Redolés, 50 años después: “Mi tarea es hacer poemas y canciones para llegar a la gente”

Era 1 de mayo de 1975.  Modesto Alfonso Murúa Holguín, el encargado de las Juventudes Comunistas al interior de la cárcel pública de Valparaíso, se le acercó a Mauricio Redolés y le dijo: “Oye Redolés, tú tení que cantar, tení que hacer unas canciones como cantas ahí en la celda”. Era la primera vez que Mauricio cantaría ante un público, antes lo hacía frente a tres o cuatro compañeros al interior de una celda de 4 metros de largo por 2 de ancho

Redolés cantó para el supuesto aniversario del Club Concepción, el equipo de fútbol de los presos comunistas al interior de la cárcel, celebración que en realidad era para conmemorar el Día del Trabajador. “Era una chiva ¿no? Para que los gendarmes dejaran juntarnos en una celda y celebrar un pequeño brindis con jugo de fruta y agua”, cuenta el poeta y cantautor nacional. 

Mauricio Redolés aprendió a tocar guitarra en 1972. Un año más tarde, tras el golpe militar, fue arrestado y pasó largos 2 años entre celdas, golpes y torturas hasta que en 1975 un decreto de exilio lo sacó de Chile. Hoy, cinco décadas después de aquella primera presentación en la cárcel, celebra 50 años de trayectoria musical: una carrera tejida entre humor, política y logros. El más reciente reconocimiento llegó en 2022, cuando fue galardonado con el Premio Música Nacional Presidente de la República.

¿Cómo se da la oportunidad de tocar por primera vez un 1 de mayo dentro de la cárcel, en dictadura?

En la cárcel había organizaciones políticas que poco a poco habían ido adquiriendo cierta legitimidad, no legalidad pero sí legitimidad, porque estas organizaciones políticas armaban clubes de fútbol que participaban en un campeonato interno y en mayor o menor medida estos clubes de fútbol representaban orgánicas políticas.

El club Barrabases representaba al MIR, el club Unión La Calera representaba al Partido Socialista, el club Palestino representaba a los marinos constitucionalistas, el club Concepción representaba al Partido Comunista y el club Wanderers representaba a los presos comunes. 

Los compañeros del partido comunista, en el que yo militaba, el compañero Julio Sánchez que era un gran dirigente del partido, el compañero Legario, el compañero Mori, el compañero Tevito Yañez, que era el secretario regional de Valparaíso, el compañero Mario y el compañero Modesto Alfonso Murúa Holguín el encargado de la Jota al interior de la cárcel, decidieron conmemorar el primero de mayo diciendo que era el cumpleaños del club.

“Un poema y una canción son productos muy frágiles y uno no sabe cuánto va a durar en la memoria de la gente un producto así

¿Cuáles fueron esas primeras canciones?

Canté tres canciones. Elegí “Que Pena Siente El Alma”, canción que recopiló Violeta Parra, “Nuestro México, Febrero 23” la había aprendido de un marino constitucionalista, Valenzuela creo que era el apellido. Y por último, “Los Momentos” de Eduardo Gatti, que me la había enseñado el Burro Sepúlveda, un compañero. 

Así que se hizo este acto chiquitito en la celda, yo fui canté dos canciones y ahí me pidieron una tercera canción. “Gracias compañeros, voy a cantar Los Momentos”, dije. Y un compañero gritó “¡oye Mauricio, pero con los dos pulmones ahora!”, porque yo cantaba muy bajito. Así que esa cuestión fue buena, fue un chiste todo el mundo se rió, fue muy encantador. 

Y esa fue mi primera vez, un 1 de mayo de 1975.

 ¿Y las composiciones vinieron después o fue en ese periodo?

Nacieron juntas, yo ya había hecho canciones. Claro, yo había empezado a componer en el 72, tres años antes, me acuerdo, en el 73 más bien. En el 72 y el 73 empecé a componer canciones, y apenas aprendí a tocar guitarra, empecé a componer. Ninguna de esas canciones sobrevivieron, sí las recuerdo, recuerdo algunas.

Había una que se llamaba “Muñeca de Cadell”, había otra que se llamaba “Mariposa Nocturna”, había otra que se llamaba “Dora María”. “Luces del Universo” era otra, esa fue la primera que completé. “Tengo y No Tengo”,  esa la compuse en el 73, y cuando caí preso ya no las cantaba, no tenía las letras, las había perdido. Se habían quedado en Santiago, yo soy de Santiago y estaba en la cárcel en Valparaíso. Y entonces más que nada me dedicaba a cantar las canciones conocidas, nunca cantaba canciones mías.

“En mis canciones”, hay una frase que dice: “las inflan por un rato y después se olvidan” ¿Qué perspectiva tienes desde ese momento en que escribiste esas palabras hasta ahora?

Claro, es una declaración de principio, más que nada aduciendo a, ¿cómo te puedo decir yo?, a que un poema y una canción son productos muy frágiles y uno no sabe cuánto va a durar en la memoria de la gente un producto así. Por lo tanto está pensado así, ahora he tenido la fortuna de contar con la generosidad de la atención de una audiencia que ha hecho de esas canciones un producto que tiene que ver con sus vidas y así me lo dicen.

Pero cuando escribí eso pensaba que las canciones se olvidaban. Pero como te digo, he tenido la fortuna de que la gente las recuerda, las atesora y todo esto en un medio en que la radio, la televisión, los diarios me difunden muy poco para lo que podrían difundirme. No voy a decir que no difunden, tengo la suerte de que hay gente que está siempre ayudándome, ya sea en mi propio equipo de trabajo como también en la misma prensa. 

Pero de repente hay mierdas de canciones que no voy a decir cuáles son, porque no quiero pelearme con nadie, que las tocan todos los días en la radio y el último disco que grabé, así como el anterior y el anterior son discos maravillosos, con canciones maravillosas y muy raramente las tocan. Porque muchas de ellas dicen cosas que los dueños de la radio y los dueños de los diarios y los dueños de los canales de televisión no les gustan.

Redolés (el cuarto de izquierda a derecha) en el cárcel de Valparaíso.

Hoy, en cierta medida, se ha perdido la canción política en Chile ¿Por qué crees que ya no se hace música que tenga este discurso?

Mira, es verdad lo que tú dices, yo lo he dicho por ahí alguna vez. Es un problema de opciones de cada cantautor, de cada compositor, de cada poeta, decir cuál es su posición frente a la contingencia política. Por ejemplo, en mi más reciente disco viene un tema dedicado a Salvador Allende que se llama El Finao, viene un tema dedicado a la revuelta social, a la rebelión popular de la gente, el así llamado estallido social, en donde las niñas tuvieron una gran importancia, las colegialas. Por eso se llama Pingüina rebelde en el oasis de Pirañas, porque Piñera decía que este era un oasis en América Latina.

Es un tema muy político, es un tema que no lo van a tocar en las radios, yo ya lo tengo claro, así que pido que lo escuche la gente y lo difunda. Viene también una canción que se llama Temores, son dos poemas del gran poeta salvadoreño Roque Dalton, que fue fusilado en un contubernio. Fue acusado de ser agente de la CIA y lo fusilaron la gente que militaba con él, acusándolo de traidor. Y él era un hombre de izquierda, había sido comunista mucho tiempo, del Partido Comunista Salvadoreño. 

Después de haber participado en diferentes movimientos guerrilleros, fue fusilado. Y es Roque Dalton uno de los más grandes poetas latinoamericanos del siglo XX, junto con Neruda, César Vallejo, Gabriela Mistral y Alfonsina Storni. Hay dos poemas de él, están esos dos poemas en una canción. También hay otro poema que se llama Epigrama, que no es muy político, es un poema de amor, que está musicalizado por Taguri Tricot, y lo canto yo con la querida Tita Parra. Y hay otro poema más de Roque Dalton que se llama Verte desnuda, un poema increíble, que lo canto con Carlos Cabeza del grupo Electrodomésticos. Claro, Oasis de Piraña es un tema que no lo van a tocar en radios.

¿Qué tan necesario es para ti hacer canciones políticas?

Claro, porque nosotros somos… o sea, mira, voy a partir por una afirmación política de un gran escritor que yo admiro mucho, que recomiendo leer, que falleció el año 96, se llama Carlos Droguett. Él escribió grandes novelas. La que a mí más me gusta se llama Patas de Perro. Yo leí Patas de Perro a los 17 años y decidí ser escritor, decidí querer escribir, decidí ser lo que soy ahora, a los 17 años, y voy a cumplir 72.

Carlos Droguett dice una cosa muy importante, que es como un principio ético para cualquier escritor o músico, coreógrafo, pintor o lo que sea. Él dice, si tú al hacer una canción, al hacer una obra, un cuento, una novela, un poema, no hablas de la gente que está abandonada, de la gente que está explotada, que ha sido abusada, que permanece en la ignorancia, que permanece en el barro, que permanece, yo diría, en poblaciones como Bajos de Mena, en La Pintana, en Conchalí, en Quilicura, en las poblaciones donde reina el narcotráfico, en donde los niños no tienen colegio, en donde hay gran deserción escolar, en donde hay desempleo; si tú no cantas por ellos, si tú no cantas tomando en cuenta las condiciones de vida de ellos, enarbolando el deseo de justicia y de rebelión, tú eres un cobarde.

No es una simple opción de decir: no, yo no lo hago porque no me gusta. Tú te estás corriendo de un deber que tienes: el deber de hablar por los que no tienen voz, el deber de contar de esas vidas, el deber de levantar a esa gente.

Ahora, el que no lo quiere hacer, yo no lo voy a juzgar, es problema de cada uno. Si hay algún cantautor que canta pura huevada, puta qué lamentable por él. Pero yo me rijo por lo que dice Carlos Droguett. Esa es mi verdad, compadre.

Hace 50 años, ¿te imaginabas estar celebrando este hito?

Hace 50 años, yo lo único que sabía era que tenía que sobrevivir al día siguiente. No me proyectaba más que el día a día. En cualquier momento podíamos ser trasladados a un centro de tortura y nos podían matar. En cualquier momento algún delincuente, un pato malo, quería violarnos y nos mataba, como ocurrió con un compañero de la cárcel de Valparaíso, un compañero que mataron porque lo querían violar, un preso político. Vivíamos en el borde de un precipicio.

Escuchábamos en la noche cómo violaban a los cabros chicos, los gritos de los niños. Era un infierno. Pero, sin embargo, nosotros, los presos políticos, los militantes de la Jota (Juventudes Comunistas), del Partido Comunista, del Partido Socialista, del MIR, había gente del Mapu, gente del Partido Radical, los marinos constitucionalistas, tratábamos de hacer una vida lo más creativa y lo más limpia posible, salir de eso.

Próximas presentaciones y actividades

🎶 3 de mayo – Parque Cultural de Valparaíso
Mauricio Redolés se presentará en el Parque Cultural de Valparaíso. La entrada es gratuita, pero debe reservarse previamente a través de PortalDisc.

📖 9 de mayo, 18:00 hrs – Barrio Yungay, Santiago
Ese día se realizará una maratón de poesía y micrófono abierto en Compañía de Jesús 2532, esquina Cueto con García Reyes, en el corazón del Barrio Yungay.

🎸 10 de mayo – Ñuñoa, Santiago
Redolés tocará en un bar íntimo de Ñuñoa. El nombre del local será anunciado próximamente en sus redes sociales.

🎤 17 de mayo – Ciudad de Los Andes
Nueva presentación musical de Mauricio Redolés, esta vez en Los Andes.

🎉 6 de junio – Sala SCD Bellavista, Santiago
Celebrando sus 72 años, Mauricio ofrecerá un recital especial en la Sala SCD de Bellavista (Santa Filomena 110). Una oportunidad perfecta para festejar junto a su público.

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