En su regreso a Chile, y en el primer show agendado del recinto en 2025, Patti Smith trae la vanguardia al Teatro Coliseo de Santiago. Esta vez, vuelve con el proyecto Correspondences (Correspondencias) junto a Soundwalk Collective -conjunto formado por Stephan Crasneanscki y Simone Merli– en un show inmersivo que deja en claro su incidencia y trayectoria en el mundo de las artes.

Una franja sobre las rejas del teatro deja ver los eventos próximos. Hoy la espera acabó y la fila se forma un poco dispersa en la entrada. Estamos a solo unas horas de ver a la leyenda del punk, o madrina como dicen algunos, Patti Smith.
Entre los asistentes se ven rostros conocidos, como Alain Johannes, quien mientras toma una copa de vino, habla en exclusiva con el equipo de LaRata. Nos cuenta que actualmente lleva una vida nómada, pensamos que esto le permite estar en su tierra natal viendo a Patti Smith. Sigue a la artista desde los 70’s, y recuerda que tocaron juntos una vez cuando él estaba en la banda de PJ Harvey, también dice ser admirador de sus libros de poesía. “Es una grande”, comenta.
“Veo que es algo diferente… Creo que habrá mucho de sonido y collage, pero la verdad, no tengo idea lo que va a pasar”, nos cuenta cuando preguntamos qué esperar del show.
También agrega que le gustaría ver la exposición de Correspondences, que se exhibirá desde marzo de 2025 de manera gratuita en la Sala de Artes Visuales del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).
Pretty little girl, everyone cried
Aparece una Patti Smith escoltada por sus compañeros al micrófono. El escenario con sintetizadores, un cello e instrumentos de percusión albergan a la artista, que con su cabello trenzado, se transforma con una determinación que la hace acercarse al público. Habla sobre la naturaleza, y junto a ella, se convierte en animal.
Esta vez -a diferencia de la anterior-, no solo viene a cantar. Nos hace parte de un evento inmersivo: puesta en escena que incluye poesía visceral, pero también música en vivo y visuales que ojalá fueran un sueño. En cambio, son más una representación de las pesadillas de nuestra sociedad.

Comienza declamando sobre los niños de Chernobyl, acompañada por un plano que acompaña su voz con imágenes en las pantallas. Todo se llena de ruido.
Es un show que hoy llega a Chile, pero que junto a Stephan Crasneanscki y Simone Merli, vienen cocinando y exponiendo en el mundo hace diez años. En conjunto, han innovado en una representación artística que explora mediante viajes mentales y físicos las problemáticas de la sociedad moderna y su geografía, convirtiéndola en una carta de presentación a las nuevas generaciones.
Por lo mismo es que esta noche vemos un público variado en edades y ocupaciones. Hoy no solo importa la música, el espacio también lo llenan actores, artistas y por supuesto, los fanáticos de siempre de la leyenda del punk.

“Do animals cry like humans?”
Patti tira sus hojas al suelo mientras habla del ego del artista, y la acompañan luces de colores que oscilan en las pantallas. Un reflejo del mundo tal como lo conocemos y una demostración del arte como protesta. Entona a ratos canciones, acompañada por un triángulo y un gong. Las cuerdas mantienen el estado de clímax y su cuerpo se mueve a través del sonido. Se hace a sí misma espacio entre olas y bosques. Guarda con ella el sonido de los pájaros.

Abre los brazos como uno, como un pájaro. Sigue la noche, que no se podría describir lineal, más bien es un espiral, y lo llenan sonidos grabados de animales de distintos lugares del mundo, diálogo y cantos. Las cuerdas y percusión los acompañan y aparece entre algunos espacios la voz de Patti, que en otras ocasiones, aborda todo.

Tal como nos adelantó en un inicio el maestro Johannes, el final de la noche albergó a Peter Buck -ex guitarrista de R.E.M- y Patti Smith en el escenario. Con sonrisas y una emoción que traspasa a todos los asistentes, cantamos “People Have The Power”. La artista pide ayuda al público con la letra, y un eterno Teatro Coliseo corea una de sus más conocidas canciones.
Las leyendas son eternas.
Esta noche podría ser un poema. Entonces se trataría de una mujer de pelos blancos que le canta a una audiencia de almas desnudas. En Patti la luz irradia. Termina la noche diciendo “Santiago, raise your voice”. Y el grito de los asistentes esconde el tiempo restante. 00