“Ma’ no tengo garantía te aseguro una cosa, que puedo darte de esas noches peligrosas”. Dos versos de “DIOSA” que más allá de ser una invitación sugerente y provocativa cantada por Paco, fue justamente lo que nos entregó el par trasandino en una jornada que no necesitó de un jacuzzi físico para elevar la temperatura a más no poder.
En una Blondie prácticamente repleta, las expectativas ante un concierto que se vendió por completo un mes después de su anuncio eran, más que reales, latentes. Fácilmente podría haber sido un sentimiento colectivo que pese a estar ahí, no llegaba a ser preocupante ni por lo más mínimo.
La seguridad que sería una noche de aquellas- una peligrosa como dirían ellos– fue más fuerte que todo. ¿Y lo mejor? Es que fue un total acierto.
Pará, pará, pará, pará. ¿Konejo espumoso? Sí
Era miércoles y Fauna en su instagram entregaba los horarios junto a una sorpresa: Kuina era la artista invitada a abrir la noche.
La artista brincó entre temas de “en el cielo viven los serafines” y “SOLO ESTOY JUGANDO MIXXXTAPE”, su más reciente trabajo de estudio. Todo esto con una presencia escenica que la artista ya ha demostrado poseer en diversas ocasiones.
Y es que la mente tras Konejo, Leonora y Kuina entregó su cuota de histeria y jugueteo a la noche con su presentación previa, dejando la energía bien arriba con un publico que si la conocía o no, vaciló completamente su show.
Mantengan la calma y fumense un fasito
¿Entrada triunfal? Interesante. ¿Entrada bizarra? Bien. ¿Triunfal y bizarra? Perfecto.
Con un video que daba un lore bastante gracioso en donde narraban como un asteroide de la san puta – cita textual del video- cruzaba por distintas dimensiones con versiones chistosas de ellos mismo, hasta llegar a Santiago de Chile para explotar, fue que entraron Paco & Ca7riel con “LA QUE PUEDE, PUEDE” de fondo.
La banda y las visuales de fondo complementaron esta experiencia inmersiva de la que todos estaban comprometidos con su objetivo: pasarla bien.
Una verdadera montaña rusa en la que el ascenso y descenso de emociones estuvo a cargo de su amplia y versátil discografía que tienen tanto en conjunto como en solitario. En un momento todos estabamos bajo la sustancia de la sensualidad que significa disfrutar de “DUMBAI” y en el siguiente el mosh era un ingrediente casi obligatorio en la versión intensa de “Todo el día” que entregó la banda.
Un buen entretiempo en este multiverso de la locura fue cuando sonó “Danca Da Maozinha” y eso solo significó una cosa: que más de mil personas hicieran la icónica coreografia brasileña junto a Paco y Ca7riel.
Más de sesenta minutos de constante adrenalina y éxtasis, que también tuvo un quiebre que fue recibido por todos de la misma forma. Bajo una melancolía y entrega que solo “PIRLO” podía provocar y que nadie se resignó de ser parte, porque pesé a que todos amamos la sensación de estar arriba, también es necesaria esa cuota de lamentarse y decir “no he muerto, pero casi”.
¿De los mejores show de lo que va en este 2024? Afirmar eso sería poner las manos directo al fuego, pero con un “Baño María” como cura, una quemadita no suena nada de mal.
