Pixies – Head Carrier (2016): El regreso de los héroes alternativos

Ya ha sido liberado el esperado regreso de Pixies, la banda ícono del movimiento indie de los ochenta. La banda estadounidense no se hacía presente con un LP desde Indie Cindy (2014), un trabajo no muy destacable en comparación a sus discos clásicos. Y es que contraponer lo más reciente con lo mejor que nos ha entregado una banda es un poco odioso pero necesario para tener perspectivas de su evolución. Este es el ejercicio al que nos lleva Head Carrier (2016), inevitablemente nos da pie para entender el disco en función a lo que Pixies hizo en su época de oro.

Head Carrier (2016) comienza con la pista homónima, una canción pesada y sucia pero lenta, alejada del desenfreno punk de algunos temas de la banda; como es el caso de Baal’s Back, un track lleno de gritos y descontrol que recuerdan a la emblemática Tame, también Um Chagga Lagga tiene ese aire más ruidoso, parecido a Crackity Jones. Como dije antes, las comparaciones son odiosas pero necesarias, pues sirven para entender este trabajo de unos Pixies que buscan citarse a sí mismos constantemente, sin un resultado legendario pero si de manera efectiva.

En Tenement Song encontramos la veta pop que los Pixies siempre han explorado y que no les molesta mostrar. A pesar de ser héroes alternativos, juegan con una sonoridad más radial y agradable a cualquier oído, sin dejar de lado su esencia. Algo parecido encontramos en Oonna, con un riff interesante y una melodía atrayente.

Lo que quiero rescatar de Head Carrier es la completa inclusión de la bajista Paz Lenchantin y su participación en el disco. En primer lugar, hace un tiempo la banda comunicó que la músico sería parte oficial de la banda y esto, se vio reforzado; en segundo lugar, con lo importante que resulta Paz en el sonido del disco. Sus aportes en ese bajo omnipresente en Talent, los coros de la argentina en Classic Masher y la exquisita complementación de voces de Lenchantin y Francis en Bel Espirit le dan frescura a la placa.

Justamente, Paz tiene un papel importante en All I Think About Now, de lo mejor del disco y lejos la más emotiva. Con ciertos guiños a la épica Where Is My Mind?, esta canción dedicada cariñosamente a Kim Deal, dándole las gracias por su aporte a la banda. Simplemente un tema que da justo en el corazón de los fans de Pixies.

Para ir cerrando es necesario sincerar que no es el mejor trabajo de Pixies. No está cerca de sus discos clásicos, a los cuales la banda cita constantemente a lo largo de Head Carrier y presenta algunos momentos bajos en canciones no muy destacables. No obstante, está lejos de ser un producto olvidable, puesto que entrega buenas dosis de rock, conserva el espíritu de la banda y le aporta algo de frescura a su carrera. En resumen es un trabajo en su mayoría parejo en nivel, un disco que se hace entretenido de escuchar y que deja una sensación agradable.

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