandter, para recordar y tener muy presente a la escena pop chilena que solo es cada día mejor.

Francisca Valenzuela en Teatro Oriente

  1. ¿Dónde se llora cuando se llora?
  2. Adentro
  3. Nada para ti
  4. Ardiendo
  5. Tómame
  6. Quiero verte más
  7. Continente
  8. Jugando Con Fuego
  9. Muleta
  10. Peces
  11. Juan
  12. Dulce
  13. Extraño
  14. Déjalo ir
  15. Lo nuestro nadie puede borrarlo
  16. Ya no se trata de ti
  17. Flotando
  18. La fortaleza
  19. Muérdete la lengua
  20. Afortunad
  21. Prenderemos fuego al cielo
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