“La Última Tentanción de Cristo”, una de las películas más polémicas de Martin Scorsese, por relatar su versión del hijo de Dios, llegó a Netflix.
Estrenada en 1988, la cinta no pasó indiferente por las salas de cine, siendo catalogada como “blasfemia” por el mismo Papa Juan Pablo II. Recordemos que en esos años, la Iglesia Católica era intocable.
Pero, ¿por qué la versión del evento biblíco del director norteamericano molestó tanto en su momento? Con Willem Dafoe en el rol principal, el carpintero de Nazaret escuchó la llamada de su padre, pero tras saber que debía sacrificarse ante la humanidad, debate su rol en la Tierra.
Scorsese, nacido en una familia católica, la que incluso le inculcó la idea de ser cura, llevó a la pantalla grande la novela del griego Nikos Kazantzakis, quien en 1952 publicó una historia alternativa del hijo de Dios, mostrando a un Jesús acomplejado de su existencia y quien se cuestiona por qué él fue elegido para esta tarea.
Con casi tres horas de duración, la cinta cuenta con muchos detalles a destacar. Fue escrita por Paul Schrader, quien sumó su tercera colaboración con el cineasta tras “Taxi Driver” y “Toro Salvaje”. La música fue compuesta por Peter Gabriel, quien recorrió Medio Oriente recolectando sonidos, llegando a ser nominado a los Globo de Oro por su trabajo.
Otro punto interesante es que David Bowie participó en un breve rol como Poncio Pilato, el gobernador romano que condenó al protagonista a la crucifixión.
Si bien en el pasado habían aparecido versiones del evento, incluyendo un musical como lo es “Jesucristo Súper Estrella“, el pecado de Scorsese fue presentar a un Cristo con miedo ante su destino y con ganas de conocer lo que era ser un humano común, con sus placeres y pecados, lo que llevó a generar roce con la institución religiosa.
Pero la gota que rebalsó el vaso fue mostrar a Jesús teniendo sexo con María Magdalena. La escena mencionada provocó que durante su estreno en Francia, un grupo de católicos fundamentalistas lanzaran hacia los asistentes de una función bombas molotov , dejando a 4 personas con quemaduras de gravedad.
Incluso llegaron a censurar su exhibición en ciertas naciones. Chile fue uno de los países que junto a Turquía, Filipinas, Singapur, México y Argentina -además de Israel- que prohibieron durante años incluso la venta de la película en el territorio. En su momento, los estudios Universal fueron bloqueados con manifestaciones de grupos cristianos rechazando la exhibición de la cinta protagonizada por Dafoe. La presión dio resultado y algunas cadenas de cines se negaron a ponerla en cartelera por temor a sufrir ataques.
Si bien los años pasaron y hoy goza el estado ser una “película de culto”, para Scorsese, quien fue nominado a Mejor Director por su trabajo, el haber hecho esta película fue, en cierto modo, “una señal religiosa”: “Dios había dicho que yo no estaba preparado para hacer la película y necesitaba sufrir más humillaciones. Es cierto, estoy convencido de ello”.