Solo una instancia como la del pasado sábado pudo haber juntado nombres de la escena local como Las Olas (Noispop), Dolorio & Los Tunantes y Playa Gótica. Un evento de un poco más de dos horas y media encapsuladas en locura, baile y gritos.
Aquel segundo piso del Centro Cultural Anandamapu, en una esquina de Recoleta, fue sacudido abruptamente por una multitud de un poco más de 120 personas eufóricas por esta triada de bandas, cada una con distintas propuestas tanto en lo musical como escénico: Las Olas, con un enérgico y ruidoso setlist; Dolorio y su oscuro y frenético post-punk, y Playa Gótica presentando su colorido indie pop y un adelanto de su nuevo EP.
8 de la noche ya instalados en el escenario, Las Olas y un suave “Para No Irme Lejos” da inicio a un show que bastó solo el fin de aquella canción para que todo se volviera una locura repleta de ruido de guitarras y gritos desgarradores impregnados de emociones.
Si bien, los asistentes fueron tímidos al inicio, de a poco fueron soltando esos pasos de baile que transitaron a un desvarío total. ¿Qué se puede decir de canciones como “No Nos Interesa” y “Desobedecer”, clásicos dentro de su discografía? Es como un imán de personas que atrae y atrae público a un mosh totalmente eufórico en cosa de segundos.
Con tanto movimiento el calor empezó a apoderarse de la pista, aún así con ventanas abiertas. Dolorio & Los Tunantes entró en el juego. La batería y guitarras de “Sparkinson” como primer track fue la fórmula perfecta para agitar una amontonada multitud que pese al cansancio siguió dándolo todo, asi también la banda, pues José Miguel Sanzana, guitarrista del grupo, voló por los aires con su instrumento para finalizar el espectáculo.
Última banda. Sube Playa Gótica. Con una introducción ruidosamente ensoñadora partieron con “Bailando”. No obstante, convencer a los asistentes no fue fácil, pues varias personas se habían ido de la tocata. Por otra parte, Fanny Leona, su vocalista, experimentó con un pedal sin obtener el efecto deseado, y en cambio, su voz se hacía inaudible por las capas de distorsión que transmitía.
Para la banda no fue el único desafío que les tocó enfrentar. Había que animar más y la solución fue presentar “Malos Pensamientos”, un movido adelanto de su próximo EP (mostraron 4 canciones). Fanny enseñó el coro a los presentes para así motivarlos y… funcionó. Desde aquel punto hasta el final todo era una seguidilla insana de melodías y cánticos que atravesaron por temas clave en su carrera tales como “Fuego” y “Extraños Visitantes”.
Pese a esos detalles muy menores, la primera versión de Ciclo Zorzal cumplió lo prometido, sobre todo por la puntualidad, al menos de la primera banda. Los tres proyectos que compartieron escenario se veían muy entusiasmados por la asistencia. Su éxito no es un secreto, pues juntar proyectos locales de este calibre en una sola noche no se ve todos los años.
