La llegada al cine de “Tengo miedo torero” de Pedro Lemebel: Entrevista con su director

“Este proyecto tenía cerca de 10, 12 años cuando llegué yo”, comenta Rodrigo Sepúlveda, director a cargo de llevar a la pantalla grande Tengo miedo torero, la célebre novela de Pedro Lemebel.

Sepúlveda ha incursionado en televisión como director de “Héroes”“La Poseída” y “62: Historia de un mundial”, por mencionar algunas, así como guionista en las teleseries “Wena Profe” y “Amar a morir”, entre otras. En el cine, en tanto, su carrera destaca por títulos como “Padre nuestro” (2006) y “Aurora” (2014), cintas que se adjudicaron varios premios y reconocimientos.

Sin embargo, su próximo estreno podría tratarse del más desafiante y transversal de su carrera, pues es la adaptación de una de las obras más importantes de la literatura nacional -y hasta latinoamericana- y uno de los proyectos más postergados del cine chileno: Tengo miedo torero.

La historia gira en torno a La loca del frente, un homosexual cercano a los 50 años que se enamora perdidamente de Carlos, un guerrillero perteneciente al Frente Patriótico Manuel Rodríguez. El romance tiene lugar en vísperas del atentado al dictador Augusto Pinochet el año ’86, quien junto a su mujer, Lucía Hiriart, también son personajes de la novela, mas no de la película.

“Todas las citas de cuando Pinochet y Lucía iban en el auto, las borré”, comenta Sepúlveda, “siento que no merecen ser parte de una película tan linda”, enfatiza el director, quien adaptó personalmente el guión escrito por el propio Lemebel.

El elenco lo encabezan el afamado actor nacional Alfredo Castro (“Tony Manero”, “Post mortem”) en el papel de La loca del frente, y el reconocido actor mexicano Leonardo Ortizgris (“Museo”), como Carlos, el guerrillero. A ellos se suman Amparo Noguera Paulina Urrutia como la dueña del almacén y la Sra. Clarita, respectivamente. Luis Gnecco y Sergio Hernández, mientras tanto, dan vida a las travestis amigas del protagonista, y Julieta Zylberberg es Laura, compañera de Carlos en la guerrilla.

Desde los entre telones de la película, hasta algunos cambios en la historia, la figura de Lemebel y el escenario post estallido social y pandemia son algunos de los temas que conversamos con Rodrigo Sepúlveda, director, en esta entrevista con LaRata.cl.

Alfredo Castro fue elegido por el propio Lemebel como protagonista de la película

¿Cómo llegó a la película? Tengo entendido que el proyecto estuvo varios años sin concretarse.

“Jorge López, de la productora Zapic, tenía los derechos de un guión de Pedro Lemebel de Tengo miedo torero, él y la productora Forastero con quien hice “Aurora” me contactaron hace tres años y dije que sí”, rememora Sepúlveda, haciendo alusión al controversial guión que por años frenó la llegada al cine de la novela.

El libreto en cuestión fue objeto de una disputa que parecía no iba a terminar nunca, con dos productoras enfrentadas por la realización de la película y que se adjudicaban los derechos de la obra. Finalmente, tras años de un proyecto que empezó con la asesoría del mismo Lemebel por allá en el 2005, cuando un director italiano estaba decidido a llevar la historia al cine, el año pasado se rodó la película de Tengo miedo torero bajo la dirección de Rodrigo Sepúlveda.

¿En qué momento se suma Leonardo? Llama la atención que sea un mexicano el que interprete a Carlos, considerando que en la novela se trata de un guerrillero chileno, ¿cómo se ve eso en la película?

Tiene que ver con las producciones y coproducciones internacionales. Esta película es una coproducción con México y Argentina, por lo que hay actores mexicanos y argentinos. Lo de Carlos se justifica fácilmente, porque muchas de estas personas vivieron y fueron entrenadas en Cuba. Pasaron la guerrilla centroamericana, y contamos un poco, muy de pasada, que él es hijo de un mexicano y una chilena y que está en Chile clandestino preparando el atentado a Pinochet.

El dictador Augusto Pinochet y su mujer, Lucía Hiriart, son parodiados en la novela. Sin embargo, el director decidió excluirlos de la película.

Usted menciona que eliminó los personajes del Dictador y la señora Lucía para la película, ¿Cómo van de la mano el respeto por la obra original y la libertad creativa?

Es que hay un minuto en que uno, sobre todo en el momento de escritura, tiene que liberarse, yo creo que la película rescata el mundo de Lemebel, rescata los personajes de Lemebel, rescata la atmósfera de los 80, pero sí hay que tomarse libertades porque esta es una película y la original es una novela. Así nomás se hizo.

Mira, otra cosa que aparece en la película y que para mí es casi otro personaje es que la historia se desarrolla once meses después del terremoto del 85, entonces, yo también quería que se diera cuenta de eso, además es una gran metáfora, de una ciudad que está en el suelo, que está derrumbada. 

Por otra parte, La Loca vive en “la pajarera”, que es un cité, muy pequeño, y había que explicar cómo un travesti de sesenta años, pobre, que se dedica solo a bordar, pueda vivir en una pajarera que es una cosa muy noble, muy poética que instala Lemebel en la novela, pero tú cuando quieres llevar estas cosas al cine, son más difíciles de explicar. Al mostrar el exterior puedes notar que es un lugar que está abandonado, probablemente por los dueños luego del terremoto, que está lleno de grietas y entonces eso justifica que pueda vivir él en ese lugar. Son cosas que tú te vas preguntando cuando vas haciendo el guión y te las vas armando cuando empiezas a trabajar en concretar la película.

¿Cuál fue su primer acercamiento con la novela? ¿La había leído antes de empezar este proyecto?

Sí, de todas maneras, yo ya conocía perfectamente la historia y la obra de Lemebel. De hecho me lo topé un par de veces, nos presentaron y todo pero mucho antes de empezar con la película.

¿Qué sentimientos de la novela prevalecen en la película? Porque la pluma de Lemebel es única, y Tengo miedo torero está escrita de una forma muy poética, como un gran bolero, ¿se verá eso en la pantalla?

La esencia está, la historia de este amor improbable está. Porque sí es improbable que un joven guerrillero y un viejo travesti que ya va de vuelta y atrás en la vida coincidan, claro, es como una última posibilidad de amor que siente La loca del frente. También, está en la película y se marca mucho como él sabe lo que está pasando, entiende que es una situación totalmente improbable, pero decide vivirla y jugársela por esta historia de amor imposible.

El actor mexicano Leonardo Ortizgris encarna a Carlos, el guerrillero que enamora a La loca del frente.

La novela tiene estos dos mundos que se complementan el uno al otro, el romántico y el político. Ambos contextos están muy marcados y van jugando entre sí, ¿la película está más cargada hacia uno de estos espacios? Es decir, ¿es una película más romántica o más cercana al suspenso?

Están las dos cosas, de hecho, el mundo de la calle y de la política de la dictadura yo lo muestro bastante en la película. Es más, yo digo que esta película tiene tres patas: la política por un lado, que se ve en varias manifestaciones, donde tuvimos la oportunidad de grabar una de ellas con familiares de detenidos desaparecidos, y salen el guanaco, los pacos, los milicos, al final con el atentado a Pinochet, cuando declaran estado de sitio. Está lo romántico también con esto que se va dando entre La loca del frente y Carlos, hay escenas muy bonitas de ellos dos, y también está la pata musical. Están “Fever” de la Peggy Lee, “Tengo miedo torero” de la Lola Flores, también incluimos “Libre” de Paloma San Basilio en una escena muy bonita, hay grandes números musicales a lo largo de la película. 

Hablando de música, se dio a conocer que Manuel García y Pedro Aznar serían los encargados de la banda sonora de Tengo miedo torero.

Manuel al final no pudo, así que la música la hizo Pedro, música incidental y para escenas de la película. El final sí lo cerramos con una canción de Manuel y Pedro juntos. Bueno, además como te mencioné están todos estos números musicales, es una película muy musical.

Pedro Lemebel visibilizó la homosexualidad en Chile en plena dictadura a través de sus obras plásticas y performances como parte de “Las Yeguas del Apocalipsis” junto a Francisco Casas.

Volviendo a la novela, ¿cómo fue retratar la cultura homosexual de los 80 en Chile? ¿Cómo es llevar ese mundo al cine? Porque en el libro hay momentos bastante explícitos, ¿estarán en la película?

Mira, hay de todo. De partida de lo que yo me quería alejar, y estábamos todos de acuerdo en eso, Alfredo, yo, arte, era salirse del cliché del mundo “gay – Frida Kahlo – animita mexicana” y de hecho la casa donde ella vive no tiene prácticamente ningún adorno en las paredes, son paredes que están desnudas, que solo ves las grietas del terremoto, la casa no tiene marcos en las ventanas, entonces hay una pobreza ahí muy importante, muy impresionante. Así que más que subrayar o resaltar lo gay, estamos mostrando pobreza, segregación. 

También hay una escena que escribí yo, que no está en la novela, con la que parte la película, y es que La loca del frente llega a un cabaret clandestino en plena dictadura donde hay un grupo de travestis cantando y bailando, y el cabaret es allanado por la policía y esto es como un musical, están cantando Fever, y matan a la travesti que está cantando. 

¿Cómo es la Loca del frente de Alfredo Castro? ¿Cómo fue su proceso y cómo definiría usted su interpretación?

Alfredo siempre iba a ser el protagonista, en todos los años que la película estuvo parada. El mismo Lemebel lo aprobó. Por el otro lado, hay distintas miradas. Yo vi algunas fotos que salieron en algunos diarios de Alfredo y no me gustaba, porque yo sentía que estaba vestido como Lemebel y no como La loca del frente. Entonces el trabajo que hicimos, fue por un lado mostrar a La loca como un viejo travesti y pobre, que se viste como hombre y que habla y camina como hombre en la calle aunque siempre afeminado, no ocultando su homosexualidad. Pero es como un gay de provincia, porque así era, o sea en los 80 no podría haber salido así sin que la detuvieran o golpearan.

Tengo entendido que la película terminó de rodarse antes del estallido social del año pasado. Considerando el fuerte contexto político de la historia, ¿cree usted que la revuelta le entrega una nueva perspectiva a la película?

Sí, de todas maneras. Nosotros cuando grabamos la película los mismos cabros del equipo técnico nos preguntaban a Alfredo y a mí, que éramos los más viejos, cómo era todo, lo del estado de sitio, si en la calle andaban los pacos o los milicos, etc. Entonces, ya teniendo un significado super actual la película, lo que esto instala para la historia es súper bueno.

Además, mi tesis de trabajo para hacer esta película, al escribirla y al filmarla, era que Lemebel había iniciado hace 25-30 años atrás el resultado de lo que estaba pasando ahora. Lemebel fue el primero en sacar públicamente y conflictuar a la sociedad chilena con el tema de la homosexualidad, el vestirse de mujer, los hombres usando taco alto en la calle, el mostrarlo y no ocultarlo. 

La novela fue publicada en 2001 y recibió una excelente recepción tanto crítica como comercial, estando nominada a un Premio Altazor y vendiendo cerca de 20.000 copias a la fecha.

El estreno de esta película iba a ser pronto…

Sí, claro, ya está terminada la película. La fui a montar a Buenos Aires, estaba trabajando allá para el estallido social, me lo perdí todo. Luego hicimos la postproducción también allá y el sonido. La película ya está lista, cerrada, terminada, y esperando estrenarse cuando se pueda.

¿Alguna fecha tentativa?

La idea original era estrenarla en algunos festivales y luego estrenarla en Chile a mediados de año, pero no alcanzamos a mandarla. Curioso es que en algún minuto salió la idea del fin de semana largo del 21 de mayo, porque eran cuatro días en los que la gente podría ir al cine y parecía buena idea. Lo otro bonito que yo quería hacer con el estreno, y que la productora había aprobado, era hacer un estreno social y público. Fuera del estreno tradicional en salas convencionales, proyectarla en plazas, centros de madres, juntas de vecinos, llevar la película al público de Lemebel, a su gente. De todas formas la idea sigue en pie. Ahora con esto de la cuarentena, hemos estado pensando en enero o febrero de 2021, pero aún no sabemos bien qué hacer.

¿Y algún trailer o avance? ¿Se ha hablado de eso?

Tenemos, bueno, hemos aprovechado este tiempo para eso. En este momento tenemos cuatro trailers en producción, estamos afinándolos, cortándolos, viendo qué se puede usar y qué no. Hay dos afiches maravillosos, muy lindos. 

Bueno, y a nivel personal y profesional, ¿en qué lo pilló la pandemia? ¿algún proyecto en mente?

Tenía un par de proyectos pero con esto de la cuarentena he estado bastante perdido, absorbiendo más que nada, pero nada claro ni concreto. Lo que sí, he estado trabajando en la segunda temporada de “Historia de un mundial” para TVN.

Para ir cerrando la conversación, me gustaría proponerle un ejercicio, un imaginario, ¿qué cree usted habría pensado Pedro Lemebel sobre su película?

Yo creo que un día la amaría y al siguiente la odiaría (ríe). Así era él, era y es parte de su esencia. De todas formas es solo una fantasía, un supuesto, no podremos saber nunca realmente qué pensaría Lemebel. Pero yo creo que le habría gustado, porque agregué cosas que no salen en la novela pero que son muy de Lemebel. Por ejemplo, hay una escena donde La loca le dice a Carlos algo como: “cuando la revolución sea con las locas, iré contigo”, que es algo con lo que yo creo Pedro se sentiría muy identificado.

El documental Lemebel de Joanna Reposi estrenado en 2019, retrata la vida y obra del autor. El filme estará disponible de manera gratuita a través de ondamedia.cl desde el 5 de junio.

Hace alusión a la discriminación histórica de la izquierda a los homosexuales y a todas las minorías sexuales, como en la Cuba de Castro cuando los mandaban a campos de concentración. Bueno y el mismo Lemebel, que fue discriminado por la izquierda chilena.

De todas maneras, a Lemebel lo echaron del Partido Comunista por su condición sexual, y al final de la película, La loca dice algo respecto a lo que mencionas de Cuba, pero tienen que verla (ríe).

Puedes ver el primer tráiler de la película a continuación:

Total
0
Shares
Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Previous Post

“Vuela Tu Cabeza”, conoce el álbum debut de Tolozza

Next Post

“Todo Se Me Pasa”: Chancho en Piedra estrena video musical grabado en zona de sacrificio