Charly García en 1987: “Una cosa es ser depresivo, y otra es ser deprimente”

Hace poco más de 30 años, el celebrado músico argentino Charly García lanzaba una de sus obras maestras, el álbum “Parte de la Religión”, un disco que marcó una nueva etapa en su carrera tras una trilogía imbatible que comenzó en 1982 con “Yendo de la cama al living”, y siguió con dos discos que lo transformaron en uno de los músicos más famosos del recordado fenómeno del rock latino de los ’80: “Clics modernos” (1983) y “Piano bar” (1984).

Desempolvamos una entrevista compartida en la revista chilena Super Rock en julio de 1987, en la que entrega algunas luces sobre aquellos días, transcrito tal cual se publicó (incluyendo un par de detalles en títulos).


Charly García respeta mucho los primeros esbozos de sus trabajos musicales. Por lo mismo es que en la cinta donde grabó los demos de su nueva producción, registró las canciones de su flamante elepé “Parte de la Religión”. Resultó rápido este álbum, dice el cantante y compositor, ya que los temas fueron saliendo sobre la marcha, con el aporte de pianos, teclados, una base de batería electróiica y algunas guitarras. Una realización realizada en Río de Janeiro que contó con la participación extraordinaria del gruó brasileño Os Paralamas do Sucesso.

Para el artista, la experiencia de la grabación y sus etapas anteriores fueron absolutamente gratificantes: “En Río ya teníamos reservado el estudio a través de una amiga, Ivonne, la representante de los Paralamas y otros grupos. Y bueno, grabamos al percusionista, Chacal. La sesión duró un día, porque el tipo era bárbaro: se encerró, apagó las luces, tocó todo. A los dos días cayeron los Paralamas e hicimos el “Rap de las hormigas”. Yo necesitaba una chica para cantar “Buscando un símbolo de paz”. Y me sugirieron a Paula Toler, de Kid Abelha. Vino la adorable y se cantó la vida”.

Desde allí se fue a Nueva York, donde ingresó al estudio Chun King House of Metal, bajo las órdenes del ingeniero de sonido Joe Blaney, quien ha estado presente en los discos de los Run DMC. “Querían poner un bajista –dice Charly García-, así es que me adelanté, compré un Rickenbaker. Cada vez que Joe quería poner un músico, yo me adelantaba. Así es que enchufé y salí tocando”.

En total, quinientas horas de estudio, la mitad en Nueva York y la otra en Río de Janeiro. Resultado, las canciones de este nuevo elepé: “Adela en el carrusel”, “Parte de la religión”, “No voy en tren”, “Rap de las hormigas” – estos dos de gran difusión en nuestro país-, “Ella adivinó”, “En la ruta del tentempié”, “El karma de vivir al sur”, “Necesito tu amor”, “Rezo por vos” y “Buscando un símbolo de paz”.

El sábado, Charly García tendría que haber debutado en el Estadio Super Domo, en Mar del Plata, con su nueva banda, formada por Fernando Lupano en bajo; Fernando Samalea, en batería; Carlos García López, en guitarra; y Fabián von Quintiero, en teclados. Al parecer, ésta es la agrupación que acompañará definitivamente, al menos por una temporada, al cantante, aunque no se descarta la posibilidad de que se sumen nuevos nombres y deserten algunos de los ya citados.

-¿Qué es lo que harás tú en el escenario?
Bueno, yo solamente quiero tocar la guitarra, más que todo, aunque en el disco lo hice casi todo yo solito. Por ahí quizás incluya también unos coritos femeninos, quién sabe, todo esto es mucha improvisación.

-¿De qué manera definirías este disco?
Es para mí el resumen de todo un año medio negro. Y cuando hice el disco me propuse superarlo, superar mi estado de ánimo deprimido.

-¿Es permanente este ciclo depresivo en tu vida?
Yo creo que una cosa es ser depresivo y otra es ser deprimente. A veces creo que hay una sutil línea que separa la estética de la depresión del tipo realmente deprimido. Hacer un disco quejoso, que comprometa al que escucha es una especie de melancolía, me parecía que no tenía sentido para mí en este momento.

-Deseabas hacer un disco con más energía…
Por supuesto, quería hacer un disco con mucha energía, con mucha polenta, que te pusiera bien, que te interesara. Cuando me sumergí en el estudio necesitaba sonidos polentosos, voces fuertes, cantar con todo. Este disco tiene la voz adelante y está muy gritado, tal como yo deseaba. Tal vez eso es lo más novedoso de “Parte de la religión”. Antes yo mezclaba mi voz entre los instrumentos, cantaba más tímidamente.

Charly García visitará Chile los primeros días de agosto y ya se está planeando una serie de actuaciones en nuestro país, incluyendo una presentación en el Estadio Chile, más alguna rutina en la televisión. De la misma forma, el artista trasandino debía participar, desde hace un mes aproximadamente, como actor en una película argentina. García explica su rol: “Es un tipo que en una manifestación o algo así, es herido por un policía y va a parar a un hospital medio catatónico. Yo soy su enfermero. Yo soy el que va descubriendo todo el enredo, y al final…”.

Y tal como ya ha sido confirmada la participación de David Bowie en el próximo Festival Rock In Río, Charly García ya tiene también su lugar en dicho evento, donde se reunirán los máximos exponentes del pop y el rock.

Total
0
Shares
Previous Post

C. Tangana y Pantha du Prince vienen a Chile como parte del Red Bull Radio Pop-Up Santiago

Next Post

Charly García en Chile, 1993: Él no está loco