Préstame un oído: Ases Falsos – Conducción (Quemasucabeza, 2014)

“Yo no quiero volver a depender de la radio (…) Yo no quiero volver al ritmo imbécil de consorcio español” entona con un engañoso entusiasmo Cristóbal Briceño en una de las gemas sorpresivas de la nueva y segunda placa de los Ases Falsos lanzada en el punto álgido de su carrera, cuando cada vez más estudiantes y ciudadanos suman su música a sus gustos personales ¿Y qué respuesta para ellos hay ahora? Un disco que puede parecer rehuir del gusto masivo, a la vez de dar una palmada en la espalda pidiendo sólo un poco de comprensión (y sabemos que de esto último, las radios nacionales no tienen mucho).

Tal como su título lo dice, Conducción es un disco que dirige al oyente. Lo lleva por caminos curiosos, espacios libres y cuestas que parecen a ratos ponerse difíciles, hasta que la luz se ve al final del camino, como siempre. Y como buen viaje, comienza con calma por rutas conocidas como lo son “La gran curva” o el himno “Búscate un lugar para ensayar”, que comparten cierta sintonía con el formato rock de su antecesor Juventud Americana (2012). Pero es desde “Mi Ejército” o “Nada” que la carretera toma impulso, tomando vías desconocidas y que, en términos musicales, hace que las cosas den vértigo y uno se interese en el disco en sí.

En la fineza de los arreglos de cuerda de “Simetría” y “Niña por favor” se da forma a otra evolución de la banda, y que justifica el tiempo que tomaron en gestar este disco, grabado con tranquilidad y rigurosidad entre casas varias, salas de amigos y los estudios Agartha (Santiago de Chile) y con una masterización en Estados Unidos a manos de Joe Lambert (Kayne West, Deerhunter, The National). A la combinación se suman nuevas armonías y sonoridades (“Tora Bora”, “Al borde del cañón” y el emotivo track que cierra el disco, “Una estrella que se mueve”), hasta que llegamos a “Ya no quiero volver”, una ambiciosa pieza que apunta directamente a empresarios y personajes oscuros de nuestra historia, y que al cambiar de ritmo en los últimos minutos, da coherencia al trabajo por completo, en una cohesión que queda clara al dar más escuchas y con el sonido más prolijo que se haya escuchado hasta ahora en la historia de la banda (aunque eso no importa tanto, la verdad).

Tal como lo comentó la voz cantante Cristóbal Briceño en La Tercera hace unos días, se reconoce como un disco más “para adentro”, con letras menos directas y coqueteos con el soul y el pop de los ’70 que son los toques que hacen de este disco, un trabajo ideal para escuchar en carretera. Sí, otra vez esa idea. Es de conocimiento popular que los músicos tienden a probar su material recién grabado en la radio del auto, para comprobar su efectividad. Este disco parece ser que fue probado en todos los viajes posibles, para ajustarlo en su justa medida. Recomiendo hacer la prueba, aunque sea dando vueltas en la micro. Es ahí donde la unión entre la visión de la calle y la música hace la magia. Y en este caso, el buen viaje está asegurado.

Ases Falsos son:
Cristóbal Briceño
Simón Sánchez
Martín del Real
Francisco Rojas
Juan Pablo Garín

ASES FALSOS
“Conducción” (Quemasucabeza, 2014)

1. Mantén la conducción
2. La gran curva
3. Plácidamente
4. Cae la cortina
5. Mi ejército
6. Búscate un lugar para ensayar
7. Nada
8. Simetría
9. Niña por favor
10. Tora Bora
11. Ivanka
12. Yo no quiero volver
13. Al borde del cañón
14. Una estrella que se mueve

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