El seis de noviembre de 1998 se estrenaba en Estados Unidos la película que intentó homenajear la potente escena del Glam, a través de una historia inspirada en escándalos sexuales y amorosos de grandes leyendas de la música como David Bowie, Iggy Pop, Lou Reed y Mick Jagger.
Velvet Goldmine comenzó como el deseo de crear un film biográfico sobre David Bowie, por esta razón lleva el nombre de una de las canciones que pertenecería originalmente al lado B del álbum “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders From Mars” de 1972, pero que por diferentes razones salió a la luz un par de años después.
El director de la película, Todd Haynes se sentía inspirado en todo aquello que el duque blanco generó en su época de Ziggy Stardust. Cuenta la historia que entre 1995 y 1997 escribió una carta contándole su idea y pidiéndole autorización para utilizar sus canciones en la película, a lo que Bowie se negó con la excusa de que él también trabajaría en una película o documental inspirado en la época de “Ziggy”.
A pesar de este rechazo, Haynes continuó con el proyecto modificándolo a tal punto en que pudo ampliar su visión, recreando una historia en homenaje al glam, la adolescencia, la sexualidad y la música de los 70’ no sólo basándose en David Bowie, sino que tomando el espíritu de Iggy Pop, Lou Reed, Marc Bolan (vocalista de la banda T. Rex), Mick Jagger, Bryan Ferry (vocalista de Roxy Music), entre otros y en una mezcla de ficción y realidad nace Velvet Goldmine.
La película no está solamente basada en los artistas y su historia musical. A lo largo de la trama se alude en varias ocasiones a la vida y frases de Oscar Wilde (principalmente de su novela “El retrato de Dorian Gray”), haciéndonos creer en su inicio que él es el primer personaje del Glam Rock.
“Las historias, como las ruinas antiguas, son las ficciones de los imperios. Y todo lo olvidado yace en oscuros sueños del pasado. Con la constante amenaza de volver”
Con esa frase se da inicio a la película que se sitúa en el año 1954, con un bebé abandonado en la puerta de la casa de los Wilde, era Oscar de pequeño quien en su manta colgaba un broche de diamante verde que se convierte en el objeto más deseado por los íconos del Rock n’ Pop, años después. La película pone un énfasis en la confusión y orientación sexual de los niños de la época, mostrando la discriminación en la niñez y juventud, el hedonismo y la experimentación.
Luego de 100 años comienza el viaje a los gloriosos 70’, donde se aprecia corriendo por las calles de Londres a los jóvenes con trajes extravagantes llenos de brillos, lentejuelas, plataformas, colores y maquillaje, haciendo difícil la tarea de diferenciar el sexo de cada persona, en una década donde la bisexualidad y lo andrógino reinaba.
El caos en las calles se debe a los pocos minutos que faltan para dar inicio a un concierto del gran ícono del Glam “Brian Slade”, interpretado por Jonathan Rhys-Meyers (personaje inspirado en David Bowie) quien daría el último concierto de su gira. Entre el público, se encuentra el joven Arthur Stuart, interpretado por Christian Bale, un joven confundido que desea experimentar su sexualidad, admirador de la escena y quien sufre constante discriminación por sus gustos, quien tiempo después se obliga a cambiar para “madurar” y convertirse en uno de los periodistas estrellas de un medio escrito.
Aquel concierto marcó la historia del Glam Rock, Brian Slade se encontraba en la cúspide del éxito, terminando su gira en un recinto lleno de admiradores. Al momento de salir al escenario es atacado, recibiendo un disparo en el pecho, falleciendo en el lugar y desconcertando la escena. Tiempo después, se descubre que este hecho fue una mentira llevada a cabo por su sello discográfico para obtener mayor publicidad y aumentar sus ventas, Slade se transforma en un personaje odiado que con el tiempo desaparece sin dejar rastro alguno.
Diez años después, Arthur Stuart en su rol de periodista se convierte en el encargado de investigar que sucedió con esa historia, por qué se fingió el ataque y qué pasó con el cantante después de desaparecer. Por esta razón, Stuart es el personaje esencial de la película, es quien recrea la historia a través de su experiencia, porque a pesar de que el medio no lo sabe, vivió la escena en carne propia y solamente él puede descifrar el misterio de la desaparición del aclamado artista.
Para esto, debe encontrar a todas las personas que tuvieron algún lazo con Brian Slade. Su primer manager Cecil (Michael Feast) quien se encarga de contarle como descubrió al joven cantante, le detalla la relación de amistad y obsesión que se formó con el tiempo entre Slade y Curt Wilde, interpretado por Ewan McGregor (inspirado en Iggy Pop), conversa con su ex esposa Mandy Slade, interpretada por Toni Collette (inspirado en Angela Bowie) quien detalla los cambios que tuvo Slade luego de conocer a Curt Wilde, la bisexualidad, el dinero, el poder y la humillación que vivió luego de querer separarse de él.
Velvet Goldmine cuenta secretos y retrata leyendas clásicas del rock a lo largo de su historia, como cuando se expone al pequeño Oscar Wilde en una de sus clases, donde confiesa que cuando grande quiere ser un “ídolo del pop”, aludiendo a la supuesta historia de Bowie, quien confesó que cuando grande quería serlo todo. También, en una de las escenas de la película muestran en el escenario el show de Curt Wild,(McGregor) donde termina desnudo lazándose al escenario tal como lo hacía Iggy Pop en sus tiempos mozos.
Otra de las escenas recreadas es cuando luego de llevarse a cabo una orgía entre los miembros del sello, Mandy Slade (Colette) descubre a su marido en la cama junto a Curt Wild desnudos. Esta escena se inspiró en la supuesta leyenda de que “Angie” había encontrado a David Bowie en la cama junto a Mick Jagger y tiempo después se divorciaron. Y así, entre otras anécdotas se desarrolla la historia que se estructura de manera en que el periodista Artur Stuart emprende un viaje hacia el pasado para encontrar la verdad, recordando una etapa nostálgica, llena de arte, amor, música, sexualidad y desenfreno.
Velvet Goldmine no podría ser la película que es si no contara con su potente sonido inspirado en los 70’. Su productor Michael Stipe (vocalista de R.E.M) junto a Randy Poster aseguraron que alrededor de 33 canciones se utilizarían en la película y 17 de ellas fueron compuestas especialmente para el proyecto. Además, el actor Ewan McGregor interpretó algunas canciones de sus escenas en el escenario.
A pesar de utilizar clásicos de la época, algunos fueron versionados por artistas involucrados en la película y se formaron dos grupos para darles vida: “The Venus in Furs” integrada por Thom Yorke y Jonny Greenwood (Radiohead), Paul Kimble (Grant Lee Buffalo), Andy Mackay (Roxy Music) y Bernard Butler (Suede) y “Wylde Rattz” integrada por Mark Arm (Mudhoney), Ron Asheton (The Stooges), Thurston Moore y Steve Shelley (Sonic Youth), Don Fleming (Gumball) y Mike Watt (Minutemen).
Si bien, Velvet Goldmine no fue una biopic de Bowie o de Iggy Pop, intentó personificar el espíritu de aquellos artistas, retratar esa sensación que sintió la juventud al ver que había más gente que sentía la misma confusión y que no tenían miedo de ser ellos mismos, logrando que otros dejaran su temor, para bien o para mal.