Por Gerardo Aliaga y Constanza Rodríguez
Segunda jornada de Lollapalooza Chile 2024 y el ambiente en la ciudad hacía presagiar un ambiente distinto al viernes. Desde temprano, poleras de Blink-182 inundaban rincones de la ciudad camino a los distintos paraderos y estaciones de Metro. Un año fue suficiente tiempo para ser pacientes y presenciar, al fin, el debut en chile del trío californiano.
Una espera que la producción conocía y, seguramente, con su qué, anticiparon el momento como correspondía. El sábado el Cenco Mall stage se contagió del revival de las guitarras y el punk pop. Un día perfecto para consolidar a la nostalgia como un acto necesario y un patrón que se ha repetido en otros festivales alrededor del mundo.
Sin embargo, el comienzo fue movido. Desde los propios atochamientos desde temprano, los fans de Tom, Mark y Travis corriendo por el buen lugar, y el incipiente calor que amenazaba al comienzo, se sumó una noticia que llenó de incertidumbre. Corría el rumor de que uno de los shows agendados para ese día en los escenarios principales no se realizaría, y se tendría que mover todo el Perry’s stage. Y así fue. Chencho Corleone no alcanzó a presentarse este sábado, guardándose para el último día.
Pero volvamos a las guitarras. La jornada de sábado de Lollapalooza Chile 2024 partió bien arriba con las presentaciones de Tronic en el Cenco Mall stage y Tenemos Explosivos en el Lotus stage. La banda comandada por el incombustible Ciro en la batería desplegó una lista de hits que hicieron cantar a los que se apostaron desde temprano. Incluso se dieron el lujo de invitar a los Gufi para dejar la garganta en “Por Ella”. Tiempo después sería el turno de Glup!, uno de los últimos confirmados para esta versión del festival, quienes convirtieron el Parque de Cerrillos en el karaoke más grande de Chile.
En paralelo, el oasis del Alternative stage recibió a Fármacos. El proyecto de Diego Ridolfi regresó a Lollapalooza tras 10 años, y varias novedades había que mostrar. De su último trabajo, “Manual de una Pérdida” (2021), el músico logró conectar con una fanaticada que coreó y se dejó llevar por la atmósfera del músico radicado en México. Por supuesto, no podía faltar el acercamiento durante “Siempre Tú”, aunque esta vez un poco accidentado. El propio Diego nos contó que al saltar hacia la barricada se golpeó los nudillos, quedando con un particular recuerdo de su vuelta a Chile.
Minutos después, llegó el turno de los colombianos Monsieur Periné, que repitieron el éxito de su presentación de hace cinco años, y dieron vida a la sorpresa que anunciaron en nuestra conversación. Hicieron vibrar al público con una reversión de “El Baile de los que Sobran”, de Los Prisioneros, e invitaron a Claudio Narea al escenario.
La tarde seguía su tránsito en un día mucho más masivo que el anterior. Y desde temprano. No había horario de oficina que impidiera recordar esas canciones que sonaban camino al colegio, o colocando MTV en la tele durante la tarde, antes de juntarse a jugar GTA San Andreas o el juego de Tony Hawk (buen chico Tony Hawk) con los amigos. Y si de MTV se trata, uno de los nombres insignes es PXNDX, que se hizo presente en Lollapalooza con su vocalista José Madero. El mexicano se presentó en el Alternative Stage, aunque fácilmente pudo sumarse a la camada de artistas del esecenario principal, y teníamos la construcción perfecta.
En paralelo, se presentó en ese escenario la puertorriqueña Rainao, quien impresionó con su destacable energía y poderoso talento. Con un estilo y una cercanía sobresaliente no dejó indiferente a nadie con su lenguaje corporal expresivo y activo, manteniendo al público cautivado de principio a fin presenciando “(des)enfocá”, “Un Amarre” y “LUV”, entre otras. El Banco de Chile stage, por su parte, recibía con los brazos abiertos a Francisca Valenzuela, quien demostró su consolidación como artista entregada sus emociones con las canciones de “Adentro”, su último disco, junto con hacer bailar con los otros temas de su repertorio.
Tras el cierre de la Fran con “Prenderemos Fuego al Cielo”, tocaba el turno de volver a guitarrear con The Offspring. Responsables de ser uno de los últimos conciertos masivos antes de la pandemia, Dexter Holland, Noodles y compañía demostraron que los años no les pasan por encima. Canción oreja tras canción oreja, mientras volaban vasos con agua alrededor del Cenco Mall stage. Esperamos que vuelvan por sexta vez para por fin hacer la referencia del “uno, dos, tres, cuatro, cinco-cinco, seis”.
Minutos después el sol reposó en una posición envidiable para ser testigos del regreso de Arcade Fire. Casi diez años después de su arrollador debut, justamente en Lollapalooza, y casi siete de su última visita, uno de los estandartes del indie demostró sus pergaminos. Sandía calada tras sandía calada, incluyendo tres canciones de “WE” (2022), su último trabajo, que crearon una atmósfera increíble y una energía contagiosa en cualquier rincón del Banco de Chile stage.
Cercanos al público, tanto Win Butler como Régine Chassange bajaron hacia el sector de la barricada para compartir con sus fans, pero el vocalista tomó la iniciativa al siguiente nivel. Durante “Afterlife” arremetió entre el público y transitó como Pedro por su casa ante la sorpresa y grito de quienes se encontraron, por suerte, en ese sector. Para el cierre, uno de los momentos más memorables de Lollapalooza Chile 2024, cuando la banda presentó a Javiera Parra para entonar “Gracias a la vida” y el himno “Wake Up” (traducida en momentos al español), coronando, nuevamente una actuación emocionante.
Movimiento Original, por su parte, tomó el desafío de acompañar la caída del sol de la tarde, pero en lugar de disminuir la energía, la elevaron a nuevas alturas. Fue asombroso ver cómo inundaron el Alternative Stage con sus clásicos atemporales. Además, aprovecharon la oportunidad de compartir con sus seguidores los nuevos sencillos de su álbum lanzado en noviembre pasado, “Sobre el Aire”, creando momentos de pura conexión. La colaboración con Monstarz Crew, uno de los grupos de bailarines más destacados del hip hop en Chile, añadió una dimensión extra de ritmo y pasión, haciendo que el público se encendiera en cada instante, asegurando que la llama de la energía nunca se extinguiera.
Dom Dolla, más tarde, envolvió al público que deambulaba por allí con sus imponentes reversiones de temas clásicos en formato electrónico. Además, cautivó con nuevos éxitos como “Monaco” de Bad Bunny, satisfaciendo los deseos de los asistentes en busca de la vibra única de un DJ. La experiencia fue aún más impresionante gracias a las deslumbrantes gráficas, arte y efectos de luces que se extendían hasta el edificio de la aviación, creando un entorno visualmente sorprendente que realzaba a la perfección el talento musical del recién nominado al Grammy 2024 por su canción “New Gold” con Gorillaz.
Uno de los espectáculos más esperados era, sin duda, el de The Blaze, y ciertamente no defraudó. Aunque con un público más reducido debido al solapamiento de horarios con Blink-182, el dúo logró hacer bailar sin descanso a los fieles seguidores que los esperaron ansiosamente en el Alternative Stage, donde ocuparon su merecido lugar como encargados de cerrar el escenario.
Canciones como “EYES”, “JUVENILE” y especialmente “TERRITORY”, esta última recibida con fervor, fueron el alma de la noche. El espectáculo contó con una impresionante producción visual y un juego de luces magnético que complementaba a la perfección la transmisión de sus impactantes videoclips. Fue una experiencia completamente inmersiva que permitió disfrutar plenamente del misticismo del baile que promete este dúo francés.
Finalmente llegaba la hora del plato fuerte. Blink-182 cumplió con la promesa y se entregaron a un público que los esperó desde temprano, y lo dieron todo. Desde “Anthem Part Two”, “The Rock Show” y “Family Reunion” los fans que repletaron el Cenco Mall stage dieron gala de su entrega, mientras que los estadounidenses hacían lo mismo.
Imitaciones, dad jokes y travesuras de adultos con alma de cabro chico. Fue la plenitud de Tom DeLonge, Mark Hoppus y Travis Barker, que entregaron un setlist frenético que movió a sus fanático smás de lo esperado. Encargados de seguridad se vieron obligados en parar momentáneamente el show para pedir que un sector retrocediera. El público, en clave pop-punk respondió en buen chileno.
“ONE MORE TIME”, aplausos cerrados y una que otra lágrima caída. Una espera que se extendió más de lo esperado, pero que definitivamente valió la pena. Más de un año, varios discos, Lo vivido ayer, durante casi diez horas fue una demostración que la nostalgia va más allá de una sensación, y definitivamente de una etapa.