Alex Anwandter – “Amiga” (2016): manifiesto en clave pop

Con el paso del tiempo, Alex Anwandter ha ido transformándose en uno de los íconos del pop nacional. Y si con “Rebeldes” (2011) había saltado al fin al mundo solista con gran éxito (su disco anterior, “Odisea”, fue lanzado bajo un seudónimo), su sucesor tenía que venir a ratificar su consolidación. Casi cinco años tuvieron que pasar, y aunque Anwandter estuvo ocupado con otros proyectos (como el disco lanzado junto a Gepe bajo el nombre “Alex & Daniel”), sus seguidores esperaban ansiosos su siguiente trabajo.

Pues bien, “Amiga” viene a ser la continuación lógica de lo que había propuesto “Rebeldes”, pero con un trabajo mucho mayor tanto melódica como líricamente. El disco parte con “Siempre es viernes en mi corazón”, y aunque en la superficie parece una tonada pop bailable, se aprecian de inmediato letras con un fuerte carácter social. Esta característica se repite durante la mayor parte del disco y, a medida que transcurre, comienza a permear también a la música; los beats alegres dan paso a canciones mid-tempo que ponen la letra y la voz de Anwandter en primer plano.

Lo más destacable que consigue el exvocalista de Teleradio Donoso es haber desarrollado con el tiempo un estilo vocal característico, que en este disco explota con mayor notoriedad que en sus trabajos anteriores. Alex ya parece haber encontrado una manera de componer canciones que permiten que su voz siempre sea protagonista, dejándolo a él en el centro de su propio trabajo. Y no es fácil, aunque él lo haga parecer así.

Más manifiesto que disco

Por otro lado, sus letras tienen esta vez un carácter social mucho más marcado y explícito, donde la discriminación, la homofobia y el machismo se convierten en los ejes principales de “Amiga”. Sin embargo, a ratos las letras son tan directas que carecen de emotividad, y aunque se agradece siempre que un artista busque dar un trasfondo mayor a sus canciones (sobre todo en un estilo siempre catalogado de ligero como es el pop), se sienten toscas y hasta forzadas.

Otro problema del disco es la distribución de las canciones; las primeras cinco tienen ritmos bailables, y es probablemente la parte menos interesante porque Anwandter cae en una fórmula muy similar a la de su trabajo anterior. Los seis tracks siguientes mezclan ritmos lentos con canciones que siguen más la fórmula de su anterior banda, Teleradio Donoso, y muestran elementos más interesantes. Destacan “Manifiesto” (probablemente, el mejor trabajo vocal del disco) y “Caminando a la Fábrica” (dúo con Julieta Venegas).

Aunque el transitar del disco es algo irregular, está definitivamente a la altura de lo que los fans de Alex Anwandter esperaban. Algunos gustarán más de “Amiga”, otros (como yo) de “Rebeldes”, pero este trabajo busca ser más bien una continuación que una evolución. ¿Consigue la consolidación? Aunque con algunos problemas, todo parece indicar que sí.

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