Miss Garrison – “Al Sol de Noche”: el trip hop no está muerto

Escuchando “Al Sol de Noche”, me sorprendió que solo hayan pasado tres años desde el anterior disco de Miss Garrison, “deAaB”. Se siente como que mucha agua ha pasado bajo el puente, y aunque sería incorrecto decir que se han distanciado del sonido que les conocíamos, salta a la vista que Miss Garrison es una de las bandas que más se ha preocupado de pulir sus melodías y estructuras hasta el cansancio. Solo es cuestión de ver cómo han evolucionado desde el post-punk enérgico de “Tire y Empuje” (2010), pasando por el híbrido y guitarrero “deAaB”, hasta el reciente “Al Sol de Noche”, a todas luces uno de los mejores discos chilenos de lo que va de este 2016.

Desde los primeros acordes de “Love”, la canción que abre el disco, Miss Garrison me mantuvo hipnotizado a fuerza de beats electrónicos, sintetizadores y la seductora voz de Fran Straube. El cambio se nota desde el principio: atrás quedaron las canciones estructuradas en torno a riffs de guitarra; el motor de “Al Sol de Noche” es el ritmo, en todas sus variaciones. Esto deja por primera vez a la guitarra libre para destacar en momentos precisos y alejarse cada vez más del centro de las canciones (desapareciendo totalmente en varias de ellas). Este disco es acerca del beat, y las reminiscencias de Portishead, Massive Attack o los primeros tres discos de Björk hacen que este álbum sea un clásico moderno del trip hop (un género con el que flirteaban constantemente, pero al cual se entregan de lleno en esta placa).

Según lo que contó la propia Fran Straube (vocalista y baterista), el disco nació en un momento difícil para la banda, cuando estaban pensando en una posible separación. De una suerte de retiro para el trío surgió la base que decantó en 40 minutos de música hipnótica, seductora, en gran parte gracias al altísimo nivel de producción -que se aprecia en la riqueza rítmica de tracks como “Navegante” o “Mamba”- y a la versatilidad de Straube, capaz de susurrar o gritar en versos sucesivos a la usanza de las mejores voces del género. El uso constante de un reverb amplio ayuda a dar un ambiente dreamy a todas las canciones.

“Sueños”, por lejos el mejor track de los 10 que componen “Al Sol de Noche”, es una canción que recuerda a los mejores pasajes de la Björk de los noventa, mientras que el tema que da el nombre al disco gira más hacia el synthpop, refrescando así un álbum que de otra forma podría caer en lo lacónico. “El Paso” también da aire al tracklist con un sonido más orgánico y menos cargado de pulsaciones.

El álbum como un todo sabe balancear de gran manera momentos saturados de beats electrónicos con pausas instrumentales bien distribuidas (“29”, “El Paso”). También juega constantemente con las combinaciones rítmicas posibles, lo que da un dinamismo difícil de conseguir cuando se tiene un set de canciones con un giro tan marcado hacia un género.

En un año en el que no han faltado los grandes lanzamientos, “Al Sol de Noche” brilla con luces propias. Es un álbum oscuro, apaciguado y a ratos casi angustiante (gracias, de nuevo, al virtuosismo de Fran Straube), que tomó lo mejor de su antecesor para destilar 10 canciones de gran factura técnica y artística. Este álbum suena increíble, háganse un favor y separen 40 minutos de su día para poner atención a la riqueza instrumental del último trabajo de Miss Garrison, porque lo vale.

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