La Brígida Orquesta en Valparaíso: sinergia de risas y sonidos contundentes

Afuera del Huevo, alrededor de las 20:00 horas, con la prueba de sonido de La Brígida Orquesta de fondo, se escuchaba el cuchicheo ansioso de los asistentes en la fila para entrar. Poco a poco, la sala se fue llenando con los expectantes (pero pacientes) porteños, viñamarinos, quilpueínos, villalemaninos y todo quien sabía que la orquesta rapera estaba en la casa.

Para la sorpresa de algunos, el primero en posarse en el escenario, fue Kako (@Kakoamedia), el humorista itinerante que ha estado viajando con la banda en esta gira. El murmullo inicial se vio rápidamente substituido por unas risas tímidas que poco a poco se fueron transformando en carcajadas, calentando al público en preparación de lo que vendría después.

@Kakoamedia | Foto: @martinperezalfonso

Una vez que ya estaban todos cómodos, mientras que Kako se retiraba del escenario, comenzaba a sonar una juguetona melodia de saxofones que podría confundirse con un jingle de comercial, o canción de ascensor.  Esta supuesta pista de relleno para esperar al ingreso de la banda, no era otra que La Brígida tocando tras bambalinas, con un pequeño amague que luego se transformaría en el inicio de “The Frask”, la primera canción del álbum “Música para la inmensa minoría”.

Un ambiente lleno de caras nuevas, que se asomaban para dar su primer vistazo a Chinaski, junto a los que ya lo habían visto, y simplemente se refugiaban en sus versos familiares. Junto a los temas del nuevo álbum, se colaban entremedio algunos de los hits más conocidos de sus entregas anteriores. Así, el público coreaba “buen provecho!” al son de uno de sus temas más conocidos, “Balada para un Caminante”, del disco “Corte Elegante”. La Brígida Orquesta se mostró concentrada, pero en su elemento, tocando temas del EP “Antipoda”, e incluso se dió el lujo de improvisar un interludio a la mitad del show cuando un chillido agudo producto del acople de los parlantes interrumpió uno de sus descansos entre canciones.

Foto: @martinperezalfonso

Pero no sería la última vez que se enfrentarían a un contratiempo, ya que en la siguiente pausa, volvieron los problemas técnicos en la mesa de sonido. Fue ahí que Kako salió jugando, se llevó la pelota, y comenzó a recitar uno de sus clásicos poemas con dedicatoria especial a Valparaíso. De forma improvisada pero certera, el comediante ayudó a superar este impasse, y así los 11 voces 22 manos retomaron su tarea.

Durante la segunda mitad del show, una de las canciones protagonistas fue “Giros, colaboración que originalmente es interpretada por Gabriela Yin. Gabo Paillao, el tecladista y director de la orquesta, salió a su reemplazo, dotando a esta performance de una calidad vocal distinta de la versión de estudio, con un matiz mucho más grave y cálido. Si bien Gabriela no pudo estar presente, si lo pudieron estar los artistas invitados del disco nuevo, Bufalo Dit y Mente Sabia Crú, para tocar “La Chiripioca” y “Brígidamente”

Un show que duró casi tres horas, que si bien no trajo nada inesperado, fue recibido con los brazos abiertos, gracias a la mezcla de las canciones nuevas, que traían novedad a la mesa, y las antiguas con su sonido característico y contundente. Aunque La Brígida sea una plato conocido y probado, de alguna forma, lograron sonar incluso mejor, mucho mejor que antes.

Foto: @martinperezalfonso
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