Préstame un oído: Fakuta – Tormenta Solar (Quemasucabeza, 2014)

Arquitecta de profesión Pamela Sepúlveda, se ha asomado tímidamente en la escena indie chilena casi desde sus inicios con proyectos propios y acompañando a sus amigos Gepe, Milton Mahan, Dadalú y luego lanzando su proyecto solista, Fakuta. Con un álbum (Al vuelo 2011) y un par de EPs, Fakuta sobresale sin ser demasiado alumbrada.

Tormenta Solar, su nuevo trabajo viene a consolidar su carrera después de un despegue poco rimbombante pero no por eso menos despierto y lúcido. Juegos de sintetizadores y mixes de voces desde un principio del disco con Guerra Con Las Cosas, que luego de un intro ambiente “Forever Young” nos deleita con su suave y delicada voz que recuerda la mejor etapa de los trasandinos Miranda! Igual que en Amigos junto al rapero Bronko Yotte.

En Despacio los sintetizadores de Estar Solo y Con Suavidad pasan factura. Y no es solo aquí en donde acusamos la presencia de Los Prisioneros, también en la mismaTormenta Solar, la más bailable del álbum que parece una cruza maravillosa entre los interludios mixados de Cuéntame Una Historia Original y los sintetizadores barrocos y la explosión del final de It’s A Sin de los Pet Shop Boys, de la misma forma estos últimos se ven citados en distintos pasajes en altas y bajas dosis.

Sin embargo las influencias extranjeras parecen no ser solo ochentera-noventera, ya que al final de Fugitivo escuchamos los bajos del hit Days Are Gone de las californianas Haim y La Intensidad sigue la corriente de composiciones minimalistas y downtempo estrellas de The xx y James Blake, aunque siendo justos, este sonido ya era emblema en su disco anterior. El sonido latino exige su lugar en Luces de Verano que, entremedio de coros soñadores, segundas voces, guitarra Madonna de La Isla Bonita, timbales y percusiones (incluido el bar chime del que abusaría Thalía) percibimos los tintes en la voz de Fakuta.

No es hasta este punto del disco en donde se vienen las colaboraciones, a parte del tema que abre el álbum junto a Violeta Castillo. Primero  con Coiffeur que, con bases hip hop se gana el puesto de la más flojita de las canciones. Aunque le teníamos fe al argentino, no logra dar el punto alto, y hay momentos en que ni siquiera se escucha, pudo haber sido una gran canción.

Invisible junto al  gran Cristóbal Briceño de los Ases Falsos, era un ejercicio esperado después de su colaboración piola con Dënver en Concentración de Campos. Acá no, acá vemos a un Briceño a sus anchas, relajado. Con sus ya típicos quejidos y sus frases loser-winner (en esta ocasión anótense con “tengo toda la noche mami”). Sorprende la manera en que se funden las voces de manera tan natural y resulta ser un digno acompañante, muy en armonía con esta etapa más romántica de Briceño, que acaba de sacar disco solista.

Al final Mascota que juega con la experimentación electrónica queda pidiendo una mejor ubicación en el orden de las canciones.

Tormenta Solar, amante del baile, está lleno de buenas influencias. Además tiene a estas alturas el mérito de ser exquisito deudor de Jorge González, Michael Jackson, Mecano, Pet Shop Boys y por qué no, incluso de Locomía. Sumando mucho y restando poco es un disco delicado, femenino, sincero, sin embargo, sólido y sin pretensiones ambiciosas que nublen la belleza de las composiciones. Un muy buen disco, de todas maneras.

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