Natalia -más conocida como rata entre sus amistades- conversa con La Rata desde su hogar en Rancagua. Para cuando hablamos, solo han pasado algunos días desde la presentación de Ratalia en el Journal de Viña del Mar junto a la banda nacional La Blues Willis.
Una noche de choque de copas, que en el reflejo del cristal, hizo cambiar la temporada. Este otoño caen las hojas y al tocar los ventanales comienzan las primeras notas del blues punk.
Nati, cuéntanos ¿Cómo es que nace Ratalia?
Ratalia nace de la necesidad de tener una vía de escape y para poder entender, entenderme y canalizar todas las emociones que me desbordaban en un momento de la vida. Empezaron a surgir estas letras solas, sin Ratalia siquiera tener un nombre…
¿Parte entonces contigo sola?
Partí como solista. Con guitarra de palo tocando en la calle, con un poquito de alcohol en la casa, con un cola de mono me acuerdo. Me tomé como una olla -risas-, ese fue el primer tema, por eso se llama “Blues con Colemono” y fue una emoción que me desbordaba. Había cosas que quizás no podía decir o quizás no iba a procesar de la forma correcta … y creo que la forma correcta fue hacer una canción antes que actuar.

Ha pasado harto tiempo desde esto, ¿cómo crees tú que ha ido evolucionando el proceso creativo? ¿Crees que tal vez se han sistematizado las cosas?
Eh, sí. Creo que aún así nunca va a ser suficiente el orden o cómo te vayas sistematizando. Pero creo que el proceso creativo ha evolucionado porque, como partí solita, era simple. Los arreglos los veo conmigo misma, todo es más rápido, todo va super fluido, tengo que tomar decisiones conmigo misma. En cambio, cuando partí a tocar con Eric, el armonicista, partimos tocando en las calles de Valparaíso, fue un proceso creativo distinto. Él también tiene su forma de ensayar, de estudiar, de hacer arreglos, entonces había que cuajar eso. Y esto también fue un proceso que me llevó a llegar a la necesidad y el orden al formar una banda…
Cuando se formó esto yo llegaba con las letras, canciones escritas, y los chiquillos me decían “oye, podríamos hacer esto” para ir arreglando. Yo soy una persona muy autodidacta, no tengo mucha teoría, sé tocar, veo formas en la guitarra más que acordes y notas. No soy muy docta, de hecho cero, nada. Y los chicos son todo lo contrario a mi, son muy teóricos todos. Yo soy aquí medio la desubicada del proyecto -risas-.
Así que ese tema igual es un proceso. Ahora estoy tratando de aprender, los chicos me han enseñado harto, porque hay cosas técnicas que no se pueden verbalizar muy bien o se dan a entender de formas diferentes y si no entiendes los conceptos técnicos, como que te pilla. Y ahí los procesos creativos van variando. yo soy muy de la emoción, por eso las letras vienen de mí y ellos vienen a traspasar ese sentimiento a un acorde o una nota. Todo tiene su teoría, un espectro super grande desde esa Nati que estaba sola con la guitarra tocando en el patio de su casa a una Nati en la sala de ensayo con los chiquillos aprendiendo.
Ratalia tiene este desglose de géneros calificado como blues punk, con lo interesante que es esto, ¿tienes alguna influencia o simplemente lo que viene de la guata?
Creo que es un menjunje de ambas, mucha emocionalidad. Principalmente todas las canciones nacen estando con el celu y que se me ocurra algo, o me enojo con algo y grabo. Generalmente son cosas muy sociales, porque soy una música independiente que se sustenta con la música, entonces vivo precarizada… Es imposible que mi mensaje o lo que se diga en las letras no sea social, porque vivo precarizada. Desde muy chiquita crecí con el punk, tenía una banda con mi hermano, entonces tengo mucho de El Último Ke Zierre, La Polla Records, Los Miserables, Fiskales Ad-Hok , Los Prisioneros…
Tengo mucho de eso dentro mío, son los mensajes que realmente me resuenan. Y además me gusta el blues. Yo estudié un tiempo pedagogía en música y lo que nos enseñaron fue la historia de la música, que empieza desde el blues y siempre viene de la necesidad de decir algo.
Era el sonido de las cadenas que viene de los negros, de la esclavitud, protestar contra tu jefe, de ese mismo mensaje. Sin querer fueron cuajando esos dos polos, el punk dentro mío y el blues, que me gusta el flow que tiene y que llevamos dentro, es muy corporal, algo que podemos cantar todos. Y del punk el mensaje directo, lo literal.

¿Y por qué Ratalia?
Me dicen rata, pero fue una coincidencia. En este tiempo que estaba estudiando tenía un amigo que siempre me molestaba porque era media rata igual… la juventud. Mi cara no ayuda mucho, yo soy un ratón -risas-. Me empezó a decir rata… Ratalia y ahora todos me dicen así, sé expandió muy fácil. Y bueno, del proyecto me cuesta definir un referente o una referente, o mi personalidad de una u otra forma. Siento que todo es mucho de muchas cosas, para mi todo es un estilo rata, es raro simplemente.
Y sobre la banda ¿Cómo va mutando?
Ha ido mutando por cosas del destino, cuando se empezó a integrar gente la idea es que se quedaran para siempre, pero por necesidades del camino de cada uno también como banda se van abriendo otros caminos y llegan personas nuevas. Primero fue el Eric.
Yo toqué en el Rockodromo 2021, en Carnaza y en Rancagua. Y ahí dije “no voy a presentar el mismo show en los dos lados” así que era momento de una bandita. Fue la primera vez que juntamos un baterista, un guitarrista y un bajista. El tomy, el rambo y el Diego, el baterista que está hasta la actualidad y el Eric, el armonicista. Ahora está Camilo en contrabajo.
Cuéntame sobre su último disco, que salió el año pasado
Lo lanzamos en el Teatro Regional de Rancagua y la vueltita a Viña, en el Journal, fue porque La Blues Willis nos invitó.

¿Y cómo resultó esa noche en el Journal?
Fue harta gente a vernos a nosotros y a La Blues Willis, quedamos para adentro, fue muy intenso también, pasaron muchas cosas, pero salió adelante y el recibimiento y respeto fue muy genuino. Que la gente se acerque después a hablar es bacán, los chicos del local nos recibieron muy bien… La Blues Willis un 7, no habíamos compartido directamente y todo fue muy hermoso, eso es lo que queremos siempre.

¿Qué se viene para Ratalia? ¿Cuáles son sus proyecciones?
Este año tenemos y esperamos trabajar nuevos temitas. Tal vez lanzamientos a fin de año que son ansiedad mía, pero ahí estoy debatiendo con los chicos siendo honesta – risas-. Se vienen unas presentaciones en la sexta región, por San Vicente de Tagua Tagua… hasta mayo tenemos fechas, también se vienen eventos en la Casa de la Cultura de Rancagua.
Ahí nos guardamos, viene el periodo de hibernación de las ratas y el momento de la creación, así surgen nuevas canciones, nuevas formas de escribir, de estudiar y grabar también. El proceso de grabar es maquetear, harto trabajo. Así que ese es el momento, el invierno, para guardarse y volver a crear… por ahora. Pero a fin de año yo se que se vienen cositas nuevas, aunque no puedo asegurar tanto.
¿Qué mensaje le darías a quienes puedan leer esto?
No juzgue a las ratas sin saber por qué hacen lo que hacen, escúchelas, véalas, entienda su comportamiento, por eso surge este movimiento, por algo somos tantos y todos quieren ser ratas. No margine si no conoce, escuche el blues punk, abra su oído a nuevos estilos, no sea tan purista. Y escuche Ratalia en Spotify.