Desde La Calera, región de Valparaíso, el nombre de Natalia Flores, bajo su proyecto que toma su apellido como título, ha estado presente con fuerza en la escena porteña. Una comparecencia que se oficializa con el lanzamiento de su segundo disco “Aporías en el Corazón”.
Bajo 16 canciones, Flores recorre elementos del pop, electrónica y rock alternativo, en un trabajo que se marca por la honestidad y el aprendizaje.
“Cuando comencé con “Aporías en el Corazón” pensaba en hacer algo de pop, un disco sólo con las canciones que hiciera sonar mejor”, confiesa Natalia. Sin embargo, en pleno proceso creativo varias ideas mutaron. “Al final, en vez de ser un disco de 10 canciones se transformó en uno de 16, con 3 demos. Está lejos de ser un disco de pop porque su diversidad es muy grande.”
Un aprendizaje que traspasó las armonías y arreglos, traduciéndose a través de las propias letras. “Más allá de lo elaborada que pueda ser una producción, hay cosas que son muchísimo más importantes. Lo que uno transmite, lo que uno dice, la composición en sí misma“, señala la compositora calerana.
Confesiones a través de la música, que incluso llevan a procesos personales. “Si algo me dejó este disco son las reconciliaciones conmigo misma. Aunque tendrán que escuchar cómo llegué ahí, y a ratos es triste. Demasiado triste”, advierte Flores.
Sobre el nombre que da vida a su segundo LP, sucesor de “La Intimidad de los Peces”, la cantante señala que el concepto de aporía viene de “la imposibilidad de salidas, de resolución. Estos últimos años me he sentido un poco así y también he descubierto que la vida tiene algo de aquello”.
Bajo el alero de Sello Invisible, el proyecto musical de Natalia Flores incluye la participación de Rosita Pelúa (“Poema”), Javiera Electra (“Valdivia”) y Fungiscida (“Aporìa”).
“Aporías en el Corazón”, de Flores, ya está disponible en todas las plataformas de streaming.
