El estreno de Netflix retrata a la divertida hermana pequeña de Sherlock Holmes, pero falla en el objetivo de desarrollar un misterio a resolver con sentido, mientras que a lo largo del filme muchos elementos son forzados.
Los hermanos Holmes son personas serias, que más que nada destacan por su inteligencia. Enola (Millie Bobby Brown), la hermana desconocida, apenas está entrando en la adolescencia y tiene el mismo intelecto que Sherlock (Henry Cavill) y Mycroft (Sam Claffin), pero con un sentido del humor bastante evidente. Sin embargo, su vida está sumida en la rutina. En el encierro de una enorme casa entrena artes marciales con su mamá, Eudoria, juegan tenis e inventan todo tipo de locuras. Todo hasta que su madre (Helena Bonham Carter) desaparece.
Dirigida por Harry Bradbeer (Fleabag, Killing Eve), Enola Holmes es una producción que nace de la saga de libros “Las aventuras de Enola Holmes”, escrita por Nancy Springer. La protagonista, que nunca existió en los libros de Arthur Conan Doyle, da nuevos aires en un universo más bien masculino, dominado por la formalidad.
Con Sherlock y Mycroft viviendo en Londres, Enola se queda completamente sola. Es por esta razón que sus hermanos, quienes la dejaron de ver desde que era muy pequeña, deciden volver a su casa para cuidar de ella. Por un lado, Sherlock logra dar con las primeras pistas de la desaparición de Eudoria, mientras que Mycroft se esfuerza por conseguir que su hermana sea educada conforme a las normas de la época.
La película tiene una clara perspectiva feminista. Enola, criada por los principios de su madre, es una joven que aspira por su independencia. En medio del aislamiento, las tradiciones del mundo exterior no existen, lo que será un desafío una vez que salga a este. Su propio nombre al revés significa Alone (“Sola”), lo que ya da un atisbo de aquello que define a la protagonista. En el objetivo de encontrar a su mamá, forja su propio camino y no dejará que nadie se interponga, pese a que en un punto esto le resulta inevitable.
El gran problema es que, cuando vamos al misterio que envuelve la desaparición de la madre, este solo es un pretexto para que Enola salga al exterior y se enfrente a nuevos desafíos. Sin el apoyo de sus hermanos, la protagonista emprende un camino en el que conoce a Tewksbury (Louis Patridge), un adolescente que huye de su adinerada familia. La historia del joven se convierte en otro misterio por resolver para Enola, el cual (predeciblemente) tendrá relación con la desaparición de Eudoria.
Lord Tewksbury se convierte en el inesperado compañero de viaje de Enola. En poco tiempo, desarrollan una fuerte complicidad que involucra también una atracción romántica. Sin embargo, lo que busca retratar el filme no es una historia de amor,. Esta relación queda solo en la incertidumbre y pasa a un segundo plano.
Pese a que el filme logra su objetivo de entretener al espectador, su punto débil gira en torno a actitudes y escenas forzadas. Estas obedecen más a las intenciones de su director que a las actuaciones como tales. En primer lugar, pese a que la actuación de Millie Bobby Brown (Stranger Things) es excelente, su sentido del humor no posee tanta credibilidad. La idea de que la protagonista le hable a la cámara en esta ocasión no resulta, cosa que sí le funcionó al mismo director en el caso de Fleabag. Además, la caracterización de Sherlock y Mycroft les quita toda seriedad, convirtiéndose casi en una sátira, especialmente en el caso del segundo.
Por otra parte, esta es una historia llena de clichés asociados al feminismo. La idea de independencia se repite a lo largo de toda la película, lo que puede volverse tedioso en cierto punto. Aún así, es una película perfecta para adolescentes y para quienes gocen de una historia con toques de misterio y comedia.
Ya es casi seguro que la película tendrá una segunda entrega en donde seguiremos la vida de esta intuitiva adolescente. Enola demostró ser incluso una detective más interesante que su hermano Sherlock. Su ambición por explorar el mundo exterior es algo que de seguro veremos en una secuela. La creación de este personaje y la perspectiva que entrega a su universo es claramente un ejemplo de los nuevos ideales que se ven reflejados en la industria del cine.