No va a pasar el tiempo en vano: Niños del Cerro celebra su década en Quilpué

Durante el 2014, comenzó a circular con fuerza la palabra “pop de guitarras”, que albergó a agrupaciones que surgían y se divulgaban por internet, como Niños del Cerro. Diez años después, la banda decidió celebrar su logro con una gira por Chile que los llevó nuevamente a aterrizar en Quilpué, en Trotamundos.

Un espacio que paulatinamente se convirtió en el punto de encuentro de la banda con sus seguidores en la quinta región. Hace cinco años, fue su primera vez en la ciudad del sol, en un show doble donde antecedieron a Pedropiedra, y entonaron el cántico “Mar para Quilpué”, que se ha convertido en un meme con el tiempo.

Niños del Cerro en Trotamundos 2019

Con mascarillas entre medio, el quinteto siguió estrechando su lazo. El 2021 realizaron dos presentaciones en un día, para luego volver durante abril de 2022, mostrando las primeras curvas de la “Suave Pendiente”. Disco que tocarían, en casi su totalidad, en un frenético concierto en mayo del año pasado, que contó con Chini.png y Columpios al Suelo como banda que calentó motores.

Esta celebración también contaría con invitados. Desde España, Cala Vento se sumaría a la fiesta que tendría inicio una noche antes en Sala Metrónomo. El dúo catalán, formado por Juan Delgado y Aleix Turon, mantuvo la temperatura arriba con un público bien pegado hacia el escenario y dispuesto a entregarse a su propuesta.

“Hijos de la Tierra”, de Los Jaivas, y luces apagadas. Fueron las señales para que los gritos se elevaran antes de que Niños del Cerro subieran al escenario. “Sufre”, del disco Lance (2018) fue encargada de abrir la noche en que, sin necesidad de un setlist, la banda fluyó naturalmente por casi dos horas.

Si bien se encargaron de hacer un repaso principalmente por sus últimos dos discos, hubo espacio para sus orígenes. “La Pajarería”, su primer single oficial publicado en Soundcloud hace 10 años, hizo saltar a una parcialidad que mezclaba edades, pero que comulgaba en una misma energía.

Una progresión natural de canciones, concentradas en la aún fresca “Suave Pendiente” (2022), manifestada en “Tamarugal”, “Sulamita” y “Esta Enorme Distancia” que incluyó pasos de ballet de un público que no se cansó en participar. Ni siquiera en cuando asomaron unos tímidos acordes de “Ahora” de Estoy Bien, a propósito de la presencia de Benje como roadie de la banda, y que irrumpió en el cierre de “Sísifo”.

De un momento a otro, Pepe Mazurett corre hacia el baño y deja a la banda sin batería. Para evitar que el silencio se apoderara de Trotamundos, Diego Antimán comienza a tocar las notas de “The Scientist” de Coldplay, y todos le siguen el juego. “Mi Amigo Chincol”, del catálogo solista de Simón Campusano, acompaña el casi interludio, que sumó en el coro a Pepe nuevamente en las baquetas.

La complicidad y humor entre Niños del Cerro y su público ha sido una constante en estos días años. Emociones manifestadas en momentos como el círculo que se arma para “Flores, labios y dedos”, donde algunos aprovechan de sacar sus mejores zapateos de cueca, o “El Sol en los Ojos” como antesala a “Contigo”. Hitos que, a pesar de no contar con una lista escrita, son parte del abecedario de la banda.

Ya con los tiempos encima, “Mamire” fue el encargado de cerrar la velada, marcada por la frenética respuesta de una fanaticada que pedía más, al son “Lance” o “Las Palmeras”. Fue el punto final a una celebración marcada por un repaso a la trayectoria, pero con el énfasis puesto en lo nuevo, en un fiato entre los miembros y su audiencia que demuestra que, por más que sean diez años, no ha pasado el tiempo en vano.

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