La maldición de Peter Hook pareció haber quedado atrás. En diciembre de 2016, el bajista británico se presentaría tres días después que New Order en el Teatro Caupolicán. Se había distanciado de sus compañeros de banda en 2007 y, según cuentan los mitos, el fundador de Joy Division canceló el concierto en el mismo día, al saber que no había vendido ni la mitad de las entradas que sus ex amigos, Bernard Summer y Stephen Morris.
El resto de la historia es conocida. El 21 de noviembre pasado, Summer y compañía volverían al mismo recinto de San Diego. Doce horas antes de tocar, el espectáculo fue cancelado por problemas en el viaje de los equipos. Anoche, el conjunto post Ian Curtis retornó especialmente a Chile para buscar su revancha. Una noche de secretismo parroquial protagonizada por un show poco innovador si de setlist se habla, pero que no flaquea acorde a sus 39 años de éxitos.
Con un aforo colapsado dentro del Caupolicán, Summer, Morris y Gillian Gilbert aparecen para interpretar “Singularity”, uno de los singles de su última placa, “Music Complete” (2015). Acoplados a ellos están Phil Cunningham y Tom Chapman, los dos integrantes unidos a la banda en el siglo XXI.
Le sigue una variación entre lo clásico y lo nuevo, con “Ceremony” y “Crystal” entre las destacadas, siempre con una euforia al compás del bajo. Lo que suena no es un pop banal y pegajoso, sino melodías que buscan energía en los sentimientos. Los pasos de bailes marcan el bloque discotequero con “Tutti Frutti”, cuyo clímax se encuentra con el himno de 1986, “Bizarre Love Triangle”.
La última mitad antes de la pausa es inaugurada con “Vanishing Point” y “World”, para concluir con “Blue Monday”, quizás el mayor hit de los ingleses. Suena sin ganas, está ahí por cumplir. Pero los ánimos son retomados como torbellino con “Temptation”, himno por excelencia que la muchedumbre replica a través de gritos de euforia pura. Summer, boquiabierto por el público, alarga el tema a capella en el momento más bello de la noche.
Para el final, Joy Division se toma la escena final con la mitad de sus integrantes en escena. Summer y Morris están ahí para revivir las canciones que compusieron junto a Hook e Curtis, quien es homenajeado en pantalla con “Atmostphere” y “Decades” de fondo. En el cierre, el himno universal se toma los parlantes: “Love Will Tear Us Apart”. Pero lo que se escucha no es un intento fiel de la original, sino la versión de unos experimentados New Order para un legado mundial de la música.
Sin espacios para los lapsus, el conjunto desarrolla un show con estatus de leyenda. Más que mal, son cuarenta años en el ruedo recurriendo al fondo de los sentimientos. Desde New Order no piensan en el retiro; mientras, siguen apelando a un culto bailable, frenético y melancólico.
Setlist
- Singularity
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Ceremony
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Age Of Consent
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Restless
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Crystal
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Academic
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Your Silent Face
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Tutti Frutti
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Subculture
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Bizarre Love Triangle
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Vanishing Point
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World
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Plastic
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The Perfect Kiss
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True Faith
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Blue Monday
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Temptation
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Atmosphere
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Decades
-
Love Will Tear Us Apart