Cumbre Las Voces de los ’80: Salón de emociones encontradas

jorge gonzalez cumbre

No era para menos. Desde que me enteré de la Cumbre “Las Voces de los ’80″, no aguanté en volver a incluir en mi iPod, esa decena de discos que se convirtieron en el soundtrack de tantos carretes y paseos escolares en los ’80. Para mí fue algo parecido: descubrir a esas bandas veinte años después, en circunstancias parecidas como compartir discos ripeados (la versión hi tech del cassette copiado con fotocopia de caratula incluida) fue uno de los momentos más memorables de mi adolescencia. Ahora era el momento de volver la mano, y apoyar a los interpretes de temas como “Despertar sin tí” (Aterrizaje Forzoso) o “Ausencia” (Nadie).

Sin embargo, mi impresión cambió desde el primer minuto que comenzó el festival, con un Movistar Arena que comenzaba a colmarse de personas de las cuales, muchas de ellas parecían darse un verdadero gusto para ir a un concierto como el de hace algunos años. Todo con sillas, lo que dio un ambiente apacible que diferenció totalmente a este evento, con las anteriores ‘cumbres del rock chileno’. Aquí no habían personas agolpadas, cabezas sudorosas, chicas ligeras de ropa pidiendo agua al escenario y olores a tabacos varios. Sólo papas fritas, Coca-Cola y las ansias de corear cada hit de las bandas presentes.

‘Yogui’ Alvarado de Emociones Clandestinas: forever young

“Las Voces de los ’80″ se destacó por la cantidad de elementos nostálgicos que lo rodearon como publicidades antiguas en las pantallas y animadores de programas de televisión que provocaron aplausos, risas y alaridos del público. La máquina empezó a funcionar a fuego lento, con grupos como la banda Metro, Bandhada, Aterrizaje Forzoso y Pancho Puelma quienes demostraron los años de ruta de sobra que tienen, con una capacidad de sonar impecables, en contraparte de un repertorio que levantó sólo a ratos, como en el caso de los Aterrizaje, quienes tuvieron que bajar un par de tonos a sus canciones y que restó potencia a un set que se pudo aprovechar más.

Entre medio, Emociones Clandestinas, Sindrome y Valija Diplomática se mostraron tremendos, con una energía y sonido envidiable, reflejo de una carrera que no ha tenido tantas intermitencias como en el caso de los artistas anteriormente nombrados. Mientras Yogui Alvarado se mostró como uno de los músicos en mejor estado (un eterno lolo, sin duda), Claudio Millán de Viena revitalizó su imagen dark con un set que incluyó temas como “Planeta tierra” y “Enciende tu corazón” que fueron muy bien recibidas por el público.

 Con trampas en la pista, Nadie volvió a los escenarios y esperemos puedan darse el gusto otra vez. Cuando ya el Movistar Arena se mostraba con más de 8 mil personas, llegó una segunda etapa del evento: artistas reformadas… de verdad!. El caso de Nadie fue lamentable. Dueños de uno de los discos más destacados de los ’80 (“Ausencia” de 1987), tuvieron que hacer frente a problemas de sonido que no les competían. Soli y Cachi Arbulú lograron hacer frente al tercer tema, que a falta de coordinación, se mostraron a gusto en el escenario disfrutando del momento, más allá de las incomodidades. Esperemos que tengan su justa venganza en otro escenario para que canciones como “Ausencia”, “Bailando” y “La Moda Mata” (que faltó en el set!) puedan sonar mejor.

Curiosamente, los por mucho tiempo odiados Cinema, volvieron en la forma en que se los recordaba en los ’80 (según mis antecedentes bibliográficos): una de las bandas con mejor show en vivo, sonando impecables y con un guitarrista de lujo como Rodrigo Bari. Álvaro Scaramelli volvió a ser el tipo hiperventilado de antes, recorriendo el escenario con una vistosa chaqueta multicolor a rayas a-lo-PepitoTV, logrando un buen set con canciones como “Locos Rayados”, “La música en inglés”, “Tom y Jerry” (que hasta los guardias corearon) y un par de temas de su carrera solista de los ’80 que sumó, como “Dejenme” y “No estoy en París”.

Por último, Aparato Raro cerró el ciclo de las bandas reunidas especialmente para la ocasión. Y vaya que dejaron en alto su nombre. Presentados por Sinergia, como una de las bandas más contestatarias de la época, estos muchachos destacaron con un formato lleno de máquinas, cables por montones y una performance parecida a la de los ingleses Devo, con renovadas versiones de “Juanito P”, “Dulce Decepción” y “Emociones sin restricciones”, canciones que quizás no eran tan recordadas por el público como “Conexiones televisivas” y “Calibraciones” pero que, con la potencia del directo, no fallaron.

 El último tramo de “Las Voces de los ’80″ quedó para los artistas que jamás han dejado de estar pendientes de la música. Upa! demostró estar en plena forma, con un sonido y una energía sobre el escenario que replica con lo que se puede ver en YouTube de sus shows en los ’80. “Ella Llora”, “Creo que voy a morir” y “Sueldos” estuvieron impecables. A la vez, se dieron el gusto de presentar “Respiro por dos”, la emotiva canción nueva que es la primera piedra de un nuevo disco, que sucederá a “Punto Infinito”, su último disco de 1999.

Luego, un efectivo VJ Set chilensis, a cargo de Chico Pérez, con éxitos de Gepe, Tiro de Gracia y Glup! entre otros, fue la bienvenida perfecta para la presentación de Jorge González, alguien quien se sabe, no ha dejado de estar presente en la música. Su show sin embargo, no hizo justicia con su carrera. Por el rigor del tiempo, tuvo que acordar su presentación a sólo 42 minutos, pero que fueron suficientes para hacer corear al público con canciones como “Nunca quedas mal con nadie”, “Quieren dinero” y, por supuesto, “El baile de los que sobran”, además de dar una breve pincelada de su carrera solista con “Fe” y “Amate”, de su último disco Libro (que se podía comprar en la entrada del concierto en formato vinilo).

Finalmente, cuando el reloj marcaba las 22hrs (sin duda, el concierto del que me he ido más temprano en mi vida), Miguel Barriga y sus muchachos de Sexual Democracia no dejaron en paz a los asistentes con un show de cierre al nivel de las circunstancias. “Me querrás igual?”, “Ella gana más plata que yo”, “Profanador de cunas” y “Macondo” fueron suficientes para prender a un público que recordaba cada letra de esas canciones impregnadas en carreteados cassettes de fines de los ’80 y principios de los ’90. Barriga, por su parte, mostró sus credenciales de ser un buen hombre-performance, con la simpatía y energía que hicieron de su banda, una de las más recordadas por el público chileno. Aprovechó el paso además para presentar el compilado “25 años” recién lanzado por FeriaMusic con la canción “Pepe Japi Hour”.

Con “Buscando Chilenos” de Sexual Democracia y un video con los tétricos créditos de cierre del Canal 13 de los ’80 (con la voz de Javier Miranda), la cumbre se dio por finalizada, justo cuando el Metro empezaba a cerrarse Y más allá de la nostalgia que dio alegrías a todos los presentes, este evento hizo al fin justicia para un catálogo valorado en su medida precisa, pero que merece ser considerado más allá que una simple fotografía de una época.

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