Este miércoles 15 de mayo la banda estadounidense Black Pumas se presentó en el Teatro Caupolicán con todos sus éxitos.
En medio del frío que poco a poco comienza a colarse en las calle de la capital, algunos Santiaguinos comenzaban a hacer fila en las afueras del Caupolicán, esperando con paciencia el comienzo de la velada. Una velada que no se repetía desde el 2022, en el mismo lugar que tocaba esta noche.
Mientras los más ansiosos aseguraban su lugar lo más cerca posible del escenario, el equipo técnico afinaba los últimos detalles para darle el paso a la encargada de inaugurar el concierto, una que ya tenía experiencia teloneando a grandes artistas. Lo hizo con Alicia Keys el año pasado, y es una artista en sus propios términos. Macarena Campos, más conocida como Masquemusica, que se presentó a finales de marzo en el exitoso REC 2024, sigue sumando hitos.
Logró un sold out en Sala Master, y actualmente se encuentra promocionando su nuevo single “Estoy Bien”, que es un adelanto de su próximo álbum. Con la ayuda de DJ Pérez en los controles y el piano, Felipe “Metraca” Salas (de Como Asesinar a Felipes) en la batería, ODDO en la guitarra y Ed Neidhardt (de la Brígida Orquesta) en el saxofón.
Con su aura que mezcla un jazz solemne y letras con esencia media rapera, el show de Masquemusica, que duró casi una hora, fue un aperitivo perfecto para preparase ante la iglesia eléctrica de Black Pumas.
Pasadas las 9 de la noche, con una galería mucho más repleta, y un público impaciente, se escucharon los primeros acordes de introducción, con los que poco a poco comenzaría a entrar la banda. En medio de aplausos y vitoreos, abrieron el show con uno de sus mayores éxitos, “Fire”, una especie de balada de amor mezclada con órganos gospel y riffs rockeros, una combinación que rápidamente te da una pincelada de lo que vendrá, juntando muchos de los elementos que caracterizan a la banda.
Fue así, que la banda, encabezada por el carismático vocalista Eric Burton y el guitarrista Adrian Quesada, que por cierto es un ocho veces nominado a los Grammys, repasaron algunos de sus mayores hits del su primer álbum, y la última entrega Chronicles of a Diamond, una que ha conseguido vivir a la altura del disco que los llevó al estrellato.
Burton no escatimó en su simpatía, conversando y haciéndole gestos al público durante todo el concierto, incluso hablando en un coqueto, pero muy correcto español, algo poco usual para artistas extranjeros, que solo suelen decir una o dos frases que aprendieron la noche anterior. Muy por el contrario, Burton logró hilar varias frases seguidas, e incluso preguntar ciertas cosas en español, generando simpatía rápidamente con el público, que se lo agradeció con risas y aplausos.
Pero no fue solo su español lo que le ganó el cariño de los santiaguinos. Su impecable rendición vocal de las canciones fue sin duda uno de los puntos altos del concierto. Como público, uno suele estar acostumbrado, e incluso dar por hecho, de que en vivo las bandas suelen escucharse un poco distintas, muchas veces con una calidad inferior a la versión en estudio. En este caso, Black Pumas logró tocar casi a la perfección sus temas, con una fidelidad practicamente perfecta, pero con la adición de las libertades que da un concierto en vivo, que fueron bien recibidas por cierto.
Durante la primera mitad del concierto, se mantuvo un tempo más bien enérgico, con canciones como “Old Man”, “Ice Cream” y “Gemini Sun”, que poco a poco fueron calmándose con otras como “Tomorrow”, “Know You Better” y “Black Moon Rising”. Pero la que marcó prácticamente la mitad exacta del concierto, y en cierta forma también el contraste que caracteriza a la música de Black Pumas, fue la canción “Angel”, una poderosa pero íntima balada, que destaca por su sencillez, al ser interpretada solo con una guitarra y la voz de Burton, a diferencia de las otras que suelen tener producciones mucho más llenas y complejas.
De ahí en adelante, la banda vuelve al escenario para retomar con todo, con “Stay Gold” y “More Than a Love Song”, seguidas de “Hello” y “Mrs. Postman”. Los más conocedores del folk estadounidense, se habrán dado cuenta que fue acá donde colaron una canción que no aparece en ninguno de sus discos, un cover estilo reggae de “Sugarman”, el éxito de culto de Sixto Rodriguez, un artista al que lo rodea el misticismo, y que solo alcanzó la fama muchos años después de componer su discografía, pero esa es una historia para otro día.
Para rematar, terminaron con su caballo de guerra más poderoso, su éxito en taquilla, y probablemente las más esperada por todos, “Colors”. Esta canción, que destaca las voces tanto de Burton como de las talentosas coristas que lo acompañaban, le ayudó a varios a tachar de su lista esa canción que necesitaban para irse a la casa tranquilos, y terminó el concierto con la nota alta. Como era de esperar, no se podían ir así sin más, por lo que después del clásico grito del público pidiendo un “bis”, la banda volvió para tocar dos canciones más, con las que cerrarían definitivamente el boliche: el cover del éxito ochentero de Tracy Chapman “Fast Car” y la eléctrica “Rock and Roll”, la misma con la que no solo concluye su último disco, si no también esta noche.
Definitivamente, Black Pumas no solo vivió frente a las expectativas del público, las superaron y con creces, gracias a la fidelidad con la que lograron reflejar sus versiones en estudio, su simpatía y la conexión que generaron rápidamente con el público, y canciones que son fácilmente disfrutables por muchos, logrando una noche que dejó su nombre en lo alto, y a la espera de un reencuentro con el público chileno.
Setlist de Black Pumas en Teatro Caupolicán
- Fire
- Old Man
- Ice Cream (Pay Phone)
- Gemini Sun
- Tomorrow
- Know You Better
- Black Moon Rising
- Angel
- Stay Gold
- More Than a Love Song
- Hello
- Mrs. Postman
- Sugarman (cover de Sixto Rodriguez)
- Oct 33
- Colors
Encore / Bis
16. Fast Car
17. Rock and Roll