Se lo ve como un tipo tranquilo. Con la paz que trae esa especie de control de saber cómo hacer las cosas cuando ya se llevan varios años en el mismo cuento. Así se le ve a Álvaro López, quien fue el centro de atención cuando era vocalista de Los Bunkers, y que continúa en la misma posición como frontman de su propio proyecto, LÓPEZ, donde comparte con su hermano Gonzalo junto a otros dos músicos, Eduardo Quiroz (batería) y Jorge Chehade (guitarra y coros).
“Ha sido un constante aprendizaje este camino con López, y los tiempos han estado raros también para nosotros. Pero sacrificados… se puede decir que sacrificados, pero como cualquier banda cuando está empezando” explica Álvaro al ver a la distancia el recorrido de la banda a tres años de su debut.
– De todo este tiempo, ¿qué ha sido lo mejor y lo más complicado para ti junto a LÓPEZ?
Lo más bacán… para mí como soy un compositor “nuevo”, descubrir casi en cada paso cosas nuevas dentro de la composición, como que en cada canción nueva han aparecido cositas que no sabía que podían aparecer del sombrero de mago. Y lo más penca… no sé si lo más penca, pero la parte que más me cansa tiene que ver con la parte administrativa, lograr calzar los tiempos. Cuando estuve en The Voice era calzar los tiempos del programa con el grupo.
– Eso como que detuvo un poco el ritmo de la banda…
Y no sólo The Voice, sino también volver a otro nivel de ritmo también. Con Los Bunkers era todos los días, todo el día… y ahora los tiempos como que los hemos tenido que surfear un poco.
– ¿Qué cosas te han ayudado a crecer como compositor?
El solo hecho de no haber nunca editado un disco completo con canciones mías ya es un crecimiento. Como he hecho pocas canciones en mi vida, cada canción que hago o cada idea que grabo en la casa es una sorpresa y salen cosas nuevas. Entonces todo para mí ha sido una sorpresa. En Los Bunkers nunca fue el rollo (a lo) George Harrison de los Beatles que me taponeaban las canciones, o que no tenía oportunidades. Nunca fue así, sino que la fuerza compositiva principal eran los chiquillos (Mauricio y Francisco Durán, que hoy forman Lanza Internacional), tenían más desarrollo, eran más conscientes de su trabajo, de quemarse las pestañas un buen par de semanas y todos los días hasta la hora del pico escribiendo. Entonces ellos se dieron ese trabajo y se pusieron el poncho de la responsabilidad de ser la primera fuerza compositiva del grupo. Entonces, ahora como que me tomé la pega, no es que ahora “uh, por fin tengo la oportunidad!”, nunca fue así.
– En tu versión de “Run run se fue pal’ norte” (del disco Las Últimas Composiciones, por Ángel y Javiera Parra) se nota un cierto cambio en tu forma de cantar…
Se ha ido dando, sin querer queriendo, y como que he aprovechado. No sabía mucho qué buscar o qué nuevo aportar vocalmente, pero se fue dando en forma natural. Y es que también antes las canciones yo las grababa como con un ladrillazo de volumen y de expresión un poco más encima todo el rato. Ahora les doy más aire, me di cuenta que le podía dar más expresión dentro de la canción, y no estar todo el rato con un máximo de entrega, tanto en López como en esta canción de Violeta Parra.
– ¿Con el primer EP de LÓPEZ quedaste satisfecho?
Sí claro… siempre las canciones cuando las grabas son una fotografía de ese momento, y en ese momento, estaba conformada con esas personas. Los arreglos se los llevó más que nada Martín Benavides, que era el tecladista y ahora no está, entonces el disco por supuesto tiene una personalidad mucho más marcada con respecto a los teclados, a los sintetizadores. Si claro, me coloca contento (risas).
– Y ahora, ¿cómo va el material para el segundo EP?
Estamos dando vueltas con canciones nuevas, ya las queremos grabar dentro de los meses que vienen. Están listas para grabar. Hemos mostrado un par en vivo, las tocamos en la Cumbre del Rock Chileno, y vamos a ir sumándole canciones al show a medida que pase el tiempo, en la medida que las canciones estén listas.
– ¿Hay alguna inspiración especial en estos temas?
No, no… Siempre nos hemos dado cuenta que el nivel lírico de las composiciones parten de lo personal, entonces… hay una canción que habla sobre el terremoto del 2010, no es que hable sobre el hecho, pero es como “impresiones y sensaciones del terremoto de Chile de 2010″… y incluso hay unas que son como cuentos, o que están en primera persona, pero aún así parten de experiencias propias.
– ¿Sentiste que en algún momento la estabilidad de la banda estaba en crisis?
No, nunca ha estado en crisis. Un par de anuncios en la prensa que nos dejaron plop, y que no tenían nada que ver con la realidad… pero ningún problema, siempre ha estado bien, incluso cuando cambiamos -cuando se fue el Martín y el Diego Fuchslocher, y fueron entrando ahora Jorge Chehade y Eduardo Quiroz- incluso en ese momento nunca sentimos que la banda estaba flaqueando, sino que estaba desarrollando, mutando y arreglando con respecto a las circunstancias.
– El formato de ustedes igual ha cambiado. Hubo una gira que hicieron a dúo en el sur meses atrás ¿cómo fue esa experiencia?
Fue rara, porque aprendimos que un formato de dúo o de pura guitarra acústica tienes que ser más ducho en la guitarra para haya más relieve en las canciones… pero fue entretenido, también dentro de este rollo de aprendizaje, de aprender cómo interpretar las canciones, cómo dar la vuelta emocional y que en el fondo, las canciones se puedan defender en cualquier formato.
– ¿Algo en especial que les dijo el público en esa gira?
Me dijeron… 100 lucas la hora (risas). Lo más bacán que me han dicho es cuando constato que las canciones están teniendo una llegada directa en las personas. Como “oye tal canción me gusta mucho” o “pucha que están buenas las canciones”, porque es espaldarazo que necesito para seguir componiendo, y es una sorpresa porque no te esperas eso, es algo nuevo para mí.
– ¿Eso te pasó con los temas de Los Bunkers, que igual era como un triunfo robado?
Sí siempre, pero eh… no, no, pero no eran canciones compuestas por mí. En Los Bunkers siempre sentimos que las canciones eran de todos, pero no me había tocado la pega de compositor, entonces, es entretenido eso.
– ¿Bajo qué criterios eligen el repertorio en LÓPEZ?
Depende del show. La gracia es ir sorprendiendo, pero siempre se va a ir cayendo en repeticiones, porque cachai que cierta canción es la mejor pa abrir, en todas las circunstancias…
– Debe ser difícil igual, por el hecho de incluir canciones viejas de Los Bunkers en el repertorio...
Claro, lo bueno de empezar a hacer canciones nuevas es que vas dejando las muletas de lado. Antes tocábamos un par de canciones de Los Bunkers casi acústicas. Pero eso ya no, o no es la idea, porque tampoco es la idea como “hey, se acuerdan de la banda donde estaba”, o hacer un show del recuerdo. Lo que sí estamos haciendo es tocar canciones de Los Bunkers que eran mías, y por ende, no son las que sonaban en la radio, entonces pasan piola en el show y mucha gente ni cacha que eran de Los Bunkers. Estamos tocando “Dulce Final”, “No” y estamos preparando “El tiempo que se va”.
– ¿Qué tal fue el reencuentro con los muchachos en La Cumbre del Rock Chileno?
Aunque siempre están como en contacto… Sí, aunque nos hemos visto poco. Entonces estuvo bonito ahí. Hubo un problema ahí con el anuncio no más, pero publicidad engañosa…
– Eso debió ser un cacho igual…
Sí po, más que nada que nos huevean, que hayan productores poco elegantes para promocionarnos hay en todos lados. O sea, vas a tocar la discotheque no sé cuánto y ponen atrás así “el ex de Los Bunkers” con letras así medias metaleras, entonces claro, estamos acostumbrados a que los tipos no tengan mucho escrúpulo al intentar meter gente al circo. Pero la realidad es que nos hueveaban y que la gente cree que quizás pasaba otra cosa. Después de los shows, tanto de López como de Lanza Internacional, en las redes estaban como “son terrible mala onda, cómo no tocaron un tema”, qué les pasa… pero estuvo bonito ver a los chiquillos, compartir con ellos, para mí son hermanos, son familia.
– En las redes había como esperanza de una reunión tipo Live Aid.
Como que lo trataron de impulsar. Hubo una empujada, una presión interna de parte de producción para lograr juntar a Los Bunkers arriba a tocar. Como que estaban hablando con cada uno de nosotros por separado, y cuando cachamos fue como… esta hueá na que ver. Nos dimos cuenta el mismo día fue como “eh, se están pasando pa la punta”. Y no, se necesita mucha más plata para lograrlo, o necesitamos nosotros mucha más plata para decir que sí (risas).
– Ni ahí con la reunión por ahora entonces.
Claro, o sea, ellos están lanzando su proyecto de Lanza Internacional, y nosotros estamos en un primer EP, na que hacer, ni pensar en los Bunkers por mientras. A menos que nos ofrezcan un billetón y nos haga pensarlo (risas), pero ahora no tenemos la cabeza en eso pero para nada, sería una falta de respeto para los proyectos nuevos que estamos haciendo.
– Salió un compilado también (“Antología”, editado por Plaza Independencia)
Sí, uff… me gusta por el lado en que todavía hayan tipos de sellos que vean un valor en sacar una producción de nosotros, aunque sea compilado, me gusta el hecho de constatar que haya gente todavía escuchando a Los Bunkers y con ganas de comprar discos, como para que un hueon se le ocurra sacar uno. Lo que no me gusta es la interna, el aprovecharse de firma y de derechos que se generan, y que nos deben hace muchos años al momento de hacer esos compilados. No quiero entrar en nombre y en detalles, pero es un dolor de cabeza que nos vienen cagando con plata de hace mucho tiempo.
– ¿Y posibilidad de disco póstumo?
No, no, pa’ qué. Las canciones en los discos ya las hicimos. Tendría que ser otra persona que me proponga hacer un ‘Tontology’ (risas).
– Ahora, con los planes que estás con LÓPEZ, ¿volverías a la televisión?
Sí, claro que sí. No es sí de una, no volvería a hacer TV Tiempo o cualquier hueá, pero sí fue un formato entretenido en el cual meter la cuchara musical. Suena típico, pero en Chile hay tanto por hacer, de hecho, por eso como que también nos vinimos de México. Hay tanto campo fértil para innovar, se pueden hacer muchas cosas, y hay una sed y ganas de la gente por consumir música chilena. Hay festivales, discos se venden, y esto no se ve reflejado en la televisión. Entonces, no se ha encontrado el formato, y me gustaría hacer algo en televisión que fuera espejo de lo que ocurre musicalmente en Chile, y para eso, tendría que ser una idea chilena y no copiada, porque The Voice fue otro rollo, fue algo súper bonito y entretenido, pero no necesariamente un fiel reflejo de la música chilena.