Entrever misterios es algo que a Dr. Bene le gusta tener presente en sus composiciones y El Libro Mudo (2023), su segundo álbum, está lleno de sorpresas que deparan “una carta al futuro”. En una primera escucha, definitivamente la placa te hará viajar hacia las profundidades del hip-hop latinoamericano de los 90’s, con sutiles tintes de salsa y bolero. Sin embargo, esta obra contiene fuentes de inspiración más allá de lo musical.
Desde Alberto Durero y Da Vinci, hasta Chopin y Bach son algunos de los personajes históricos que el rapero lleva consigo al momento de crear música, ya que, personalmente le atrae en demasía la capacidad que estos tenían para esconder mensajes en sus obras. Así, El Libro Mudo (2023) también es parte de un juego ¿Te gustaría saber una pista escondida detrás de este disco? Googlea su nombre y entérate de uno de los trasfondos que engloba las 18 canciones de este nuevo larga duración.
Y con motivo de ahondar aún más en el mundo de El Libro Mudo (2023), Dr. Bene conversó con LaRata.cl para revelar algunos de los secretos que ayudaron al reconocido rapero a construir su álbum.
¿Qué nació primero, el concepto del álbum o la idea de un mixtape?
Para mí es importante tener el concepto desde el principio. En mi caso no me gusta estar haciendo un disco y encontrarme con el título al final, por lo que el nombre siempre estuvo en mi mente y después empecé a trabajar las letras que tenía en mente.
¿Cómo fue el proceso creativo?, ¿Hubo libertades?
Yo le llamo “un caos controlado” porque no tengo una manera A, B o C de hacer las cosas. A veces solo tienes una idea de letra y después haces la pista, otras veces solo se te ocurre una línea de bajo que está sonando en tu cabeza y otras veces hay que hacer la letra al final. Entonces construyo alrededor de lo que salga primero; hay muchas formas distintas y siento que en el disco apliqué todas.
También tenemos un piño que se llama Criminal Beats donde hacemos las pistas para Mente Sabia u otros proyectos, pero en esta ocasión fue un reto porque ahora quise hacerme mis propias pistas (a excepción de una colaboración con Maldito Fen y una hecha por Matiah Chinaski).
¿Ese es tu modus operandi en general?, ¿El ir picoteando en canciones?
Sí, lo veo como si fuese un pintor que no pinta un solo cuadro sino que pone tres atriles, y de repente digo “ya, este lo dejo hasta acá” porque siento puedes darle un toque más fresco a todas las pinturas. Trato igual de tener la noción de hacia dónde voy y canalizarlo, pero descansando porque todos los días estamos teñidos de lo que nos pasa.
Sale harto del margen un LP de 18 tracks.. ¿desde un comienzo te propusiste hacer un álbum así de largo?
Para serte sincero no busque eso realmente, solo empecé a crear hasta que el Pérez me dijo que 23 temas no iban a caber en un cd si lo quería lanzar en físico. De hecho tuve que sacar temas, como cuatro o cinco, y casi saco unas que le gustaron harto a la gente.
Algunos amigos me decían que tenía dos discos y que hiciera una estrategia para sacar ambos, pero para mí nunca fue opción porque encontraba que era como hacer una película dividida en dos partes, así que se dio así..
¿Y te generó preocupación el hecho de que, hoy por hoy, la industria de la música abogue por placas de menor duración?
Es menos lucrativo. Últimamente pasa en el hip hop que los discos no superan los 12 tracks o tienen un mínimo de 8 para que no sea un EP, esa es la norma ahora y te podría nombrar muchos grupos gringos y chilenos que la siguen. Pero una vez que salió el disco la gente lo agradeció mucho, recibí un muy buen feedback diciéndome exactamente esto, que los discos largos ya no existen.
Además creo que quedó configurado de manera que el tracklist no se siente tan pesado, como que está bien matizado entonces no cansa escucharlo, sino que te va energizando hasta que llegas a un punto donde te das cuenta que ya vas en la mitad. Eso es bueno.
Suena como todo un reto..
Claro, lo fue cuando tuve consciencia de que serían 18 tracks. Y quise hacerlo así porque consideraba una falta de respeto lanzar un disco con pocas canciones, sobre todo porque saqué entre cuatro y seis sencillos; no quería que la gente tuviera solo cuatro temas nuevos.
Igual respeto esa estrategia y tengo conocidos del ambiente que han hecho eso.. pero personalmente siento que el público puede sentirse robado y yo, que me considero más público que artista, lo veo desde ese punto: si estoy esperando el disco de alguien, me gustaría que me mostrara más de lo que ya conozco.
¡Que bueno que te consideras más público que artista!
De hecho me considero así en todos los sentidos, por ejemplo, cuando hago un show en vivo siempre lo veo desde los ojos del público. Hay que hacerlo con respeto, no me subo curao y no existe la posibilidad de que me pegue el show o se me olviden las letras. Tampoco me considero algún tipo de ejemplo ni nada, pero a mí me ha pasado que me he desilusionado viendo gente que me gustaba mucho como rapeaba, onda pagué mi entrada, me senté, me pedí un copete y después estar con el público cachando situaciones embarazosas por parte del artista que al tercer tema ya estaba enfermo de curao y haciendo que el público cante.
Ahora que la vida me puso en la posición de yo estar en el escenario, me tomo con harto profesionalismo y respeto.
¿Y cómo compones desde esta mirada de público?
No basta solo con hacer una letra interesante o un buen flow porque todos se fijan en algo distinto, algunos prestan atención al tono de voz, otros en la métrica o el cómo se entrega el mensaje.. hay muchas maneras de organizarlo. Siento que tienes que ser obsesivo y tratar de considerar todos los factores posibles, y al final verlo a través de los ojos de los oyentes. Básicamente hago la música pensando en los temas que me gustaría escuchar a mí.
Es una mirada bastante compasiva..
Sí, y por respeto al público porque siento que siempre se les puede dar algo mejor. Por eso digo que hay que tener cuidado con las emociones porque si un día estás enojado o triste, hay que preguntarse si quieres que tu canción quede así. Creo que las obras quedan mejor cuando se les da aire y, si bien he terminado algunas canciones en el mismo día, hay que saber parar. Por eso digo que no hay métodos.