Devorar película tras película, las mismas cintas que arrendaba a los clientes que llegaban al Video Archives de Manhattan Beach, fueron su escuela de cine. De esa forma, Quentin Tarantino se convirtió en un verdadero cinéfilo y su pluma comenzó a soltarse en los que serían sus primeros, pero fracasados guiones: sentarse tras la silla del director era un camino trazado que tarde o temprano aprendería a recorrer.
Ganador de dos premios Oscar en la categoría de Mejor Guión, supo convertir los baños de sangre, las constantes maldiciones, los interminables diálogos llenos de la cultura pop consumida en aquellas horas eternas de videoclub y los colaboradores de siempre, en el sello de las películas de Tarantino, y así como, a lo Hitchcock, sus cameos en cada una de sus películas dirigidas hasta la fecha, como los podremos ver aquí.
1. Mr. Brown en Reservoir Dogs (1992)
El hombre que sembró el mito sobre el verdadero significado de “Like a Virgin” de Madonna, en su primer largomentraje, Tarantino es “Mr. Brown” o “Señor Café”, quien no tiene el mejor de los destinos. Comienza la carrera de repentinas y peculiares muertes en pantalla para Quentin.
2. Jimmy Dimmick en Pulp Fiction (1994)
¿Qué habrían hecho Vincent y Jules sin la ayuda de Jimmy? ¿Quién habría llamado a “El Lobo” para limpiar el sangriento desastre que dejó el disparo en la cabeza de Marvin? Sólo Jimmy Dimmick en pijama y su café.
3. Cazarecompensas en Django Unchained (2013)
A pesar de lo larga que se puede hacer el “western” de Tarantino, en los minutos que para muchos críticos estuvieron demás, el director hace una -literalmente- explosiva aparición.
4. Warren en Death Proof (2007)
Quizás una de sus películas más ignoradas, en contraste con sus grandes éxitos de taquilla, en Death Proof hace una de sus ya tradicionales apariciones como el dueño del bar donde las protagonistas se reúnen y se encuentran con la misteriosa figura de Stuntman Mike.
5. Nazi en Inglourious Basterds (2009)
La misión del personaje de Brad Pitt era una sola: matar nazis. Para eso, le encarga a su infame escuadrón, los Bastardos Sin Gloria, reunir los cueros cabelludos de cien nazis cada uno. Quién diría que una de aquellas cabezas mutiladas sería la del mismísimo Tarantino.
Bonus Track: Kill Bill Vol. 1 (2003)
Quentin Tarantino fue capaz de crear (y confirmar) la existencia de su propio universo, uno donde cada película y personaje están relacionados entre si, por vínculos sanguíneos o, en este caso, con la existencia de una misma marca de cigarrillos, los Red Apple. ¿La cara del pícaro gusano saliendo de la manzana? Ya saben quién es.