Travis Scott: Salto de fe

Hace un año el profeta Kendrick Lamar pregonó la palabra del rap con espíritu social en el escenario VTR de Lollapalooza. Fue el piso necesario para que la producción vuelva a apostar por un headliner de ese mismo estilo. El elegido: Travis Scott.

El nacido en Texas ha tenido un antes y un después con ASTROWORLD, alcanzando madurez musical y relevancia global. Y no solo por las canciones que lo componen, que se enmarcan en la intensa vida de los barrios marginales y versos contagiosos, sino también en la espectacularidad de su show y cercanía con su público.

Así se manifiesta en su documental de Netflix ‘Look mom i can fly’ en el que se registra todo el proceso que precedió y sucedió al lanzamiento de dicho álbum. Y también lo importante que es el norteamericano para su público, más que un simple ícono del hip hop, un amigo y compañero. Y también los infinitos saltos y stagedives que ya son un sello en sus conciertos.

Pero Scott no se queda conforme. A principios de año liberó su cuarto álbum de estudio JACKBOYS. Un disco de siete canciones, pero afilado y cargado de hip-hop que confirma su sendero y llega bajo la firma de su propio sello Cactus Jack. Destacan las colaboraciones de Rosalía y Lil Baby en la reversión de HIGHEST IN THE ROOM, y el featuring de Young Thug en OUT WEST.

¿Qué esperar de Jacques Berman Webster II el próximo 28 de marzo? Intensidad pura. Sus presentaciones en vivo son un sinónimo de una experencia a vivir, wish you were here suele ser una oración bien repetida. Si vas a estar adelante, te recomendamos tener las manos libres de cualquier celular o botella con agua. De seguro más de alguno se lanzara de una u otra forma. Tiembla Fantasilandia, el Parque O’Higgins está listo para Astroworld, la diversión total.

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