Por: Anita Francisca Rojas
Hace exactamente diez años Friends, una de las mejores y más icónicas sitcoms de la televisión, transmitía su último capítulo ante más de 65 millones de espectadores que vieron pasar durante diez temporadas las historias de Chandler, Monica, Ross, Phoebe, Rachel, Joey y el Central Perk.
Diez años atrás, Rachel se bajaba del avión para hacernos a nosotros –y de pasada a Ross- las personas más felices del mundo, además de darnos un merecido final para la historia que llevó una década completa en construirse (¡aprende, HIMYM!)
“The Last One” es el nombre del episodio que en 50 minutos se dedica a cerrar de manera precisa y convincente las historias de estos seis amigos que pasaron de veinteañeros asumiendo los retos y responsabilidades de intentar crecer a ser seis adultos en sus treintas con una vida casi completamente resuelta y todo eso que conlleva crecer y hacerse grande.
Me puse a ver el último capítulo y si no fuera por detalles como los celulares que se usaban en el 2004, es increíble que no se note la década que tienen todos esos momentos encima. Las escenas me siguen haciendo reír y llorar como la primera vez que las vi y quizás es por eso que hoy muchos recordemos la importancia de que una serie como Friends haya llegado a su fin.
Al final del día, de la semana, del mes o del año –como dice la canción central de la serie- es como si Friends nos estuviera siempre diciendo: I’ll be there for you. Y lo hace.
Me bajó la nostalgia cabros, me voy a ir a ver el capítulo que sea que estén dando en el Warner.
