“Chemtrails Over The Country Club” de Lana del Rey: su viaje más personal y auténtico

“Pies, no me fallen ahora, llévenme a la lineal final”, así abría el primer disco bajo un sello discográfico de Lana del Rey, una enigmática mujer que puso en el mapa el estilo vintage y analógico en medio del apogeo del EDM y el pop chunda chunda a principios de la década pasada y que le significó la fama, pero no sólo eso, sino que también le resultó ser la precursora de una ola enorme de artistas de pop alternativo, que hasta el día de hoy sigue sumando adeptos dentro del mainstream.

Han pasado ya nueve años desde el debut de Elizabeth Grant -su nombre real- y hoy acumula seis discos bajo su manga, siendo el más reciente “Chemtrails Over The Country Club”, un disco que le sigue al aclamado y nominado al Grammy “Norman Fucking Rockwell” que dejó la vara alta para la cantante, que además tuvo que enfrentar la cultura de la cancelación el año pasado en medio del apogeo del Black Lives Matter por polémicos dichos que aludían a cantantes negras.

Y la verdad es que “Chemtrails” es una especie de “Norman” mucho más acústico, enfocado en las guitarras y tambores que se asoman a medida que los temas van avanzando y con una Lana bastante natural. Por ejemplo, el disco abre con “White Dress”, un tema que va de menos a más y en el que Lana muestra su voz quebrándose apenas empieza su primer coro y que cuenta con fuertes guiños a Kate Bush, el title track sigue esa línea creciente que se desempolva en una psicodelia llena de tambores, mientras que en la muy Portishead “Tulsa Jesus Freak”, Lana juega con la escena alternativa de los noventas y agrega una especie de beat trap bastante sútil que se mezcla con su voz autotuneada.

“Wild at Heart” parece ser una balada sacada directamente de los setentas hecha por Joni Mitchell, quien además cuenta con varias referencias dentro de la narrativa del álbum, como en “Dance Till We Die”, en donde se le menciona junto a Stevie Nicks y Joan Baez y además hace un guiño a Bob Dylan y en el closing track “For Free”, que es un cover de la intérprete de “Both Sides Now” en donde Lana es acompañada por Zella Day y Weyes Blood, siendo esta última una gran sorpresa debido a su voz, terroríficamente similar a Mitchell.

Pero lo curioso de “Chemtrails Over The Country Club” es lo distintivo que puede ser del resto de la discografía de Lana del Rey, siendo hasta la fecha el disco en el que se le ve más empoderada, como en la letra de “Wild at Heart”, aludiendo a como la prensa la ha criticado a lo largo de su carrera, en “White Dress” presume el hermoso vestido blanco que se compró desde que alcanzó la fama, recordando su pasado como mesera antes de ser la estrella pop que hoy conocemos.

“Chemtrails Over The Country Club” resume el viaje de Lana desde que alcanzó la fama hasta el día de hoy. Un viaje que no ha estado libre de reveses, rumores de retiro, críticas de parte del público y la critica especializada, esa misma que puso notas rojas a su debut “Born To Die”, pero años después lo puso dentro de lo mejor de la década pasada.

Ese mismo viaje presenta a lo largo del relato del álbum una serie de contradicciones, desde el orgullo de haber llegado tan lejos, el cuestionamiento de que si todo ha valido la pena, el anhelo de volver a ser esa joven normal oriunda de Nueva York que cantaba en bares de la escena, esos amores que se han desvanecido debido a esa fama por la que tanto luchó. Esas mismas vueltas consignan a “Chemtrails Over The Country Club” como el disco más personal y auténtico de Lana del Rey.

“Pies, no me fallen ahora, llévenme a la línea final” decía Lana al abrir su primer disco “Born To Die”, esos mismos pies hoy al parecer llegaron donde están, de hecho en el último tema original de “Chemtrails”, Lana dice casi orgullosa que está haciendo un cover de Joni, bailando la música de Joan y hablando por teléfono con Stevie, artistas que solía escuchar antes de explotar su fama y que jamás pensó que iban a estar en su misma liga, compartiendo escenarios e incluso colaborando, como lo hizo con la integrante de los míticos de Fleetwood Mac en el 2017 con el tema “Beautiful People, Beautiful Problems”.

“Chemtrails” es el disco más minimalista hasta la fecha de Lana del Rey, enfocado en el folk y el country psicodelico, la cantante crea un nuevo universo que transporta al mítico Laurel Canyon reviviendo la magia hippie de los setentas en pleno 2021, algo en lo que Lana es materia experta: transportar a sus oyentes a décadas atrás, donde el glamour, la fama, las drogas, el amor y el desamor se mezclan en medio del sueño americano, el mismo que hoy parece perdido, pero al menos tenemos a Lana del Rey, que nos inserta nuevamente en su intrigante universo que perfectamente pudo haber sido creado por David Lynch con “Chemtrails Over The Country Club”.

Escucha el disco a continuación:

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