Entre expectativas y realidades: Analizando “La Joia”, el álbum debut de Bad Gyal

Bad Gyal "La Joia"

A modo de introducción, me gustaría comentar que he seguido de cerca la evolución musical de Bad Gyal desde su éxito “Fiebre” del Mixtape “Slow Wine” (2016). Desde el momento en que fijé mi atención en su enfoque hacia el género urbano en Europa, quedé cautivada por la imponente figura underground que comenzaba a emerger. Por esa razón, tengo grandes expectativas respecto a su trabajo, al igual que muchxs de sus seguidores, como ella misma ha comentado en sus últimas entrevistas. Y es que claro, ya sabe de sobra que cuenta con una fanaticada exigente, por lo mismo, trataré de ser rigurosa (pero desde el sentir, por supuesto, que ha eso he venido a este mundo).

Foto: Francisca Quijana (@fraaaaanqui)

Eso sí, antes de repasar canción por canción, les cuento que  “La Joia” (La Joya en Catalán) se lanzó el 26 de enero pasado a través de Universal Music Latino e Interscope Records y es su primer álbum de estudio. El trabajo más extenso hasta ahora de Alba Farelo, cuenta con colaboraciones destacadas, incluyendo a Myke Towers, Anitta, Tommy Lee Sparta, Ñengo Flow, Tokischa, Young Miko, Morad y Quevedo. También se ha rodeado de un gran equipo de productores de renombre en la escena internacional, como El Guincho, Fakeguido, Merca Bae, Mauro, Sky Rompiendo y varios más.

“La Joia”, canción por canción

Dicho esto, el viaje se inicia con una “Intro”, al igual que en “Worldwide Angel” (2018), pero esta vez es diferente. Bad Gyal nos llama a sumergirnos mágicamente en su sensualidad por medio del sonido de los cristales. No obstante, gradualmente, el resplandor que nos intenta transmitir se disipa. A pesar de los momentos de auténtico brillo (que explicaremos más adelante), no parece ser suficiente para transformar esa piedra en un diamante.

Con esos sonidos resplandecientes, nos adentramos entonces al feat con Myke Towers, “Mi Lova”, un sencillo que ya había visto la luz en 2023, y que revela un lado más sosegado y reggaetonero del dembow que nos tenía acostumbradxs en sus dos primeros trabajos recopilatorios, por así decirlo.

En ese mismo mood, nos adentramos a una atmósfera aún más playera con “Give Me”, un single perfecto para estas vacaciones, en mi opinión. De hecho, no me extraña que esta canción se volviera tendencia en redes sociales gracias a un baile que se fue viral en Tik Tok.

“Bota Niña” con Anitta, por otra parte, presenta una especie de reggaetón suave, fusionando los sonidos de Brasil con la conexión de los cristales. Aunque no destaca tanto, ofrece una experiencia agradable.

Luego, presenciamos una de las transiciones más notables en el álbum. Partiendo del perreo en “La Que No Se Mueva” junto a Tommy Lee Sparta, que nos transporta a los primeros sencillos de Alba con una fuerte influencia dancehall y un bajo más marcado que incita a moverse al ritmo acelerado, emerge “Perdió Este Culo”. Este tema se erige como uno de los puntos álgidos en los más de 40 minutos de duración de “La Joia”. ¿Por qué? Porque se despacha una frase que también está dejando su huella en las redes sociales: “Yo le noto arrepentido porque él sabe que ya perdió este culo”. Una muestra contundente del estilo inconfundible de Bad Gyal.

Sin más nos topamos con “Sin Carné”, un single que, a estas alturas, ya ha alcanzado un nivel considerable de reconocimiento. Sin embargo, ya lo habíamos escuchado antes, lo cual me dejó algo desilusionada al cuestionar: ¿qué hay de nuevo? Ante esta incertidumbre, decidí cambiar y pasar directamente a la siguiente canción. Así es como llegamos a Ñengo Flow con “Bad Boy”. Con un ritmo característico, comienza a sonar un dembow más crudo o sucio (como suelo decir), una canción que, por momentos, nos traslada al auténtico flow de Puerto Rico, acercando a Bad Gyal a las raíces del reggaetón. Aunque no la siento particularmente cómoda, Ñengo hace lo suyo y termina siendo un punto a destacar en el álbum.

“Skit” se presenta como una excelente transición hacia “Chulo pt.2”, uno de los mayores éxitos de Bad Gyal junto a Tokischa y Young Miko. Aunque la pista funciona por sí sola, se distancia un poco de la atmósfera que nos había presentado en la “Intro” con la magia de los cristales, transformándose perfectamente en la banda sonora de un DJ un sábado por la noche. No estoy segura de si se pierde completamente la magia, pero sí percibo un cambio hacia un estilo aún más urbano. En cuanto a “Chulo pt.2”, experimento lo mismo que con “Sin Carné”: paso a la siguiente.

Foto: Francisca Quijana (@fraaaaanqui)

“Así Soy”, la colaboración con Morad, pasa sin pena ni gloria, al igual que la última canción del álbum “Otra vez”. Por esta razón, no profundizaré demasiado en ellas, ya que tengo poco o nada que decir. Ahora, me quedan solo tres canciones más del álbum: “Sexy”, “Pop Pop” y “Real G” con Quevedo. Abordaré cada una de ellas en detalle.

“Sexy” presenta una energía más movida, con matices de guaracha, que, aunque puedan resultar un tanto desafiantes de integrar, logran proyectar esa impronta sensual que destaca en “la más pegá de España”, Bad Gyal.

“Pop Pop”, en tanto, ofrece algo diferente. Con un sonido que de alguna manera me remite al oriente, se destacan las expresiones favoritas de la cantante, como “Pussy Exclusive”, “blinblines”, entre otras. Esta situación me lleva a reflexionar sobre su marca y lo que ha logrado construir en estos años de carrera. Tampoco deja de sorprenderme el hecho de que sea una de las canciones con menos reproducciones en Spotify. Esto me hace plantear las siguientes preguntas: ¿Qué buscamos exactamente los fans de Alba Farelo? ¿Quizás preferimos un perreo más clásico?

Por último, la colaboración con Quevedo, que, a pesar de alcanzar el puesto doce en el PROMUSICAE Top 100 Canciones, me resulta aburrida. Honestamente, debo confesar que tengo cierta aversión hacia Quevedo. Tal vez se deba a su audiencia en nuestro país, con la que no conecto mucho, o quizás sea su tono grave y sin grandes variaciones lo que me impulsa a querer sacarlo definitivamente de la canción “Real G”.

En síntesis, me aventuro a afirmar que el álbum  “La Joia” ofrece un buen resumen de la carrera de Bad Gyal. No obstante, tengo mis dudas respecto a si logrará atraer a nuevas audiencias, ya que el concepto no me enganchó, ni al principio ni al final. A pesar de algunos momentos disfrutables que me llevarían a escucharlo nuevamente, no lo considero el pináculo de su obra musical (y espero estar en lo cierto). Probablemente, seguiré prefiriendo su Mixtape “Slow Wine”, ya que allí encuentro canciones memorables a las que recurro de vez en cuando para revivir sensaciones.

Escucha el álbum completo acá y coméntanos qué te pareció, ¿coincides con algunos de puntos aquí expuestos?

Total
0
Shares
Previous Post

Martin Garrix vuelve a Chile: quedan las últimas entradas disponibles

Next Post

Lleno de éxitos: se lanzó el soundtrack de la película biográfica de Bob Marley