En un noviembre tan lleno de conciertos era imprescindible tener en la lista uno de los nombres más versátiles de la escena pop: Carly Rae Jepsen. Necesario estar una noche con un show en solitario de la canadiense. Si bien en 2013 teloneó a Justin Bieber, prácticamente el mundo conocía sólo su más gran hit “Call Me Maybe” y “Good Time” con Owl City.
Hoy, diez años después, la cantante ha sumado discos con una concepción de mundo sumamente distinta a la que gestó en los singles anteriormente mencionados, guiándose desde 2015 por un dance-pop más alternativo, mucho más introspectivo y sentimental, con una visión más madura pero siempre dejando espacio a coros memorables.
Coros que sus fanáticos y amantes del pop necesitaban gritar en vivo, de lo que el Coliseo se presentó como la oportunidad de un lugar para una gran fiesta donde ella sería la anfitriona. Un festejo que tuvo su previa con Barbacius, quien en un aproximado de 20 minutos demostró sus dotes artísticos, sobre todo en lo performático. Y es que el cantante no binarie supo cómo motivar a quienes ansiosamente esperaban a quien sería la protagonista de la noche.
Finalizada esta antesala, los gritos por montones se hicieron escuchar hasta que se instaló Carly Rae Jepsen al medio del escenario junto a su banda y coristas. La magnética vibra del pop bailable con “Let’s Sort The Whole Thing Out” de su disco Dedicated Side B inició la celebración.
El color y la alegría seguiría con uno de sus hits “Run Away With Me” y una interpretación en vivo del icónico saxofón del tema por parte del tecladista de su banda. Por otro lado, sobre el público, confeti apoderándose de la sala mientras la eufórica melodía resonaba creando una postal mágica con ella flameando la bandera LGBT. Una energía que le otorgaría confianza a Jepsen de acercarse a las primeras filas y darles la mano para “Too Much”, mostrándose muy agradecida por quienes formaban parte de su festejo.
Si se habla de los puntos más importantes y curiosos también, es cuando interpreta “Call Me Maybe”, el éxito que la ubicó potentemente en el radar musical en la primera mitad de la década de los 2010s. Curiosamente mientras la canta, empieza a recibir regalos de sus fanáticos, los que recibe con mucho cariño. Así también, solo bastó un par de segundos para que otro de ellos le acercara el vinilo de su segundo disco “Kiss” para que se lo firmara. Y lo hizo en pleno coro.
Hay que ser honestos. Era bastante notorio que una gran fanaticada de la canadiense estaba esperando este espectáculo desde hace mucho tiempo, tanto por los potentes y desgarradores coros como los fuertes aplausos y saltos que hacían vibrar el Coliseo.
El pop se seguía manifestando, y traía consigo su pegajoso hit “I Really Like You” que después seguiría con “The Loneliest Time”. En este, parte del fanclub de Jepsen levantaron un papel con un “Your music is our nirvana” que sorprendió y emocionó a la artista.
Es el tiempo del encore. Al volver de la pequeña pausa comenta decidida frente a todos que su presentación en Santiago “es un show que nunca olvidará”. Una afirmación fundada en la devoción del público que siguió disfrutando de éxitos tales como “Emotion” y “Cut To The Feeling”, siendo esta última la que, bailando con una espada de juguete de un fan y acompañada de más confeti, culmina la fiesta.
Jepsen dejó todo en el escenario, se adueñó de él con una performance digna de una estrella pop, siendo enérgica y demostrando su sonrisa bajo un colorido ambiente. Con bailes tras bailes sin parar, el Coliseo se transformó en una fiesta con un público en total euforia de principio a fin.
Setlist Carly Rae Jepsen en Teatro Coliseo:
Let’s Sort The Whole Thing Out
Run Away With Me
Anything To Be With You
Too Much
Surrender My Heart
Talking To Yourself
Shy Boy
Western Wind
Kollage
Psychedelic Switch
Call Me Maybe
Stay Away
So Right
Bends
I Really Like You
I Want You In My Room
The Loneliest Time
Emotion
Your Type
Beach House
All That
Didn’t Just Come Here To Dance
Cut To The Feeling
