Disponibles ahora en español, las memorias de Johnny Marr “¿Cuando es ahora?” (Malpaso, 2018) corresponde a uno de los libros más apasionantes sobre música que se pueden encontrar en estos días.
El otrora guitarrista de The Smiths cuenta cada episodio de su vida sin modestia, a la vez que abre su mundo con la simpleza de un buen conferencista en una charla motivacional, al remarcar que todo lo hizo a pulso, con la intuición de saber siempre mantenerse independiente de sus planes y no caer en la ola de la industria.
Entre sus relatos sobre su experiencia junto a Morrissey (cuyas memorias son todo lo contrario), los viajes junto a Modest Mouse, Electronic, The The y The Cribs, su vida familiar y hasta las veces que tocó con Talking Heads, Paul McCartney y Bryan Ferry, Marr cuenta uno de los episodios más curiosos de su vida: su encuentro con Noel Gallagher, y su banda Oasis.
Tal como lo cuenta en el libro, fue su hermano Ian quien le acercó un buen día una cinta con las primeras demos de la banda. El cassette quedó abandonado sin ser escuchado, hasta que un día manejando, se encontró con Noel caminando bajo la lluvia. Tras una buena plática sobre guitarras y Neil Young, Marr revolvió en su cajón para escuchar el cassette y salir de las dudas.
“Lo que oí me sonó nuevo y a la vez familiar, en el mejor sentido (…) La banda enarbolaba la bandera del rock clásico, pero tenía algo propio y no se parecía en realidad a nada más. Era… puro Manchester”, cuenta Johnny, quien acto seguido, llamó a su nuevo amigo para saber cuándo tocaban en vivo.
Pocos días después, Marr pudo ver a Oasis en acción en una pequeña sala de un sindicato de estudiantes de Manchester. “Nos reventaron los tímpanos con una canción que poco a poco pude reconocer que era “I Am the Walrus”. Sonaban tremendos, con toda la intención y plenamente eléctricos, y me bastaron 30 segundos para saber que iban a gustarle a mucha gente. No tenía idea de los grandes que podrían llegar a ser, pero estaba claro que iban a conectar con la gente, y que tenían algo que no se compra, además de un espíritu genuino”.
Los caminos entre ambos músicos se estrecharon rápidamente, especialmente cuando el propio manager de Marr comenzó a trabajar con los hermanos Gallagher. Por su parte, aparte de recomendarle escribir canciones (“aunque estoy casi seguro de que él ya era consciente de todo eso”, asegura), lo sorprendió con algo más.
“Otra cosa que le comenté era que debía tener una guitarra de repuesto, porque pasaba demasiado tiempo afinando entre las canciones. “Eso es fácil de decir para ti -repuso-, yo solo tengo la Epiphone”.
Colgué y medité sobre el tema un minuto; luego entré en el estudio y me quedé mirando las guitarras. Pensé que estaría bien si aparecía con una Les Paul de 1960 que había usado con los Smiths en “Panic” y “London”, y que antes había pertenecido a Pete Townshend. La metí en la funda, fui en coche hasta su casa y le dije: “Toma, emplea esta”. Fue la única vez que se ha visto en este mundo a Noel plantado sin saber qué decir”.
La historia no quedó sólo ahí: “Noel habla sobre la guitarra y comentó que lo primero que había tocado con ella se había convertido en la canción “Live forever”. Yo fui a otro concierto del grupo, y al verlos sobre las tablas, me di cuenta de que esa guitarra le pertenecía”.
Lamentablemente, aquella Les Paul tuvo un triste final cuando pocos meses después, en medio de una pelea en un show en Newcastle, la guitarra terminó destruida. Para salvar a Noel en medio de la primera gira nacional, Johnny le dio un segundo regalo.
“Volví a repasar la fila de guitarras, razonando: “Bien, está acostumbrado a tocar la Les Paul de los sesenta de los Smiths y los Who, así que o puedo endosarle nada vulgar”. Agarré la Les Paul negra, modelo de los setenta, que había empleado en The Queen is Dead, y la metí en la funda con una nota que decía: “Es algo más pesada, tanto en kilos como en sonido. Si la zarandeas, le puedes arrancar la cabeza al más pintado. Con amor, Johnny”, y se la envié a Newcastle”.
