El show del pasado 4 de junio fue una consolidación para Niño Cohete. Si bien el quinteto penquista se ha presentado fuera del país, ha recorrido Chile y han lanzado un EP y dos larga duración en seis años, llenar el Teatro Oriente y entregar una presentación tan sólida como la que hicieron el frío primer sábado de junio es algo que difícilmente olvidarán ni ellos ni quienes llegaron a celebrar el lanzamiento de “La Era del Sur“.
El show comenzó con veinte minutos de retraso, ocasionado principalmente porque la gente en Chile sigue insistiendo en no llegar a la hora a los conciertos nacionales; eran las ocho de la noche ya, y el Teatro Oriente estaba apenas a la mitad de su capacidad. No fue hasta después de las primeras tres canciones que dejó de entrar gente a la sala.
“Amuleto” fue la elegida para abrir la jornada, y aunque tuvo una muy buena recepción de parte del público, aún se veía a los músicos un poco incómodos en el escenario. Además, el sonido comenzó algo titubeante y la voz de Pablo Álvarez no se lograba apreciar entre todos los instrumentos. Sin embargo, a medida que las canciones se iban sucediendo y la banda comenzaba a interactuar con la gente, el ambiente se convirtió en una verdadera fiesta.
Entre canciones la banda agradecía a los asistentes, explicaban el proceso de creación y grabación del disco que estaban lanzando, “La Era del Sur”, y bromeaban entre ellos. Todo esto ayudó a que el imponente teatro pareciera achicarse, y lo que se esperaba un show masivo terminara siendo una tocata muy íntima.
“Pájaros Rojos” fue el primer gran hito de la noche, haciendo un gran uso de la iluminación. Así como tras los primeros momentos algo erráticos del show la banda se afirmó y entregó una sólida presentación, el uso de las luces y la pantalla LED ayudaron a que cada canción tuviese una atmósfera propia. Cuando se trata de una música tan íntima a ratos como es la de Niño Cohete, su llamado pop silvestre, esto ayuda a entregar un show de otra categoría.
“Botes” y “Semillas de Volcán” fueron otros puntos altos que vinieron de la mano de sus nuevas canciones, pero la locura llegó con “La Muerte”. La gente espontáneamente se puso de pie, y la banda agradeció el gesto tocando un último combo de canciones de su primer disco con “Osos y Cazadores”, “Cazando Lagartijas” y “El Bosque”. Para ese entonces la entrega del público era total, coreando las canciones y gritando con entusiasmo. El frío que había caído durante la tarde en Santiago y que había tenido al público algo aletargado, sentado en sus asientos, había desaparecido por completo.
Tras un breve encore, en el que los fans de la banda no pararon de gritar y pedir canciones, la banda volvió para interpretar las últimas tres piezas y retirarse ante un Teatro Oriente que se quedó vitoreándolos durante un buen rato. Tras casi hora y media de show, Niño Cohete pasó una prueba de fuego: venir de Concepción a Santiago, tocar ante casi mil personas y salir victoriosos. Ellos mismos se lo hicieron saber a la gente, agradeciéndoles constantemente por haber asistido y compartiéndoles lo mucho que significaba para ellos venir desde tan lejos y ser así de bienvenidos.
*Todas las fotos por: Pancho Rojas (@atrphotographycl) – Ver más fotos del show acá
