Un hallazgo de trascendencia para la música chilena ha salido a la luz. Hablamos de un conjunto de grabaciones inéditas de Violeta Parra, donadas por la propia artista al Museo de Etnografía de Ginebra, en Suiza,en 1963.
Hasta ahora, habían permanecido en el archivo sin acceso público. Las cintas digitalizadas contienen 92 minutos de música tradicional chilena, con cantos en español y mapudugun.
Cuecas, tonadas religiosas y piezas festivas. Los registros fueron realizados por la Violeta durante sus viajes por el sur del país en la década de 1950.
Se trata de un documento sonoro con voces de ancianos campesinos, y guardianes de la tradición oral campesina.
El descubrimiento se hizo público tras la investigación realizada por el periodista chileno Jonathan Mardones para el periódico Le Courrier, quien relató que los archivos fueron descubiertos tras el testimonio clave de Émile Hiltbrand, amigo cercano de la voz de “Gracias a la vida”durante su vida en Suiza.
Hiltbrand quien falleció recientemente, recordó cómo la artista, indignada por el trato condescendiente de un musicólogo del MEG, estuvo a punto de abandonar la donación. Sin embargo, en un segundo encuentro, logró formalizar la entrega de lo que ella consideraba su “tesoro”: la esencia de su inspiración creativa.
Archivos inéditos
El MEG, tras la investigación, ha liberado las grabaciones para consulta pública en su biblioteca.
Violeta Parra vivió en Ginebra entre 1963 y 1965, acompañada de su pareja, el antropólogo ginebrino Gilbert Favre.
Allí, se rodeó de estudiantes universitarios con quienes compartía veladas de música, vino y política. Fue en este círculo donde gestó la idea de preservar sus grabaciones en el MEG.
La cantautora, quien posee una plaza en su nombre junto a una placa distintiva donde alguna vez estuvo su hogar, también alcanzó a registrar algunos conciertos.
“Violeta Parra en Ginebra” es el álbum grabado en 1965, pero editado recién en 1999 por Warner Music Chile. Este descubrimiento se suma al legado cultural de la artista.