Foals en Chile: Lo bueno tarda en llegar

La espera fue bastante larga, pero acabó. Después que Foals re-programa dos veces su anhelada visita al país -primero por indicaciones médicas al vocalista Yannis Philippakis, y después por logísticas del tour- la tercera fecha fue la vencida. Las cartas estaban echadas en el Teatro La Cúpula, frente a un público ansioso de que el reloj marcara las 21:00 hrs.

Y así fue. Tan puntuales como lo indica la tradición inglesa, los integrantes del grupo aparecieron en el escenario uno a uno, dando el puntapié inicial con “Prelude”, el instrumental que calentó los motores. La multitud se acomodaba mientras “Snake Oil” y “Olympic Airways” sonaban. Hasta ahí, el “DIS-A-PPE-AR…” coreado por toda la fanaticada fue el primer acercamiento con la banda.

El inicio fue sobrio, pero había llegado la hora de bailar con “My Number”donde se pudo vivir uno de los momentos más efervescentes de la noche, que fue muy bien seguido al ritmo de “Providence” y el juego de luces que acompañó la escena. Posteriormente, el espectáculo continuó con temas del disco What Went Down, dando paso a que los asistentes pudieran interactuar más con miembros del grupo.

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Sin notarlo, la banda llegaba a la mitad del show con “Spanish Sahara”, donde los acordes se llenaron de emoción y la letra fue cantada -gritada- palabra por palabra. Algunos se animaron a levantar los brazos, mientras otros soltaban globos lead (duraron bien poco, pero la intención es lo que vale). Una canción melancólica pero iluminada, que no dejó indiferente a ni uno de los presentes. El amor se sentía en el aire.

Las canciones siguientes le hicieron justicia al ambiente sereno que habían creado, junto al doblete de “Red Socks Pugie” y “Late Night” generaron una conmoción especial en el lugar. Al final de la primera patita estuvo “Inhaler”, para devolver el beat al cuerpo y el descontrol de todos a lo largo de la canción. El éxtasis estaba al filo y no se podían ir así.

Después de bajar unos 5 minutos del escenario, el tecladista Edwin Congreave volvió solo para dar las primeras notas de “What Went Down” y dar paso a las cuatro canciones del encore. Los chicos de Foals dieron un final mucho más energético en comparación al principio, haciendo bailar y saltar a un recinto que ya no daba más.

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Para sorpresa de todos, la segunda patita del encore fue “Hummer”, uno de sus primeros éxitos y que sacó el adolescente SKINS que todos tenían guardado. Sin embargo, el gran peak de la noche vino con “Cassius”, donde la frase “esto se va a descontrolar” fue poco para el griterío emocionado que coreó como si no hubiese mañana la segunda canción del disco Antidotes. Cabe destacar que ambos temas no habían sido tocados en sus shows anteriores en Chile (2011 y 2013).

Finalmente, Foals selló una noche de éxitos con “Two Steps, Twice”, como lo vienen haciendo hace tiempo y agradeciendo al público chileno que los esperó casi un año con ticket en mano, mientras inundaban el ambiente con el ruido de los instrumentos. Como siempre, las baquetas de Jack Bevan fueron lanzadas al público y los integrantes se despidieron de forma escueta.

La banda dio una propuesta segura y probada, con momentos sobrios y otros marcados por la euforia, junto a una iluminación que acompañó muy bien la noche (con bola disco incluida) y un sonido grato, acorde al recinto que los alojó en su tercera visita al país. En resumen, fue un espectáculo consistente y, a pesar que a veces se extrañen canciones del disco Total Life Forever, valió la espera.

SETLIST

  1. Prelude
  2. Snake Oil
  3. Olympic Airways
  4. My Number
  5. Providence
  6. Give it All
  7. Mountain At My Gates
  8. Spanish Sahara
  9. Red Socks Pugie
  10. Late Night
  11. A Knife in the Ocean                                                                                            
  12. Inhaler                                                                                                                      
  13. What Went Down
  14. Hummer
  15. Cassius
  16. Two Steps, Twice

*Fotografías por Claudia Jaime*

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