A fines de diciembre del año pasado, los fans del K-Pop en Chile fueron involucrados en una polémica a la que nunca pensaron entrar. Un análisis de big data del ministerio del Interior, los identificaba como uno de los grupos que animaba las movilizaciones que se realizaban esos días en el contexto del estallido social iniciado el 18 de octubre. El hecho trascendió a través del mundo, las redes sociales se llenaron de memes al respecto e incluso la noticia llegó a la televisión surcoreana.
A casi seis meses, los fans del género asiático se ven nuevamente involucrados en un hecho polémico. Esto porque a principios de semana, la policía de Dallas lanzó “iWatch Dallas“, una aplicación para denunciar a través de videos “actividades ilegales de las protestas”, todo esto en medio de las manifestaciones contra el racismo que se desarrollan en Estados Unidos.
Sin embargo, los y las kpopers –como se hacen llamar– inundaron la aplicación con fancams (videos que enfocan a un miembro en específico), memes y videos de la policía agrediendo a manifestantes, además de comentarios negativos en las tiendas de aplicaciones para así evitar la persecución contra los asistentes a las marchas. El servicio colapsó y fue bajado un par de horas después por “dificultades técnicas”, según informó la policía.
https://twitter.com/belispeek/status/1267196400699273216?s=20
Pero no fue lo único. En Twitter se levantaron los hashtag #WhiteLivesMatter y #BlueLivesMatter (por el color azul de los uniformes policiales) en respuesta al movimiento antirracista #BlackLivesMatter. Fue ahí cuando los kpopers atacaron y, nuevamente, llenaron de fancams el hashtag, desviando totalmente el objetivo de este.
Que pongamos Fancy dicen #whitelivesmatter pic.twitter.com/RdZWrHcoqH
— Blue✧ (@GigiMentitaaa) June 4, 2020
kpop stans ruining every white supremacist hashtag. i truly love to see it. #whiteoutwednesday https://t.co/zctCl4FaDN
— fico | top 1% of loona listeners (@puertofico) June 3, 2020
Además, los fan clubs de grupos como BTS, BLACKPINK, TWICE y NCT, se pusieron de acuerdo para dejar de hablar de sus artistas por algunos días para no desviar el foco de la protesta, la que busca acabar con la violencia policial y el racismo contra la comunidad negra en Estados Unidos.
