El australiano Troye Sivan llegó a Chile por primera vez este domingo 31 de marzo, en el cierre del festival Lollapalooza. Sin embargo, fue él mismo quien se preguntaba “¿Por qué me demoré tanto en venir aquí?”. Y si vemos los registros de su show, nos nace la misma interrogante.
Porque Troye vino a Chile a dar un show de calidad: supo cómo armar una fiesta llena de bailes y de algunas suaves melancolías en el escenario Banco de Chile. Comenzando por los sonidos lentos de “Seventeen”, pasó rapidamente al baile con “Bloom” y así fue alternando casi todo el concierto.
Bajo un manto de adolescentes y banderas LGBT, Troye se abría al público: “Por si no sabían, o no se habían dado cuenta, soy gay” dice antes de cantar “Heaven”. La canción contenía claramente un mensaje político, como una declaración de principios. “Si debo perder algo de mí, entonces no quiero ir al cielo”, repite una y otra vez el joven de solo 23 años.
Porque Sivan canta desde y para el público adolescente. Canta sobre esos resistidos amores que solo se viven en la adolescencia. Sobre las dificultades de la comunidad LGBT. Canta de la vida, de la muerte, del baile y de la pena. Lo demuestra en el escenario con sus dos outfits: pasó de un elegante traje gris a unos pantalones a rayas y una polera calada. Una dualidad que iba a tono con sus canciones.
Troye vibraba sobre el escenario. Se notaba emocionado, tanto así que pidió que alguien cree un grupo en Facebook donde agregue a todas las personas que estábamos ahí la tarde de ayer. Además, grabó un video para Instagram de la multitud que a esa hora llenaba el segundo escenario principal del festival y se sacó los zapatos para estar más cómodo. La conexión entre el artista y la masa era clara, se podía oler.
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Los fans respondían con gritos y era todo un jolgorio. Bailaron al ritmo de “1999” y “Dance To This”; lloraron con “Animal”; y le hicieron un homenaje a la adolescencia con “Youth”, para terminar sumergidos en una lluvia de confetis de diversos colores celebrando la diversidad.
Según él dice, son los fans quienes lo hicieron ser lo que él es hoy. Pero ayer los papeles se dieron vuelta y ahora es Troye el que hace florecer a todos sus fans.