Elisa Fernández, más conocida como Eli Almic, está ad portas de regresar a Chile en una especial gira en la que se reecontrará con su público de Santiago, además de visitar por primera vez Valparaíso y Concepción.
La rapera uruguaya es una de las referentes de la escena hip hop en su país y durante este año ha lanzado una serie de singles que sirven como puente a su próximo álbum de estudio.
Eli Almic, además de estar acompañada por parte de su banda, invitará a Rayokuza a su show en Espacio El Ángel del 24 de noviembre, y para su concierto un día después en Ex Hotel Royal, en la quinta región, se reunirá con Dania Neko, La Deyabu y Mikaela. Su cierre del tour, en Concepción, tiene fecha para el 1 de diciembre, con entrada liberada.
“Cuando pensé en ir, también pensé con quién quiero tocar, con quién quiero hacer estos shows como este año se celebran los 50 años del hip hop, encontré bueno usar esta excusa para reunirnos y hacer nuestra propia celerbación“, declaró.
Cuéntanos un poco sobre tu próxima gira a Chile
Este año tuve ganas de retomar un poco ese camino que incluye Chile como uno de los destinos, porque soy muy fan del rap chileno, y siento una apertura de la gente hacia mí. Yo rapeo, también canto, y estoy en esa búsqueda de distintos géneros, y Chile es como una inspiración directa para mí entonces hace tiempo que estaba esperando para volver.
Voy a Santiago, voy a Valpo, que conozco pero no he tocado ahí, y a Concepción que tampoco conozco y sé que hay mucha gente que le gusta la música, así que también tengo muchas ganas.
¿Has estado al pendiente de la escena chilena del rap y el hip hop?
La sigo, aunque siento que nunca me puedo estar al 100% porque es impresionante la cantidad de material que editan. Son muchísimas personas con mucho talento y la verdad que es van a una velocidad que siento que es como que no está en todos lados. A Ana Tijoux la sigo desde siempre, y es mi máxima referencia de rap en español junto a Mala Rodríguez. Me gusta mucho La Brígida Orquesta, esto del rap con banda. También escuchar a Pablo Chill-E, Movimiento Original, Portavoz.
Siento que todo el tiempo estoy buscando mis referentes, porque cuando empecé a rapear al poco tiempo de que conocí el género.
Tu proyecto también incluye una banda detrás, ¿vienes a Chile con ese formato?
Al show de Santiago voy a invitar a un amigo clarinetista, y para el resto de la gira haré un formato híbrido, con mi bajista y baterista, y el resto sale por pista.
Toco con banda desde el 2015, porque tenía una inquietud de hacer algo más orgánico. La banda me permite hacer un juego para enriquecer las canciones, y no aburrirme yo.
“Dice que cambió” toca temáticas relacionadas a la violencia de género. ¿Es un tópico que tratarás con las canciones de tu próximo álbum?
Bueno, lo primero es que esas canciones no van a ser parte del disco, sino que las lancé como singles, y por ahora todo lo que esté en ese disco va a ser nuevo. Claramente en algún momento va a haber singles que lo antecedan, pero todavía ese proceso no comenzó.
Esas últimas canciones tienen que ver con unas ganas de explorar otras sonoridades en las bases musicales. Por ejemplo, hay un poquito de Dancehall, en otras canciones hay ritmos más bailables, o rapear sobre otros géneros. Nunca fui 100% purista, y creo que me empezó a interesar en un momento ser menos purista todavía.
Creo que las temáticas (sociales y de genero) salen porque están presentes. Cuando escribí esa canción en Uruguay hubo un movimiento en redes sociales como muy grande y muy efervescente. Saltaron muchas denuncias y fue muy duro, porque fue como darnos cuenta que casi todas habían estado en situaciones distintas, pero similares. Esto pasó hace algún tiempo y me quedó como una semillita de en algún momento quiero hablar un poco de esto y lo mezclé con esta cosa de deconstruirnos, y está buenísimo, pero lleva tiempo.
Me siento muy libre cuando escribo de algo porque, así como hablo de eso hablo de otra cosa, pero sí tiene un peso especial para mí. No me gusta sentir que tengo que hablar sobre esos temas, sino cuando tengo ganas y cuando sucede, lo abordo.
Sobre el disco, estoy grabando puertas adentro, seguramente lo lance el año que viene. Voy a mezclar con otros géneros, no será un disco muy bailable, puede que tenga alguna canción en ese plan. Será el disco más personal, ya que abro la puerta a lugares profundos como mi infancia, mi familia y mi historia. Voy a tratar algunos duelos, y donde necesito meterme bien adentro en las cosas que viví para entender quién soy hoy, y sanar a través de la música.
Luego de todo esa serie de denuncias y todos los movimientos alrededor del mundo, ¿sientes que ha habido un avance?
Yo creo que sí, porque ya están hablando estas cosas como que directa o indirectamente te transforma. Y también crece la reacción lamentablemente porque se ve mucha gente reaccionaria y hasta racista muchas veces negando las políticas de género, el feminismo, como si fuera como el mal de este mundo. Cuando se ven avances, no en derechos y en cosas también se ve un avance en lo contrario.
Ahora, por ejemplo, que estoy viviendo en Argentina, es muy loca esa sensación de que en un segundo se puede perder todo. Pero sí igual creo que, no sé, yo lo veo con los varones que me relaciono más en mi cotidiano que quizá dos años para atrás había como más resistencias al lenguaje inclusivo. Cosas que parecen tontas, pero que no lo son porque en realidad son transformadoras.
¿Cómo se ve la escena independiente uruguaya, y también musical?
Es una pregunta que no me es tan fácil de responder, porque yo siento que estamos como en una reorganización. La escena hip hop nunca fue unida, y me parece que no es así en ningún lado. Pero sí pasó que más o menos en el 2018-2019 hubo como un crecimiento en el género, hubo festivales a nivel profesional, pero es una escena que está tejiendo. Después vino la pandemia, y ahora cada uno está recobrando su camino.
Hay un rapero, Zeballos, que es muy conocido incluso en Argentina. Me atrevería a decir que es el primer rapero que vive de la música en Uruguay. Yo formo parte de Soona, un colectivo de raperas y disidencias del país, que tiene grupos como Se Armó Kokoa (grupo de rap afro). Hay otras personas que fusionan el rap con el reggaetón, como Kira.
La escena de la música, no tenemos una industria. Sé que en Chile tampoco es fácil, pero en un país de tres millones las limitaciones son más visibles. Para los chiquitos que somos, hay gente talentosísima, como Mocchi (cantautor trans). Hay muchas bandas buenas como Buenos Muchachos, que es de culto y llevan muchos años.
Aprovechando los 50 años del hip hop, ¿cómo observas a las mujeres y disidencias dentro del género?
Lamentablemente, mi mirada no es tan alentadora. Es mucho tiempo para que los espacios hayan sido tan herméticos. Mujeres siempre hubo, disidencias me atrevo a decir que pocas, pero también. Es una escena que todavía tiene la masculinidad hegemónica muy presente.
A veces el problema es el acceso a espacios como festivales, grabar en estudios profesionales, cuestiones que te ayudan a generar un camino. Chile es el lugar que conozco que tiene más raperas activas, pero hay una brecha que es muy grande. No es que tenga que ser mitad y mitad, sino que se den las condiciones para quien haga lo que quiera. La cuestión habla por sí sola, ¿cuántas personas escuchan mujeres raperas en su día a día?, o referentes mujeres.
