Fotografías por Jacqueline Riveros / @j.riverosph
Son las 21 horas de este sábado 18 de noviembre. Queda aún la mitad del concierto y la sala se está lloviendo por dentro. Esas gotas que son producto de la transpiración ansiosa y la poca ventilación son reflejo de una noche especial. La que mucho esperamos y muchos otros nos debíamos.
Dënver, el dúo comandado por Mariana Montenegro y Milton Mahan, nacido desde la inquietud y creatividad en un hogar familiar en San Felipe vuelve esta noche. Más poderoso que nunca, al máximo de sus capacidades artísticas y con un público que los celebra a cada respiro, coreando palabra a palabra lo que dejaron inscrito en cuatro discos entre el 2008 y 2015.
¿Se fueron muy pronto? ¿El país fue ingrato con ellos o fue suficiente? El debate da para largo, pero lo cierto es que este show de regreso “único e irrepetible” en el Teatro Coliseo hizo justicia con un cancionero que ha sabido envejecer y hasta seguir sonando fresco (ahora que la música disco está tan presente en el pop anglo).
A las 20:00 horas en punto, Dënver y sus músicos arrancaron con la fina entrada de “Las Fuerzas”, siguiendo con “Profundidad de campos” y “Torneo local”, otras queridas piezas de Fuera de Campo, cuya reedición motivó esta reunión.
Al repaso de hits y de temas de su tercera placa, se destacó una bella nueva versión de “En medio de una fiesta” (que tocaron dos veces, con el plan de sacar un video de esto), y un cover de la eterna “Con suavidad” (Los Prisioneros), en perfecta línea con el costado discothequero del dúo. Pero, sin duda, quienes repletaron esta sala de Nataniel Cox (tanto en la cancha como las dos plateas) fueron protagonistas de esta noche, al corear con fuerza temas que ganaron valor con el paso de los años como “Mi derrota”, “Mai lov”, “Medio mal”, “Noche profunda” y “Diane Keaton”.
Un mimo necesario al ego de este par de artistas que sacaron brillo a sus conocimientos pop para salir del valle del Aconcagua al mundo. ¿Es posible continuar después de esto y crecer más como Dënver? La mayoría de las veces esta pregunta es difícil, pero desde acá apostamos a que sí.
