¿Qué se puede decir de Diego Lorenzini? Es cantautor, productor e ilustrador. Hasta de una persona buena pa’ tirar la talla también se podría hablar, pues casi siempre en sus shows el talquino sorprende con intervenciones bastante ocurrentes que sacan más de una carcajada y que son parte de su ser carismático. Y lo que se vivió en el Aula Magna del Manuel de Salas no dista de aquello, menos su público que ya probablemente entiende un poco a lo que va.
Lorenzini regresó a Santiago para deleitarnos con sus notables letras. Con mencionar que para está ocasión estuvo con un teatro lleno se puede entender el éxito que ha tenido, sobre todo considerando que en menos de un día agotó las entradas, demostrando ser un artista imperdible de la música independiente.
El clásico Aula Magna del Liceo Manuel de Salas, con una histórica arquitectura que data de los años 60 y una acústica excepcional, acogió al cantautor para presentar durante 2 horas con 15 minutos su amplio repertorio en un escenario con varios decorados que expresaban una estética más hogareña, y espacio para una guitarra y su famoso ukelele en el centro.
Si hay algo sumamente destacable de la velada del 14 de octubre es la sincronía entre Lorenzini y su público, que mutuamente jugaban, bromeaban, le seguían la corriente en cada canción creando un ambiente muy amigable, cercano y de confianza. Todo lo interpretado era coreado intensamente por los asistentes.
Diego, te extrañábamos…
Aparece sobre el escenario, todos aplauden su regreso. Enciende su sintetizador y conecta su guitarra al amplificador, mientras, se siente el silencio. Diego comenta “¿qué incómodo, no?”. Después de estas palabras, el auditorio explota en elogios que lo hacen sentir bienvenido e interpreta la primera canción, “Juana”, de sus primeras composiciones realizadas en 2011.
Esto lleva a que atraviese por un sinfín de temas, entre ellos “Tiempos Mozos”, popularmente conocida por la serie de mismo nombre, “Me Voy a Valparaíso”, en donde antes de seguir con los primeros acordes bromea y pregunta “¿está bien esa?”, a lo que todos responden con un rotundo sí. De ahí en adelante, la gente empezó a marcar los ritmos con aplausos hasta prácticamente el final del show y uno que otro intercambio de palabras con él.
A lo largo de la velada, subieron amigos de Lorenzini, invitados de lujo como lo son Rosario Alfonso, con quien interpretó “Sin Otro Particular Se Despide”; Chini Ayarza y la canción “Mierda”; y Simón Campusano cerca de los últimos minutos con “P.F”, “Para La Patada Y El Combo” y “Serotonina”, este último junte icónico del indie chileno. Y para cerrar con broche de oro la jornada, fueron elegidas “Sí Po” y “Poesía Conspirativa”, cantada en su totalidad por los presentes con mucho cariño.
Así, el show de Lorenzini se sintió como reencontrarse con un amigo, aquel que no ves hace meses y que cuando están juntos lo pasan bacán. Esa era la vibra que se apreciaba en el teatro Manuel de Salas, pues una amplia mayoría de su público iba detrás de cada coro y participaba espontáneamente de cada dinámica propuesta por el talquino. Diego, Santiago TKM CTM.