Buenaonda Tapes: Algo más grande que la nostalgia 

Las fronteras entre el trabajo y lo personal son ínfimas en este agradable departamento de Estación Central. En su interior, Aurelio Yáñez pasa las horas entre cartulinas, grabadoras, cajas y tallarines número 5 y otros formados por la negra cinta de cassette que se acumula con cada proceso de producción. 

En sólo dos años, Buenaonda Tapes le cambió la vida a este joven de Melipilla. Lo que nació como un proyecto universitario, hoy se luce como una pequeña pyme en donde la pasión por la música se cruza por el amor a los formatos físicos y la estética de cada obra. 

Con más de 30 ediciones a la fecha, el catálogo de este sello pasa más por el particular ojo clínico de su creador para distinguir piezas de música pop de excelencia, que el interés comercial, pasando de Frank Ocean y Arctic Monkeys, hasta Rosalía y el city pop japonés. 

“En un principio decidía solo por gusto personal. Hasta antes de Future Nostalgia (Dua Lipa) solo saqué álbumes que en algún momento me gustaron mucho y que sentía que a la gente igual podrían gustarle. Dentro de todo, igual pienso en que sean proyectos populares que se puedan vender. Hay veces en que he sacado una que otra edición más por petición de la gente que por gusto personal (El Madrileño, Twin Fantasy, The Life of Pablo), pero aún así, no me veo sacando alguna futura edición de algo que no me guste. Es como el requisito mínimo”, asegura Yáñez.

“Una vez me preguntaron si sonaban”, cuenta Aurelio, sobre una de las tantas conversaciones que ha sostenido con quiénes le han pedido cintas a través de Instagram, muchos de ellos jóvenes menores de 25 años que no alcanzaron a vivir los años de gloria del práctico cassette. 

La pregunta tampoco es disparatada: Buenaonda Tapes nace como un proyecto final de Diseño Gráfico en el DUOC UC, en el que con un grupo de compañeros se lanzaron a crear una empresa ficticia, con un modelo de negocios y un estilo definido. Sin embargo, como pocas veces ocurre con este tipo de ideas, ésta se hizo realidad. 

“La idea y el nombre se le ocurrió a un compañero de carrera (…) Partió como un trabajo para un ramo llamado Proyecto profesional, en el que junto a dos compañeros y amigos hasta hoy (un besito para Nacho y Felipe) lo creamos. Enganché muy rápido con la idea ya que también colecciono música, y antes había diseñado por mi cuenta un par de bootlegs en CD. Creamos tanto la identidad de la página como también algunas estrategias de marketing para hacer que funcionara. Cuando terminamos el trabajo, yo quedé súper entusiasmado con el proyecto y les propuse hacerlo realidad, pero me dijeron que no, así que lo hice yo solo jaja”.

-¿Por qué te inclinaste por hacer cassettes? ¿qué te llama la atención de este formato?

Es un formato súper distinto a todo lo que es el consumo de música hoy en día, donde todo es muy inmediato. En el cassette te ves un poco forzado a escuchar el álbum completo, práctica que recomiendo mucho a la hora de escuchar y descubrir música. Aparte de que entrega un sonido muy distinto al digital, es más inexacto, tiene hiss, es más cálido, personalmente le encuentro un atractivo que se perdió luego con la creación de los formatos digitales… y también son muy bonitos. La pequeña caja acrílica, ese lomo grueso que luce el título del álbum, que lindos se ven apilados, cada uno con sus respectivas tipografías, logos, lenguajes gráficos. Creo que en otros formatos físicos no se aprecia de la misma forma. 

-Sin embargo, tu formato favorito es… el CD, ¿no? 

Puede que suene un poco contradictorio con todo lo que dije, pero si (risas). Fue el que más disfruté cuando chico, armando compilados de música que bajaba del Ares. Luego, un día me regalaron el Californication (Red Hot Chili Peppers) para un amigo secreto y ahí empecé a juntar CDs. Siempre me gustó el diseño, me volvían loco los booklets, y hasta el día de hoy encuentro mágico ese momento en que compras un CD que te gusta y te pones a hojear el librillo, las tipografías, texturas, ilustraciones, toda la identidad del sonido del disco llevada al diseño de un librito, es la raja, por lo mismo que las ediciones que saco en CD son bien contundentes en cuanto a contenido gráfico, creo que ahí está todo el brillo. 

El 21 de enero de 2021 nació este proyecto sui generis, con un catálogo inicial de 10 títulos que dejaban en evidencia la diversidad de gustos de su autor: Mac Miller, Arctic Monkeys, Idles, Tyler, the Creator, Fother Muckers, My Bloody Valentine, Mac De Marco, Frank Ocean y la banda sonora de Hey Arnold!.

En pocas semanas, la página de Instagram sumó cientos de seguidores de todo Chile. Se sumaron decenas de pedidos y también los primeros dolores de cabeza: conseguir más cintas vírgenes, imprimir las portadas con un amigo confiable o mantener en forma las máquinas para grabar cada cassette. Y sí, todo es a mano. En el camino también aprendió de otros pares, como el sello Activar, especializado en ediciones bootlegs de discos populares y trabajos de punk chileno. “Es un gran referente para mí, le tengo mucho cariño y me ha brindado de mucho conocimiento en estos años”, reconoce.

-¿Cómo es el proceso de producción de tus cassettes?

Es bastante hueveo, jajaja. Primero, creo una sesión multipista en Adobe Audition para separar lado A y B. De ese notebook sale el sonido por línea hacia tres decks dobles conectados en cadena para poder grabar todos simultáneamente a tiempo real. Luego de grabar el lado A detengo los cassettes y les extraigo de manera manual toda la cinta sobrante, para que la duración total de la cinta sea similar a la del álbum que estoy grabando. Luego procedo a grabar el lado B. Después de eso, vendría el proceso de pintar las cintas, en donde les coloco sus protecciones correspondientes y les aplico pintura en aerosol. Es todo bastante artesanal, pero siento que la gente ha sabido valorar ese proceso. Al igual que siempre estoy dispuesto a ayudar a quien tenga alguna duda sobre mis procesos, el conocimiento es para compartirlo.

Con el paso de los meses, Aurelio ha vivido más de alguna anécdota con los discos que ha venido lanzando mensualmente. Uno de ellos fue el disco en vivo “Tercer Piso Domingo Santo, Fother Muckers En Su Casa”, de Fother Muckers. “De alguna manera llegó a ellos (ahora Ases Falsos), lo que provocó que me contactara su representante. En ese momento me cagué de miedo, le pedí disculpas y que si les molestaba podía bajar la publicación del cassette, etc., igual entendiendo que es piratería y que podían no tomárselo muy bien. Pero todo lo contrario, me dijo que estaban encantados con lo que había hecho, que lo veían como un gesto muy lindo y de aprecio”.

“De ahí todo escaló a que quería que trabajáramos juntos, tuvimos un par de llamadas y quedamos de juntarnos pero al final ese día nunca llegó. Supongo que se lo replanteo mejor y llegó a la conclusión de que no era una buena idea ajaja. Muchos meses después en alguna ocasión me habló por Instagram Cristobal Briceño, también interesado en que hiciéramos algo juntos, cosa que tampoco prosperó”. 

-¿Cómo llevas tu vida con Buena onda Tapes, es tu principal sustento?

En realidad, Buenaonda Tapes es mi funcionamiento que me permite vivir la vida jaja. Es, en gran parte, lo que me paga las cuentas, la comida y el arriendo. Lo complemento con una que otra peguita que salga por ahí, a veces de diseño o de lo que sea, por ejemplo, este último año llevo trabajando todos los domingos en la mañana de banderillero en una ciclo recreo vía de Santiago, y de lunes a viernes me dedico a Buenaonda Tapes. No me estaré haciendo millonario, pero es mi vía de escape al trabajo formal, lo cual es bastante satisfactorio.

¿Lo ves como un sello a futuro?

En cuanto a convertirme en un sello no me lo he planteado, si te soy sincero soy bastante ignorante en cuanto al tema, y creo que no tengo los contactos como para hacer algo así, ni me siento parte de alguna escena en particular. 

En enero pasado, Buenaonda Tapes celebró sus dos años de existencia. A la fecha, el ránking de más vendidos es: Blonde (Frank Ocean), Salad Days (Mac Demarco), la banda sonora de Hey! Arnold, Madvillainy (Madvillain) y Flower Boy (Tyler, The Creator). A estos se sumarán varios títulos, como parte del plan de aniversario.

“Llevo meses trabajando en lo que será el 2do Aniversario de la página. Para el primer aniversario hice una compilación personal con temática City Pop Japonés, la cual bauticé como “Buena Onda Mixtape Vol. 1”. Fue brígido, porque no le tenía nada de fe, sólo quería darme el gusto de hacer una edición propia y con canciones escogidas por mi, pero la recepción de la gente fue increíble, partió siendo una edición limitada de 50 copias numeradas a mano, y finalmente tuve que lanzar una 2da edición ya que la gente no paraba de pedírmelo todo el tiempo”.

Para esta celebración, el sello contempla una semana completa de lanzamientos, con dos nuevas ediciones en formato CD, cuatro títulos en cassette, dos concursos y el lanzamiento del Mixtape Vol.2, que se realizará en una transmisión en vivo por Instagram Live. Este último proyecto es el más especial, ya que conecta a este joven de Melipilla con una de sus pasiones: “Va a estar completamente ilustrado por mí, que era algo que tenía ganas de hacer hace mucho. Durante el año tomé cursos de ilustración digital, y si bien aún soy un aprendiz en el tema, estoy bastante conforme con el resultado. Espero que con tiempo y práctica pueda pulir mucho más este aspecto para que salgan cositas bacanes”.

Buenaonda Tapes
Instagram: https://www.instagram.com/buenaondatapes/

Fotografías por Jacqueline Riveros.

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