Por Tabata Yáñez
Es domingo a las seis de la tarde en una sala oscura sin asientos vacíos, se escucha el ajetreo del teatro llenar los primeros segundos de este inusual encuentro del Festival Uva Robot, que salvará la semana de quienes no dejaron puestos disponibles. Agotaron las entradas para disfrutar el concierto acústico de un grupo de artistas que nos resultan familiares, la mayoría locales, gente común -dirían ellos- reunida en el Parque Cultural (Ex-Cárcel) de Valparaíso: Mora Lucay, Niña Tormenta, Diego Lorenzini, Rosario Alfonso, Chini.png, Saltador y Fabrizio Rossi (Uruguay).
La puesta en escena hace juicio al singular festival, podría haber sido al aire libre pero estamos dentro como escondidos, dispuestos a dar nuestra atención sólo a la música que se nos regala, protegidos del verano y cómodos. Así, en las sombras, el festival incluso se vuelve íntimo. Los focos de neón violeta resaltan mejor y hacen brillar banderitas con múltiples colores a lo largo del escenario, que da lugar a Fabrizio Rossi, quien después de una canción triste toca Flautas, dice. Y también recita un poema que no entiendo bien pero me genera dulzura. “Duelo” es su tema más curioso.
Con la llegada del grupo de gente común se enciende el entusiasmo. Mientras afinan, Rosario Alfonso advierte que esto es especial para Valparaíso y que lo que veremos hoy día no se repetirá. Emoción en aumento y, entre aplausos, la anfitriona de esta ciudad comienza el concierto. Una Mora Lucay canta “Las Palabras Que No Sientes, su último sencillo, colmando la sala de distensión y arreglando de inmediato mi domingo. Nada como esta voz para embellecer la nostalgia que evoca el cerro y el viento de afuera. No nos hagan salir, quedémonos aquí, creo que eso estamos pensando cada uno en nuestro sitio.
Se suma Diego Lorenzini en “Jugar Con Los Amigos”. No lo veía desde el año antepasado, cuando me hizo reír en el gomero de la Avenida Brasil y más tarde en el Cinzano, donde los asistentes más viejos no valoraron su asistencia y, a cambio, nuestra mesa suscitó el fanatismo. La luz apunta a Chini.Png que nos entrega un poquito de ella con canciones que aflojan y espesan el ambiente.
En un día como hoy, que suele ser lento, toma el micrófono principal Niña Tormenta con un tema Ad hoc a esta ocasión, nos hace olvidar que mañana es lunes. Vuelve Diego con “Fachada Contínua” y “Chiquero” haciéndonos bailar, antes comenta lo lindo que es este formato. La respuesta llega en silbidos.
Ninguno deja el escenario, a un costado van y vuelven, tocan, acompañan, siguen cantando. Continúa Rosario Alfonso con “Alcohuaz” y “Qué Más Quieres de Mí” manteniendo un eco dulce que se sostiene hasta el cierre con Saltador, quienes apuestan por una armonía medio andina que me remite al norte.
El festival a puertas cerradas fluye entre un artista y otro, nos transfieren una cosa especial que cada uno, en colaboración con otro, aporta más allá del sonido que sí, aquí suena muy bien. Entonces pienso: este es el crossover raro que mi domingo necesitaba. Una luz exterior entra a la sala oscura, se apagan los micrófonos y regresamos a nuestras casas para iniciar la semana.
