Por Osvaldo Lizama / @elnegrolizama
Fotografías por Octavio Cordova / @octavio.cordoval
Lo del domingo durante el cierre de Lollapalooza fue apenas un aperitivo para los sedientos fanáticos de Tool, que esperaron más de 30 años para ver un concierto del influyente grupo de rock progresivo. Al estar encabezando un festival, los fans más acérrimos sabían que la presentación iba a ser acotada y que quedarían varias canciones fuera del set. Pese a la sorpresa de “Parabol” y “Parábola”, el público de Tool necesitaba una última dosis para calmar esa eterna agonía.
Poco importaron las restricciones del uso del celular y la disposición de sillas en la cancha del Movistar Arena -aunque sea una dinámica atípica para un concierto de rock- porque la comunión entre Tool y su gente finalmente se concretó.
En casi dos horas y media de espectáculo, la banda angelina mostró un set que recorrió todos sus discos y que comenzó con “Fear Inocolum”, esa introspectiva canción que bautiza a su último álbum y que se va construyendo poco a poco hasta su demoledor final.
Inmediatamente después la primera sorpresa de la noche: “The Pot”, una de las canciones más queridas de la banda, una composición que habla de la hipocresía pero que a la vez es uno de los temas más convencionales de Tool.
A esa altura el juego de luces y lásers se tornaba un miembro más del cuarteto, obligando a los asistentes a girar sus cabezas y apuntar hacia el techo del Movistar Arena para apreciar las extrañas gráficas que proyectaban.
El potente combo de “Jambi” y “Rosetta Stoned” del aclamado “10,000 days” mantuvieron en lo alto al público que gozó y coreó de principio a fin “Pneuma”, ese monumento que incluyeron en “Fear Inocolum” y que hizo sufrir al mismo Mike Portnoy al tratar de aprenderla.
“Chile, Santiago”, gritó Maynard James Keenan entre las sombras, desatando un rugido que se extendió cuando sonaron las primeras notas de “Stinkfist”, ese tema que abre el favorito “Ænima”.
Antes de tomarse un receso de 15 minutos, Tool despachó la reflexiva “Descending” y su clásico “Schism”, el cual tuvo tuvo un inédito error del perfecto baterista Danny Carey y tuvo que ser reanudada en uno de sus segmentos. Aunque un músico con la experiencia y el nivel de Carey sólo puede equivocarse en un momento así por estar demasiado compenetrado con el público, que a esa hora estaba en un trance con el single de “Lateralus”. Para “redimirse”, rápidamente tocaron “Ænema”, esa canción que anhela la destrucción de Los Angeles y que es dueña de uno de los mejores riffs de guitarra de su discografía.
Tras el descanso Danny Carey hizo una espectacular demostración con la instrumental “Chocolate Chip Trip”, alternando entre su apoteósica batería y un modulador de sonido.
Al cierre sonó el único guiño a su debut “Undertow” con “Flood”, para luego dar paso a “Vicarious” y a un ensordecedor canto por parte de los casi 12 mil asistentes. Sin embargo aún faltaba más: “Invincible”, esa canción que habla de la fortaleza y la resiliencia, y donde la melodía y el ritmo conversan en polos casi opuestos, puso punto final a la aventura de Tool por Chile.
Sin dudas serán un par de conciertos históricos para los fanáticos de la música, con ninguna noche por sobre la otra en términos de calidad musical, creatividad y virtuosismo.
Tool
Movistar Arena, 25 de marzo de 2025
- Fear Inoculum
- The Pot
- Jambi
- Rosetta Stoned
- Pneuma
- Stinkfist
- Descending
- Schism
- Ænema
- Chocolate Chip Trip
- Flood
- Vicarious
- Invincible