La compositora, productora y performer argentina Fenna Frei estrenó un EP inspirado en el silencio y lo que nace al estar en constante relación con él. Así fluyendo entre la observación, reflexión, crítica y movimiento se conjugan en un trabajo tan etéreo como terrenal en el que el piano es protagonista y el género canción se aborda con audacia y profundidad.
“El silencio suele estar asociado a lo que más nos conecta con lo que sentimos, pero si lo que sentimos no está listo para salir puede que nos aturda”, asegura Candela Cibrián -autora, cantante y productora musical que lleva adelante el proyecto Frei– para explicar de dónde surgieron las cinco canciones que integran el EP.
Y quizá el más optimista, sencillo y emocional que ha presentado hasta ahora: “si algo revelador hubo en los tiempos de cuarentena para alguien de la urbe como yo, fue descubrir una cotidianeidad sin contaminación auditiva. Una mañana de esos primeros días, algo que me llamó absurdamente la atención fue que me había despertado el silencio. Al ponerlo en esas palabras me pareció una paradoja muy poderosa, el hecho de que el silencio también pueda ser ensordecedor y despertarnos”, detalla.
Con armonías modales, aires de dream pop y bases electrónicas, el piano emerge como un nuevo protagonista de las canciones de Fenna Frei, dando a conocer una faceta songwriter que es abordada con audacia y de la mano de una poesía delicada e íntima.
Este universo creativo es acompañado visualmente por el trabajo Juan Ian, acuarelista argentino que estuvo a cargo del arte de tapa del álbum y que además realizó una serie de imágenes que representan los estados de ensueño compartidos en Me despertó el silencio (2023).
Aunque más despojadas que sus predecesoras, las composiciones que Fenna Frei entrega en Me despertó el silencio (2023) son ricas en matices y dueñas de una estética impresionista que resulta experimental, elegante y contemporánea. Sobre el mensaje general del álbum, la compositora profundiza: “podemos pasar un año encerradxs sintiendo que “no hacemos nada”, pero el hecho de detenerse a observar el mundo mientras éste se detiene (como lo hice en mi canción “Sin Miradas”) es una acción poderosa y de abundante nutrición filosófica. Lo mismo respecto a la repetición y el encierro. Desde que tenemos uso de razón entendemos que el futuro es azaroso, pero en el presente lo olvidamos sin descuido. Aprender a proyectar con cautela y sin dar nada por sentado nos puede volver más vulnerables, humildes, y llevarnos a entendernos como parte de un todo. Esta vulnerabilidad/consciencia nos lleva a cuidar y valorar eso que hoy nos garantiza el futuro que soñamos, y es la única salida que tenemos”.
Puedes escuchar el álbum, a continuación: