Ya lanzado en la red hace varias semanas, Oscar Hauyon se prepara para la prueba mayor: presentar su disco debut “Mortal” en vivo por completo. Eso ocurrirá por primera vez este sábado en el Misery IndieBar este sábado 7. Y para conversar sobre este mismo disco, pusimos al músico en una prueba que ya hemos hecho anteriormente: comentar tema por tema el disco. Aquí está el resultado.
Esta canción se sustenta en lo musical en sonidos con los que crecí en la década de los 90s: hay un poco de rock alternativo, de grunge, de electrónica y algo de industrial. En lo lírico, es una canción que habla sobre aquellos personajes de nuestra contingencia que de tanto mentirnos, hacer show o tongo, terminan portando un disfraz que al final se los come a ellos como entes individuales y privados. La elegimos como primer single porque es un buen resumen de las 3 décadas de sonidos y de vida que pretendo sintetizar en este álbum.
Mi primera canción oficial como solista, lanzada originalmente en enero 2011, como parte del álbum compilado de Limarí Rock. Esta es una versión levemente más dura, remasterizada. Habla sobre mi proceso de reconstrucción personal luego de un porrazo profesional y personal que me pegó muy fuerte. Escribir esto fue crucial para avanzar y no quedarme pegado. Supongo que en lo musical, es un synthrock.
La canción más pop que he escrito en mucho tiempo. Es de este año. Y es sobre una temática que he repetido de distintas formas, en varias ocasiones: el estancamiento, quedarse en la inopia, la incertidumbre sobre el futuro. Creo que es el arrejunte más descarado de influencias ochenteras que ha salido de mi. Tiene cosas de Kim Wilde, A-ha, Olivia Newton John y algunos detalles en 8 bit como de juego Atari/Nintendo.
Este tema salió editado originalmente el año pasado, pero la escribí a finales del 2010. Es como la continuación de “Caída”. Porque “Caída” es el porrazo en sí, y esta es como el sacudón después, cuando te levantas y dices “hay que seguir avanzando”. En lo musical, hay una seria predisposición a sonar más pesado, más contundente e industrial. No sé si es lo de “industrial” esté muy bien logrado, pero al menos doy con un sonido que siento como un enfoque personal.
Grabado en Vicuña. Sin mucho que decir en palabras sobre el medio ambiente que he experimentado en el Valle de Elqui, me atreví con un tema instrumental que reflejara este cambio de aire. Creo que este track tiene un sonido premonitorio: un midtempo que busca la hipnosis. Tal vez siga haciendo otras cosas así a futuro.
En 2008 yo tenía un programa de bandas emergentes, en radio “La Perla del Dial”, un hermoso proyecto del locutor y actor Santiago Ramírez en el grupo Dial, Santiago. A mi programa, llegaron muchas canciones realmente estimulantes. Desde la primera vez que la escuché pensé que esta canción de la banda angelina Desierto Florido tenía madera de pop, de dance.
Siempre quise hacer una canción con un toque italiano; con uno de esos coros a lo Ricardo Cocciante. Este tema lo armamos a medias con Andrés Larraín (Polter), en el verano de 2010. Él me entregó las líneas armónicas y melódicas de las estrofas, y yo construí los puentes y los coros, además escribí la letra, que mantiene el melodrama, del hombre que “a su pesar” patea a su mina.
Estrenado como single unitario en marzo de este año, este tema tiene algo de cortejo romántico. Son frases puestas en un contexto más emotivo. Es un pop sintético que avanza hacia el rock en la medida que van pasando las estrofas. Ese crescendo creo que nos quedó muy bien.
Esta canción la escribí en 2005, buscando un sonido más maduro, en medio de todas las cosas que me salían en esa época. Late en sus versos la idea de comparar la conexión emocional del amor romántico con el del amor a la música. Se hermana con “creciendo” en sus cambios de tempo, pasando de algo medio denso y con soniditos dub, a algo medio post-punk. O al menos, eso buscaba hacer.
