Turf en el Club Chocolate: Son la dicha en movimiento

Algunos flequillos, muchas botas y ese tipo de chaquetas del tipo que abrigaron a los Beatles en sus últimos días. Un ambiente particular, sazonado por un generoso repertorio de hits argentinos noventeros era el ambiente que decoraba la previa para el retorno de Turf a nuestro país.

Muchos años pasaron desde la última vez que esta banda trasandina visitó Chile (2005, en la Discotheque Blondie), y esta vez, el regreso no fue estimulado por grandes sumas de dinero, sino por una amistad que hizo reconectar a cinco músicos para continuar la ruta que quedó en pausa en el 2007.

De igual modo, el público que llegó al Club Chocolate esta noche es prácticamente el mismo que generó lazos con la banda hace una década atrás, y que se ha mantenido atento a sus movimientos, aunque sus canciones no suenen en las radios como antes. Esto último se reflejó desde el arranque con “Kurt Cobain”, el primer single del ‘nuevo’ Turf que fue ampliamente vitoreado por los fans locales.

El recinto de Bellavista no se vio totalmente agolpado como otras noches. Un pequeño porcentaje alcanzó a ver a los teleoneros Iza El Alma. Sin embargo, los que llegaron fueron suficientes para contagiar al quinteto argentino, quienes poco a poco se fueron soltando, a excepción del inquieto Joaquín Levinton, un tipo que en algún momento supo adoptar las mañas de Mick Jagger, su amigo Charly Garcia y hasta de Miguel Abuelo para aleonar a las audiencias nocturnas, sacudirse al cantar y cambiar de instrumentos con gracia.

A la vez, aunque la excusa de la visita fue Odisea -su energético disco que lanzaron el año pasado-, fueron los cortes de su antecesor, Para mi para vos (el disco más rollinga de la banda), los que más acapararon la atención. Los ya clásicos canticos de hinchada y las “remeras” al aire fueron inevitables en hits como “Magia Blanca” y “Pasos al costado”.

Junto a hits como “Loco un poco”, “Casanova” y “Cuatro personalidades”, Turf también se dio el gusto de tocar un cover potente (“Shoyld I Stay or Should I Go?” de The Clash), antes de un bizarro final en el que invitaron a Enzo, un joven del público que fue invitado para subir al escenario. Aunque el juego no se entendió del todo, todo se olvidó rápidamente al pegar “Jump” de Van Halen con “Yo no me voy a casar ¿y usted?”, que cerro una noche memorable.

¿Tendrán que pasar diez años o más? Ellos aseguraron que no, y vale confiar en que este reinicio de Turf es de verdad.

 

 

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