Vivir la era OK Computer: El mundo posmoderno y la obra maestra de Radiohead

Uno de los mejores discos del siglo XX (y tal vez de la historia de la música) este año cumple dos décadas. OK Computer ha llegado a ser una obra primordial para entender el curso de la música actual. Su influencia ha sido la directriz para la reinvención de músicos de su generación como el necesario empuje a nuevos artistas y sus aventuras sonoras.

No obstante, hoy no hablaré de lo estrictamente musical. OK Computer ha sido alabado por fans y críticos desde 1997 por la gran maestría mostrada por Radiohead al componer esta placa, estaría demás otra reseña. Por otro lado, hay algo detrás del álbum de lo que no se ha prestado demasiada atención y que, a mi parecer, es fundamental para entender la obra de los británicos.

La piedra angular de OK Computer es el trasfondo sociológico y filosófico que las letras y el sonido del disco entregan al oyente. En los siguientes párrafos, iré escudriñando en el espíritu de OK Computer, un álbum que para ser apreciado globalmente como obra de arte, debe ser entendido como un ejercicio de lectura de nuestra sociedad actual, una visión que se refuerza cada que miramos nuestras vidas y ciudades.

Para esto, recurriremos primeramente al filósofo Zygmunt Baumman, quien define a las sociedades posmodernas como “líquidas”. Pero, ¿a qué viene este apelativo de líquido? Comencemos con que la base del mundo moderno (cuyo origen podemos encontrar en las últimas décadas del siglo XV) comenzó a tambalearse en las primeras décadas del siglo pasado, donde los valores liberales que venían desde la Ilustración fueron puestos en jaque por guerras, crisis económicas y transformaciones socio-culturales sin precedentes.

El curso del resto del siglo XX (desde el fin de la IIGM hasta la caída de los socialismos reales) fue igualmente caótico, lleno de vaivenes y rupturas económicas, políticas y sociales. Para mediados de la década del 90, esta multiplicidad de quiebres en las unidades socio-políticas y culturales que antiguamente se daban por hecho como la subyugación social de la mujer, la existencia de los imperios coloniales o la división del mundo en uno capitalista y un bloque soviético; generó que la construcción social e individual de las personas se tornara “líquida”. Esto quiere decir que ya no hay estructuras sólidas a nivel cultural y social, sólo incertezas “líquidas”, modificables, pasajeras y banales. La existencia líquida es la que refleja Radiohead en su magistral OK Computer.

El hilo conductor a nivel conceptual del disco es esta sociedad posmoderna líquida, alienada y deconstruida. Los hablantes detrás de cada canción, los sujetos que viven estas emociones en el tiempo de la no-emoción, pueden ser cualquier ser humano… incluso, la humanidad completa. OK Computer es más que un álbum de canciones deprimentes, es una fotografía a las enfermedades socio-culturales que vive este siglo XXI.  Al ir pasando track por track, nos vamos dando cuenta que las letras reflejan sujetos angustiados por un pasado inmodificable (Karma Police), invadidos por escepticismo emocional (Let Down) y alienados de una realidad que no entienden (Homesick Subterranean Alien). En OK Computer se hace constantemente referencias a la vida actual utilizando potentes símbolos como muros, instituciones económicas, barrios suburbanos y autos pero que tienen una ambivalencia sostenida en esta crítica a la sociedad líquida: estos símbolos que representaron el progreso global hoy son fuente de rabia, desesperación y opresión.

Hay tres canciones fundamentales en las que descansa esta visión que platea el disco. La primera es Paranoid Android (una de las más espectaculares en el sentido musical) que transita desde la calma (la crítica sustentada a la sociedad actual), la agresividad (producida por el hecho de no sentirse escuchado ni entender todos los símbolos que se nombran en la letra) y nuevamente una calma que en el fondo es resignación frente a la realidad posmoderna. La segunda, es No Surprises que es un grito desesperado en busca de liberación de la sociedad consumista y vacía (“Let me out”). Y la tercera, es la enigmática Fitter Happier, un monólogo/mandato sobre la opresión distópica bajo la que estamos sumidos.

Esta lectura de OK Computer nos permite darnos cuenta que, más allá de la gran calidad del álbum, hay un trasfondo reflexivo sumamente interesante y actual. Radiohead logró captar la escencia de la deconstruida y líquida sociedad contemporánea tan bien que llega a dar miedo la crudeza y certeza de lo reflejado en el disco. Vivimos la era OK Computer y no nos dimos cuenta.

 

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