Zoe Gotusso: “No me conquista el género, me conquistan las canciones”

17 de octubre de 2019 fue la fecha en que Salvapantallas saldó su deuda con el público chileno en Sala Metrónomo. Era la gira de despedida de la agrupación, el momento propicio para que sus integrantes dieran un nuevo salto en sus carreras. Zoe Gotusso pensaba en eso, mientras observaba la cordillera de Los Andes tras su presentación, justo cuando a su espalda Santiago estallaba y Chile despertaba.

Con 23 años, la cantautora ha pasado de interpretar versiones de clásicos de la música latinoamericana a ser una de las jóvenes referentes de la música argentina. Un paso que viene de la mano con el primer anuncio de su debut como solista.

“Ganas” es el primer single del disco de la oriunda de Córdoba. Un sencillo, lanzado hace ya dos meses, que vino acompañado de un videoclip en donde se la ve junto a sus gatos viviendo y superando el encierro que ha provocado la pandemia. “Siempre intento estar tranquila, obvio que hay días buenos y malos. A pesar de lo catastrófico, es un buen experimento de introspección, yo encuentro la felicidad en mi guitarra, en mis canciones”, declara Zoe.

No fue el único estreno que presentó en sus redes. “Retrato en movimiento” es un documental que muestra el trabajo de la artista en la grabación y producción de este primer larga duración bajo su nombre. También se le ve reflexionando y siendo parte de lugares como el mar y la calle, espacios que por el coronavirus se fortalecen en la nostalgia.

Cuéntanos de “Ganas”, ¿Cómo fue la recepción de la gente?

Yo ya tenía hecho el disco y elegí la canción como single porque dice que está bien, llora y se recupera. Me parece que eso está pasando en este viaje introspectivo en las casas. Y la respuesta ha sido muy positiva: me llegan canciones, tatuajes, madres con hijas cantándolo en videos, es un debut muy lindo para mí. Soy una persona que, ante la exigencia siente insatisfacción al lograr cosas, y esta vez lo recibo con mucha alegría. Me siento muy a gusto con mi música y conmigo, y con la respuesta de la gente.

Antes habías lanzado otros singles, ¿Forman parte de este próximo disco?

Yo antes de Ganas, además de Salvapantallas que es mi primer proyecto, me agarraron estos caprichos de estar sola y saqué “Un Bossa +”, Calefón” y “Monoambiente en Capital” en Spotify. Fue de apurada y encaprichada por querer tener cositas sola. Ganas” viene a romper el hielo de lo que se avecina. Espero que en esta nueva producción haya un crecimiento. Me siento con otro caminar, con otros deseos, tristezas, felicidades y pienso que eso se refleja en mi disco.

Podemos notar en “Retrato en Movimiento” que habrán muchos elementos: pianos de cola, cuerdas, sintetizadores.

Yo siempre he mantenido una línea de pianos, guitarras criollas, porque es lo que me vuelve loca, Lo orgánico, la búsqueda más clásica, en este disco puse más el foco en eso, además de hacer canciones donde la guitarra y la voz hablen solas. En eso de enfatizar esa búsqueda me di el lujo de grabar cuerdas, que nunca había hecho antes, que es una textura muy hermosa. . Creo que puse más énfasis en ser regional: recorrer los ritmos latinos, el bossa, el folklore, de poner una pisquita de tango. No es que vayas a encontrar un tema de tango, otro de bossa, no es así, pero se nota que están las influencias.

¿Te ha marcado algún género durante la cuarentena?

Me es muy difícil encerrarme en géneros. Puedo mencionar mi lista de Spotify que se llama tranquila, y van a ver que hay canciones muy distintas. No me conquistan los géneros, me conquistan las canciones. No estoy en una búsqueda experimental, ni de sonidos. Por lo general me encuentro y trabajo con las canciones desde el hablar, el mensaje y la armonía o dulzura. Me cuesta definir, porque hay de todo en mis listas, suena de todo.

Estuviste un tiempo viviendo en Europa, ¿Qué significó para ti?

Yo hice ese viaje cuando terminé el colegio. No me fui a trabajar y estudiar, pero hice de las dos cosas y aprendí un montón. Imagina una chica de 17 años, sola de hostal en hostal en otro continente. Me hizo aprender muchísimo, fue un acelerador de vida para mí. Empecé a tocar en las calles, yo era tímida y estar a kilómetros de distancia, sin que nadie te conozca me hizo sentir más cómoda, y tocar en el calle fue increíble: me han abrazado, me han filmado, me ha corrido la policía. Fue una buena cachetada, en el buen sentido.

Volviendo al documental, vemos que una niña corre a felicitarte mientras tocas. También tienes seguidores muy jóvenes, ¿Te consideras una referente generacional?

Me estoy dando cuenta ahora. No me puedo comparar con otras, recién estoy empezando. Niñas, niños, adolescentes, e incluso de mi edad. Antes, mi búsqueda era más egoísta y ahora que hay una respuesta, digo qué importante decir algo interesante. Me puedo dar cuenta que puedo ser referente y lo soy, pero sin querer sonar soberbia, es porque me llegan mensajes muy hermosos de una niña que aprende o se anima a hacer una canción y me lo agradece. No sé por qué, pero me hace sentir un poco eso, inspirando o dejando una chispa en el otro que se encienda, y eso es lo más lindo que hacer canción.

Podemos ver que hay una camada muy fuerte de música nueva Argentina: LOUTA, Daniela Spalla, Bandalos Chinos, Florian, Malena Villa. ¿Te relacionas mucho con esos grupos?

Excepto a Dani que no la conozco, pero mira qué casualidad que íbamos en el mismo colegio, solo que ella era mucho más grande que yo, pero no lo sabe y nunca me la he cruzado. Ya se lo voy a decir (risas). Todos los que mencionas son muy queridos y colegas míos. Quiero a los Bandalos, a LOUTA lo adoro, a Florian, los visito. Hay una camada muy prendida y latente que se viene gestando hace un montón y ahora está floreciendo. Me pone re contenta ser parte y verlo. Los festivales de indie que se hacían hace cuatro años, de repente se llenó de un montón de amigos míos donde estamos encontrando nuestros lugares. LOUTA es más performer, Florian con un lo-fi cool, yo con mi guitarra y mis canciones, me parece re interesante. Es hermoso este big bang de la música.

Uno de estos festivales, el Nueva generación, es uno que no tiene más de cinco años. Empezó siendo uno muy indie para 500 personas, y ahora ha recibe cuartenta mil. Lo que está pasando es que se unen fuerzas, y eso está pasando acá (Buenos Aires), en Córdoba, en Rosario. Saber que estos artistas suenan en Chile me alegra un montón. Acá lo sentimos mucho, y me alegra que se sienta afuera.

Siguiendo con los festivales, ¿Qué tal fue la experiencia de ser parte de Cosquín Rock y tocar en el Luna Park?

Para los que no saben, Luna Park es un venue emblemático, tocar ahí es casi consagrarte. Y para mi debut solista, que estoy abriendo este proyecto, porque He tocado un montón pero con Salvapantallas, fue una experiencia bastante rara y también increíble. Estaba sola abriendo el show sin gente, solo había un temporizador que me contaba un minuto para abajo. Era como grabar tele pero tenía que imaginarme la energía de la gente. Me fue muy difícil y estaba muy nerviosa pero fue un gran desafío y siempre se aprende. Si venía alguien y me decía “Vas a debutar en el Luna y no habrá nadie”, me parecía increíble.

En Argentina se realizó uno de los primeros festivales con igualdad de género en sus artistas, ¿Qué opinas del momento del feminismo?

Es un tema que se ha hablado tanto. No quiero decir obviedades, ya sabemos que estamos bajo un sistema patriarcal. Me pone muy contenta el momento de la mujer. Siempre sigue la lucha y se hace más fuerte. Me gusta mucho ser mujer, y me encanta en este 2020 estar en este equipo. Ha habido una injusticia durante muchos años y han pasado muchas cosas horribles, pero me gusta ser de este equipo para bancar y ayudar a llevar al equilibrio entre hombres y mujeres.

¿Cómo fue tu paso, junto a Salvapantallas, por Chile?

Fue muy fugaz, no puedo hablar mucho porque he ido dos días. Un día y medio la verdad, fui a tocar y me volví. Me invitaron a hacer planes y sé que hay planes lindos para hacer, pero no los hice y justo pasó todo (estallido social). Fue muy loco y a la vez fue muy lindo haber ido a dejar un show, un poquito de amor. Tengo ganas de volver a Chile y esa vez fue un concierto muy íntimo, nunca habíamos ido antes y no sabíamos si habría gente. Finalmente fue un show de 100/150 personas muy hermoso y especial. Yo me la pasé muy bien. Fue hermoso haber cruzado la cordillera, pero me falta empaparme de Chile, habitarlo y curtirlo.


Habitar y sentir Chile. Es una de las deudas y deseos que Zoe manifiesta sobre nuestro país. Además de conocer más sobre la cultura chilena, en especial a las mujeres que hacen música. Ya tuvo la oportunidad de conocer a Francisca Valenzuela en una cena, vio un show de Cami en vivo y pudo abrir un concierto de Mon Laferte. “Me pasó que luego me invitó a cantar una canción y no me di cuenta”, se lamenta y ríe de la anécdota. Pero ya habrá otra oportunidad, mientras tanto prepara y aguarda seguir lanzando el material que titula su primera aventura solista. Un camino que espera que le permita volver, con guitarra en mano, a admirar el cruce de la cordillera y probar las empanadas de pino.

 

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